Lo que debo saber sobre la comida y bebida Croata

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La comida

Hola chicos, chicas y buenas gentes en general. Quien diga que no le interesa la alimentación del país que va a recorrer miente, y yo que soy muy de comer, me he interesado a muerte. Por ello paso a compartir mis impresiones con vosotros almas cándidas. Quien al pensar en comida croata se imagine filetes grasientos acompañados de patatas y carne en estado extraño va muy equivocado. Si bien cuenta con fuertes raíces de Europa oriental y satisface a los carnívoros paladares balcánicos, la comida croata es una sabrosa mezcla de sabores que refleja la variedad de culturas que han influenciado este país a lo largo de la historia. Hay una clara separación entre la cocina de estilo italiano de la costa y los sabores húngaros, austríacos y turcos de las zonas continentales. Desde la lubina a la plancha en aceite de oliva de Dalmacia hasta un consistente estofado de carne con páprika (pimentón) en Eslavonia, todo paladar puede encontrar algo a su gusto. Cada zona ofrece orgullosa sus propias especialidades, aunque en todas partes la comida suele ser sorprendente buena y elaborada con ingredientes frescos de temporada.

El precio y la calidad de las comidas varía poco en la categoría de precio medio, pero si se está dispuesto a derrochar se pueden pasar horas saboreando manjares hechos a fuego lento o degustando modernas propuestas de jóvenes y prometedores chefs. Los croatas tienen sus límites en cuanto a precios, por lo que los restaurantes suelen agruparse en torno a la franja del precio medio, aunque hay unos cuantos increíblemente baratos y otros brutalmente y exorbitantemente caros. Sea cual sea el presupuesto es difícil comer realmente mal en Croacia. Además, a menudo el concepto comer incluye la mesa al aire libre en un ambiente cálido. Aunque a los croatas no les gusta experimentar en lo que se refiere comida y o alimentación, es un tema que les apasiona. Pueden pasarse horas discutiendo sobre la calidad del cordero o del mejor pescado, (lo cual ha provocado que tenga muy buenas amistades), que según ellos eclipsa la comida de otros lugares. La cultura gastronómica va en aumento, gracias sobre todo al movimiento Slow Food, que pone énfasis en los ingredientes frescos de temporada y en la alegría de comer durante horas. Istria y Kvarner han subido rápidamente a lo alto de la cima gastronómica, pero hay otros lugares que no les van a la zaga. Ha surgido una nueva generación de chefs que actualizan los platos tradicionales croatas y que se está uniendo al grupo de chefs célebres de todo el mundo. La producción de vino y aceite de oliva se ha reactivado y actualmente hay multitud de indicadores por las carreteras cantando las alabanzas de estos preciosos y ricos néctares.

Id a Zagreb y al noroeste de Crocia puesto que prefieren los abundantes platos de carne. Jugosa carne asada, cordero, svinjetina (cerdo) o patka (pato), a menudo acompañada de fideos al horno o peceni krumpir (patatas asadas). La carne hecha despacio bajo una peka (tapa de asar abovedada) es increíblemente deliciosa, pero en muchos restaurantes hay que pedirla con antelación. El purica (pavo) con mlinci es prácticamente una institución de las cartas de Zagreb y Zagorje, junto con el zagrebacki odrezak (filete que está relleno de jamón y queso y rebozado con pan rallado), otra es que realmente está cargada de calorías. Para los mas golosos un postre habitual son los palacinke (creps finas) con varios capas y recubrimientos. La cocina de Eslavonia, más picante que la de otras regiones, utiliza propiedades importantes de páprika y ajo. Aquí es más clara la influencia húngara, ya que muchos platos típicos como el cobanac (estofado de carne), son de hecho versiones del gulas (goulash). El cercano río proporciona pescado fresco como la carpa, el lucio y la perca, que se cuecen en estofados en una salsa con páprika y se sirven con fideos en un plato conocido. Otra especialidad es la carpa ensartada en una rama, asada en su propio jugo sobre el asador. Las salchichas de la región son especialmente célebres, sobre todo la salchicha sazonada con páprika, curada durante nueve meses y que se suele servir con requesón, pimientos y tomates.

La cocina de la costa es típicamente mediterránea. Utiliza mucho aceite de oliva, ajo, pescado y crustáceos frescos, y hierbas aromáticas. Por la costa se pueden encontrar lignje (calamares) ligeramente empanados y como plato principal; el calamar del Adriático suele ser más caro que el de otros lugares más lejanos. Las comidas a menudo empiezan con un primer plato de pasta como espagueti o risotto con marisco. Un entrante especial es un queso duro y fuerte de la isla de Pag. El brodet dálmata (pescado variado estofado servido con polenta, también conocido como brodetto) es otra delicia regional, pero a menú solo se puede pedir para dos personas. La pasticada dálmata (estofado de buey con vino y especias servido con ñoquis) aparece tanto en cartas de la costa como del interior. El cordero de Cres y de Pag, de carne deliciosa, es considerado el mejor de Croacia, ya que se alimenta de hierba fresca.

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En los últimos años la cocina de Istria atrae cada vez más a sibaritas internacionales debido a su tradición gastronómica, sus productos frescos y sus especialidades únicas. Entre los platos típicos destaca la manestra, una espesa sopa de verduras y alubias, los fuzi, pasta hecha a mano a menudo servida con trufas o divljac (carne de caza), y la fritaja (tortilla, a menudo servida con verduras de temporada, como espárragos verdes). El prsut (jamón) de Istria, o también de Dalmacia, curado y cortado en finas. El secreto que se esconde tras el fuerte sabor del queso de Pag es la dieta a base de hierbas silvestres. El aceite de oliva de Istria, muy premiado, se considera excelente; la oficina de turismo ha marcado una ruta del aceite de oliva que permite visitar productores locales y catar los aceites que elaboran. Los mejores ingredientes de temporada incluyen la trufa blanca, que se encuentran en otoño, y los espárragos silvestres, que se recogen en primavera.

Comer pizza también es una buena opción en Croacia. Pueden ser desde muy finas y crujientes hasta gruesas y esponjosas, y sus ingredientes son usados con inteligencia y cariño. Para picar algo rápido se pueden tomar pequeñas salchichas picantes de buey, cordero o cerdo picado, pljeskavica (una versión ex ugoslava de la hamburguesa), raznjici (pequeños trozos de cerdo asados y brocheta) o burek (pasta rellena de carne o queso).

Slow Food

Y para terminar en el aspecto gastronómica me gustaría hablaros del Slow Food. Era solo cuestión de tiempo que a la comida rápida, con su concepto industrial y poco respetuoso con el mundo de la comida, le surgiera un enemigo. El Slow Food (comida lenta) ha plantado cara a la tendencia a la comida rápida que estaba conquistando el mundo. Este movimiento, que es originario en Italia en la década de 1980, se ha extendido a más de ciento veinte países; su objetivo es conservar la cultura de las diferentes cocinas, haciendo hincapié en los vegetales, los animales autóctonos, criados de un modo tradicional. Aunque hay infinidad de interpretaciones de la Slow Food, Croacia tiene su propia versión del concepto, que se centra en promover el uso de ingredientes locales, frescos y de temporada, muy rollo chef Ramsey, poniendo mucho énfasis tanto en el ritual de la comida como en la presentación de esta, estos platos se sirven en porciones pequeñas y se presentan en un orden determinado. Hay una espera algo larga entre platos y se maridan con los vinos adecuados. Se trata de disfrutar de la comida de entender de dónde procede lo que se come. Cuando Nenad Kukurin, el propietario del restaurante Kukuriku en Rijeka introdujo el concepto hace más de una década, le tildaron de "terrorista gastronómico". Actualmente Kukurin es ultra-respetado y resulta un motivo más que suficiente para llegarse hasta el golfo de Kvarner. El pan y todo en general es casero, las hierbas aromáticas se recogen del jardín del restaurante, y los ingredientes son frescos del mercado. El propietario va cada día al mercado de Rijeka, llama al chef por teléfono y juntos, al momento, confeccionan el menú del día según la oferta existente. Tanto si se comen espárragos silvestres de Ucka, trufas del bosque de Motovun o cordero de un pueblo cercano los ingredientes son puros, sin excesiva elaboración. Como dice Nenad Kukurin: "El objetivo en una buena comida es que cuando te vas te sientas ligero y feliz".

La bebida

En el aspecto de las bebidas estoy un poco más perdido pero os puedo decir que una de las bebidas más famosas es el rakija (licor), que puede tener diferentes sabores. Los más habituales se denominan loza (licor de uva), sljivovica (licor ciruela) y travarica (licor de hierbas). En Istria es especialmente buena la travarica, y se elabora en varios sabores, desde medica (miel) hasta lesea (muérdago) y diversas bayas. La isla de Vis es famosa por su delicioso licor de algarrobo. Es costumbre tomar una copita de licor antes de comer. Otras bebidas populares son el vinjak (coñac) o el de ascendencia italiana el prosecco (vino dulce para postres). De las mejores clases de pivo (cerveza) croata son la Oiujsko, de laceb, y la Karlovacko, de Karlovac. La cerveza Velebitsko tiene seguidores leales entre los conocedores, pero solo se distribuye en unos pocos lugares, la mayoría en la Croacia continental. En cuestión de vinos técnicamente cada región produce su propio vino, si bien los mejores son los de Istria, elaborados principalmente con la variedades locales. La oficina de turismo ha planteado rutas vinícolas por toda la península, de modo que se puede perder uno entre los distintos viticultores y en sus bodegas. Dalmacia cuenta con una gran tradición vinícola y en Eslavonia.

El café tipo exprés servido en pequeñas tazas es muy popular en Dalmacia. Se puede tomar con un poco de leche (cortado). Aunque en algunos locales se ofrece descafeinado, los croatas se lo toman con cafeína sino lo consideran un pequeño sacrilegio. Que no os gusta nada de lo que he dicho. Pues el agua del grifo también se puede beber. Sin problema.

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