El momento en el que decidí darle a Bochum una oportunidad

Cada vez que alguien me pregunta por qué elegí Bochum como mi destino Erasmus mi respuesta siempre era: "No lo he elegido realmente, no era mi primera opción". Cuándo pedí la beca Erasmus, Bochum no era exactamente el lugar que tenía en mente, hasta que mi profesor me mostró todo el potencial que tenía. Tan pronto como me puse en contacto con la universidad RUB, me di cuenta de los amables y hospitalarios que eran. Al final estaba muy emocionada por ir allí.

Una vez que llegué estaba asustada y conmocionada al mismo tiempo. Nunca he sido el tipo de persona que echa de menos su casa, pero lo hice en ese momento en el que entré en mi nueva habitación y me di cuenta de qué estaba sola en un país extranjero. Me preocupé por el hecho de que sólo podría contar conmigo misma, y ese también fue el momento en el que me di cuenta de que podría tener éxito en lo que quisiera si realmente lo quería. No tenía ningún compañero de habitación en ese momento y estaba un poco asustada por si no llegaba a encajar bien con nadie. No pasó mucho tiempo hasta que conocí a un grupo de gente que iban a cambiar mi experiencia Erasmus y mi vida entera.

Lo supe cuando decidí participar en los días de orientación y no tenía ni idea de qué esperar sobre ellos. Recuerdo pasar por la habitación buscando la mesa de mi departamento y cuándo finalmente la encontré sólo había tres personas allí a las que pregunté si estaba en el sitio correcto. Así es como conocí a dos de las fantásticas personas que he mencionado antes.

Estos somos nosotros hace un par de semanas.

No pasó mucho tiempo hasta que conocimos al resto del grupo. Vivimos tantas experiencias juntos que no sé por dónde empezar a escribir.

Si alguien me preguntara si volvería a irme de intercambio Erasmus, definitivamente contestaría que sí. No todo han sido arco iris y alegrías, pero me ha enseñado que no importa por lo que estés pasando, si trabajas duro y crees en ti mismo, sacarás lo mejor de cada situación.

Durante mis primeros días como Erasmus apenas conocía a nadie, pero no quería quedarme en mi habitación. Además, necesitaba comprar verduras entre otras cosas porque tanto mi piso como mi nevera estaban vacíos. Decidí dejar de pensar y salir a explorar el vecindario.

Esta fue la primera foto que tomé allí. Me encantan las zonas verdes y pensé que disfrutaría mucho del enorme bosque que había al lado de mi residencia. No sólo lo disfruté, me encantaba.

Cuando estaba entrando el otoño empezaron las clases y todos decidimos aprovechar los fines de semana para hacer viajes por carretera por la zona de VRR. El transporte público estaba muy bien y nos permitía viajar a las ciudades que estaban cerca como Dortmund o Dusseldorf en menos de una hora. Una de las cosas que más recuerdo de Dortmund es su gran estadio de fútbol que está a la derecha de la estación de trenes principal de la ciudad. Siempre que había un partido de fútbol en la ciudad, el estadio se llenaba con seguidores de los equipos y era muy divertido adivinar a qué equipo estaban animando.

Un día decidimos viajar a Colonia. Tardamos casi dos horas. Tan pronto como salimos fuera de la estación cruzamos por la famosa catedral. Estaba impresionada. Tuve que levantar la cabeza al máximo para ver dónde acababa. Hay otra cosa que me impresionó aún más, fue el puente de los candados que estaba justo por encima del río Rin. Esta es una foto que hice del puente.

¡Está lleno de candados!

Hay una cosa que no pude experimentar bien y es la comida alemana. Como vegetariana había muchas cosas que no pude probar. Incluso con esta condición encontré más comida vegetariana en Bochum que en mi país natal. Por otra parte, la cerveza alemana es algo que recomiendo a todo el mundo incluso a los que particularmente no les guste mucho el alcohol.

Durante mi estancia conocí a gente de diferentes culturas y gracias a ellos probé comidas típicas de muchas partes del mundo. Mis favoritas sin dudar son los churros y la tortilla española y el pierogi polaco. Me gustaron tanto que intenté cocinarlos yo misma. Esta es la prueba.

Resultó que al final estaban buenos, y eso que los había cocinado yo.

Al final de noviembre, las calles de Bochum y de muchas otras ciudades en Alemania empezaron a montar los mercados navideños . Nos encantaba ir allí. Todo estaba brillante y colorido y formar parte de esa atmósfera siempre me subía el ánimo. Estando en el mercado navideño de Dortmund decidí comprar algunas luces de colores navideñas para alegrar mi habitación durante las fiestas y aún las tengo.

En Essen siempre montan una noria temporal, pero no tuvimos la oportunidad de subirnos. Sin embargo, nos echamos una foto allí.

Sé que esta foto se ve borrosa pero es un bonito recuerdo del día que pasamos juntos y me encanta.

Entre estos viajes merece la pena destacar el que hicimos a Berlín con ESN. Para aquellos que no sepan de lo que estoy hablando, ESN es una organización de estudiantes Erasmus. Siempre organizan viajes y actividades para los estudiantes internacionales dónde todo el mundo puede ir y es una gran oportunidad para conocer a gente nueva de todas partes del mundo. Durante nuestra estancia en Bochum participamos en muchas actividades organizadas por ellos, pero el viaje a Berlín fue una experiencia completamente diferente. Duró tres días y fuimos en autocar. Estuvimos allí dos noches en un hostal cerca del centro. El día siguiente a la llegada visitamos el Parlamento Alemán. Todos contábamos con un audio guía que nos iba informando acerca de los datos importantes de la historia y el funcionamiento del Reichstag (el Parlamento). Me alegro de que entráramos dentro porque me encantó. Después de esta visita fuimos al monumento en memoria del Holocausto, a la Puerta de Brandenburgo y a la plaza Alexander. Después de eso empezó a llover y tuvimos que refugiarnos en Starbucks. Al día siguiente, mis amigos y yo no participamos en todas las actividades que ESN había planeado. Como era el cumpleaños de mi amigo preferimos ir por nuestra cuenta por la ciudad. Esa noche fuimos a bailar a un club y estuvimos allí hasta las 3 de la madrugada. Fue muy divertido. El último día nos levantamos muy temprano porque queríamos visitar el famoso muro y tuvimos que ir en autocar para volver justo después de comer. Lo que más me sorprendió de este lugar es que el muro en su totalidad estaba cubierto de grafitis.

Esta es una parte del grafiti que me pareció particularmente inspiradora.

No fue hasta finales-mediados de diciembre cuando descubrimos Untergrund. Era un viernes noche por lo que al día siguiente no teníamos clase ni teníamos que trabajar. No sabíamos que hacer, sólo queríamos salir a alguna parte. Uno de nosotros fue el que mencionó el nombre de este club y vimos que estaba muy cerca de la estación de Bochum Rathaus, que está a 5 minutos de nuestra parada. Recuerdo que estábamos sentados en el salón jugando a los kings y decidimos ir. La entrada al club era gratuita hasta la medianoche, llegamos a tiempo y no tuvimos que pagar la entrada. El club era un poco pequeño y no estaba muy lleno, pero lo pasamos muy bien y se convirtió en uno de nuestros sitios favoritos para bailar.

En una de esas noches descubrimos la canción de "Perfect Strangers" de Jonas Blue. Escuchamos la letra y estuvimos de acuerdo en que esa era nuestra canción. Incluso cuándo ahora escucho esa canción me recuerda a los meses que pasé en Bochum.

El semestre estaba llegando a su fin y ninguno de nosotros quería volver a casa. La organización ESN celebró una fiesta para rememorar todos los buenos momentos que habíamos pasado juntos durante esos meses. Lo llamaron la gala Farewell. Fue un evento más formal, como una gala y debíamos ir más arreglados. Ni mis amigos ni yo teníamos nada arreglado que ponernos por lo que fuimos varias veces de compras hasta que encontramos algo. La gala fue en Hardys, un club de Markstrasse, una calle no muy lejos de nuestras residencias.

No había mucha gente cuando llegamos, pero conforme la noche fue avanzando se llenó de estudiantes internacionales. Bailamos todos juntos toda la noche. En un punto de la noche anunciaron los ganadores de los premios ESN. Competían por las candidaturas de "el estudiante más serio", "el rey/reina de la fiesta" o "el viajero". Uno de mis amigos ganó el de "el estudiante más serio". Él no se lo esperaba y fue uy gracioso ver su reacción cuando le nombraron. Al final lo pasamos muy bien, fue una manera genial de despedirnos de la gente con la que habíamos compartido 6 meses de nuestras vidas.

Esa es una de mis fotos favoritas de la noche. Tengo más, pero no puedo publicarlas en este blog.

Para toda la gente que esté leyendo esto y considerando ir de intercambio Erasmus, hacedlo. No es fácil estar sólo en un país extranjero pero vas a conocer a gente que estará en la misma situación que tú. Se convertirán en tu familia. dicen que los amigos son la familia que escoges. Aparte de la gente tan maravillosa que conocerás, el intercambio Erasmus es una oportunidad para conocerte a ti mismo , descubrir tus puntos fuertes y tus otras habilidades. Estos meses me enseñaron mucho y me he sentido tan bien que haré otro Erasmus el año que viene.

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