Cómo ligan los hombres polacos en la ciudad de Lodz

Como dije en mi publicación anterior, los hombres polacos tienen una forma muy molesta de ligar. Sin embargo, debo decir que probablemente se deba al hecho de que suelen hacerlo cuando están de fiesta y los altos niveles de alcohol influencian su comportamiento. Por eso, hoy os voy a contar la percepción que tuve durante el tiempo que viví allí de su forma de actuar, para que las mujeres que vayan estén preparadas.

Normalmente, los clubs se llenan de hombres polacos cuyo perfil es bastante predecible. En Lodz abunda el típico prototipo de tío duro con la cabeza rapada y las famosas arrugas del cuello en la espalda. Suelen tener la mirada profunda, una expresión dura con cara de pocos amigos y demasiado bronceados. No se porqué, pero siempre llevan pantalón de chándal, el cual se cambian ocasionalmente para ir de fiesta en un intento de ir arreglados. Sin embargo, no se molestan en quitarse la típica sudadera con capucha que les da ese toque de malotes, ni las deportivas, normalmente unas Puma que estaban de moda hace unos años. No suelen llevar abrigos muy gruesos, a no ser que la temperatura sea muy baja, y con baja me refiero a casi 0º.

En el resto de ocasiones, los verás con la típica chaqueta vaquera que no pega para nada con las temperaturas tan frías que tienen que soportar. Pero claro, uno debe mantener la imagen de chico malo todo lo físicamente posible. La mayoría son musculosos, muy musculosos. El tipo de músculo que obtienes de forma rápida con suplementos de proteínas, o para los más radicales, con anabólicos y esteroides y que te convierte en un tío inflado. En realidad, esta es la estética preferida por muchos hombres en lugar de definir el cuerpo de forma natural con ejercicio y una dieta de proteínas naturales. Es cierto que un físico demasiado delgado y del que puedes percibir todas las fibras musculares no es muy atractivo, pero de ahí a tener el que estos hombres tienen hay una gran diferencia. Personalmente, pienso que los extremos son peligrosos y estoy convencida de que muchos de ellos han llegado a tener problemas psicológicos que les hace creer que nunca están lo suficientemente fuertes.

Como iba diciendo, los métodos de ligue polacos son bastante molestos:

• Primero, el acercamiento: Imagina que estás en un club bailando tranquilamente con tus amigos y de repente ves que un chico polaco te está mirando. Creedme, os daréis cuenta cuando su mirada profunda y fría congele el aire penetrando por todos los lugares hasta que os alcance. Si eres el tipo de chica que le da igual y sigue bailando y disfrutando de la noche, se asegurarán de seguir mirándote el tiempo que sea necesario sin ningún tipo de vergüenza.
• Este proceso puede tener dos posibles resultados: Por un lado, está el típico demasiado orgulloso para dirigirse a ti, pero que no parará de mirarte y ponerse a tu lado esperando que tú hagas el primer movimiento. Y por otro lado, tenemos al que después de tres o cuatro miradas intensas se cansará e irá a hablarte.
• Ten cuidado, ahora es cuando empieza la parte complicada. Dicho individuo se te tirará encima, agarrándote de la cara y gritando palabras en polaco en tu oreja. En ese momento, ya habrás percibido la peste a vodka combinada con un fuerte olor a colonia, algunos escupitajos te habrán dado en toda la cara y por último, pero no menos asqueroso, notarás el sudor de sus manos. Entonces, es cuando después de coger aire y limpiarte como puedes, le dirás educadamente que lo sientes y que no hablas polaco, te darás la vuelta y seguirás haciendo lo que sea que estuvieras haciendo con tus amigos.
• Por alguna razón, esto último no les hará sentir que no merecen una segunda oportunidad. Allá vamos. Tú ya estás en el subidón de cuando suena tu canción preferida cuando de repente alguien te coge bruscamente de la cintura con total libertad. Esta vez no respiras una vez, sino dos, muy profundamente, porque te das cuenta de que no importa cuanto lo intentes, la fiesta ya se ha echado a perder. El tío polaco, que sufre de pérdidas de memoria a corto plazo y que se habrá olvidado de que no eres de allí, se te volverá a acercar a la cara y volverá a gritarte una segunda frase incomprehensible mientras te agarra de la cintura y te atrae hacia él. En ese momento, y habiendo sentido su sudor de nuevo, habrás alcanzado tu límite y te habrás dado cuenta de que la única forma de deshacerte de él es ser desagradable. Esto quiere decir, apartándote bruscamente mientras dices algo fácilmente entendible y directo al grano (inserta una palabra/adjetivo/gesto que te venga a la mente para cumplir estos requisitos). Si tienes suerte, se irá a por otra víctima; pero cuidado, puede que las cosas se compliquen.
• Bien, has mostrado algo de carácter para dejar claro que no quieres que te toque ni te mire, pero cuidado, hemos llegado al momento en el que el polaco se puede volver agresivo. No hay duda de que nos estamos enfrentando a alguien agresivo por naturaleza, y teniendo en cuenta que estamos en un club y hay alcohol de por medio, este carácter agresivo solo puede ir en aumento. La cuestión es que solo porque seas una mujer, no te creas que no se atreverá a empujarte o incluso pegarte. Sí, has leído bien. Básicamente, hay casos en los que aunque hayas tenido paciencia, el sujeto en cuestión responde de forma violenta, y en ese caso, mi consejo es que huyas inmediatamente a un lugar seguro como el bar o la puerta, donde los seguratas puedan intervenir. No dejes que gente así te arruine la noche, no te vayas a casa, solo espera a que se hayan ido. Y si no se van, la medida más drástica es irse a otro local.
• Habiendo hablado ya sobre el acercamiento más agresivo, vamos a hablar de otro, que trata de no hablar en absoluto. Vamos a ponernos en situación: estás de fiesta con amigos, acabas de llegar y aunque decidiste ir temprano para que el club no esté muy lleno... desgraciadamente sí lo está. Una mirada polaca te ha alcanzado a través de la sala como una flecha, seguidamente lo ves acercarse hacía ti o intentando bailar sin éxito. En España (sin ofender a los hombres polacos), en un momento así, te encuentras bailando y disfrutando de la buena música, música que, seamos honestos, no sueles escuchar en Polonia. Puede que de repente un hombre te coja de la mano, pero no te importa, porque baila bien y sabes que lo único que va a pasar es eso, bailar por bailar.

  Lo que suele pasar, es que normalmente el hombre polaco no sabe bailar. Por un lado, tenemos a los que no tienen ni idea de como bailar; como por ejemplo: el chico que se te acerca y directamente se lanza. Y por otro lado, en alguna que otra ocasión podemos encontrar parejas polacas que saben bailar. Voy a ser muy sincera y prometo que es lo que siempre he presenciado, sin excepciones. El tipo de baile de estas parejas consiste en dar la vuelta mientras el hombre sujeta la mano de una manera torpe, y de nuevo vuelve a girar a la chica hacia un lado, al otro, al medio y vuelta a empezar. Esto se aplica a cualquier género de música: rap, pop polaco, algo de música electrónica... No importa cual, encontrarán la manera de llevar a cabo este peculiar baile con cualquier ritmo. Es normal que se sorprendan cuando ven algún vídeo de salsa o bachata en Youtube, ya que el vínculo entre los bailarines es totalmente desconocido para ellos.

No quiero sonar dramática, pero es un hecho. En caso de que aún tengas dudas, te daré algunos números basados en mi experiencia: llevo viviendo aquí desde hace seis meses, alrededor de 180 días y, te aseguro que todavía no he encontrado a un hombre polaco con el que haya sentido ese "algo"(a la hora de bailar), ya sabes, esa sensación que tienes cuando bailas con alguien que no conoces, un completo extraño.

• Finalmente, quiero aclarar y apaciguar la situación diciendo que esta es mi teoría sobre los hombres polacos, pero basándome en los porcentajes hay un atisbo de esperanza de que uno y medio de cada diez (digo medio refiriéndome a alguien que no esté inflado de hormonas) sea una estupenda persona, de apariencia física normal, que vista habiendo pensado que ponerse, como una camiseta, unos pantalones negros y un par de botas; que sea fuerte, pero no del tipo que consume suplementos dietéticos; que su cara transmita positividad, una mirada clara, una bonita sonrisa blanca... digamos que la imagen de una persona normal. Este polaco se te acercará de manera educada en un intento de mantener una conversación trivial como: "¿Te gustaría tomar algo? " o "¿Quieres bailar? ". Después de eso, es cosa tuya si aceptas o no; y si prefieres estar con tus amigos, se retirará en silencio sin armar alboroto. Sin embargo, creo que si alguien se te acerca de esta forma no debes rechazarle de inmediato. Este ha sido un tema recurrente entre mis amigas y yo, ya que no siempre crees que tengan realmente buenas intenciones. Pero creo que hablar y pasártelo bien no hace daño a nadie si has dejado claro lo que quieres y lo que no desde el principio. Si no lo dejas claro, puede que te acuse de aprovecharte y que se convierta en el chico malo. Pero esto no te va a amedrentar de conocer al chico mono polaco.

Como puedes ver, las cosas se vuelven bastante complejas cuando mezclas varios ingredientes como hombres polacos, alcohol y sus habilidades de ligue. A pesar de esto, recuerda que lo que importa es que te encuentres cómoda, que hables y conozcas a la gente que te guste. Otra cosa importante que debo recordar es que aunque esta publicación sea sobre hombres polacos, hay una multitud de hombres en tu ciudad que forman parte del programa Erasmus con los que puedes pasar el rato o aprender sobre su cultura... volverte loca por el acento de ese italiano tan mono con pelo largo y esa barba de tres días, que parece casual pero tiene su ciencia; o bailar con el portugués con esos increíbles dotes de baile que sabe perfectamente como llevarte. Eso es lo que nos gusta.

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