Cómo elegir entre irse de Erasmus uno o dos semestres

El segundo semestre acaba de empezar, lo cual significa que, con mucho pesar, nos hemos tenido que despedir de todos aquellos que han vuelto a casa porque su beca Erasmus solo era de un semestre.

Para empezar, me gustaría dar algunos consejos desde la experiencia de alguna gente que conozco.

Cuando pensamos en irnos de Erasmus, una de las primeras cosas que nos vienen a la mente es cuánto tiempo nos queremos ir; si queremos pasar un curso entero lejos de casa o si solo queremos ir un semestre.

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Cuando nos toca decidir entre estas dos opciones, podemos considerar los siguientes criterios:

• Mi universidad solo me permite ir de Erasmus un semestre

  Aunque parezca extraño, es bastante común porque muchas universidades no quieren que sus alumnos se marchen más de un semestre. No estoy muy segura de por qué, pero lo único que se me ocurre es que la universidad no tiene muchos recursos a la hora de dar becas o bien que algún profesor tema que un alumno continúe su asignatura sin supervisión —lo cual le ha pasado a gente que conozco.

• No nos podemos ir de casa un año entero

  Si, al igual que yo, te vas a Polonia, no vas a tener muchos problemas. Esto es porque el coste de vida es más o menos la mitad que en España. Pero luego tienes que considerar muchos factores como el precio de los vuelos —si no se te da demasiado bien encontrar vuelos baratos, puedes acabar gastando mucho dinero. Tienes que aprovechar al máximo tu estancia para viajar a tantos sitios como puedas, hacer excursiones o incluso para hacer deporte o irte de fiesta.

  Sin embargo, si escoges un destino como París o Italia, te resultará mucho más fácil decidir cuánto tiempo quedarte, ya que estos países tienen un coste de vida superior: la comida es más cara, los alquileres son más caros y los gastos diarios también.

• No queremos pasar un año entero fuera de casa

  Cada cual tiene sus cosas —no todo el mundo quiere estar lejos de casa tanto tiempo. Esto puede ser por varias razones; por ejemplo, hay quienes nunca han pasado tiempo fuera y se sienten inseguros, o bien tienen algo que les retiene, como una pareja, pero de eso hablaré en otra publicación.

• Tenemos asignaturas importantes en nuestra universidad

  Este también es un factor muy común porque muchos Erasmus se van en su último año de carrera, el mismo año en que tenemos que redactar nuestro Trabajo de Fin de Grado o nuestra tesis. Es cierto que, si tu universidad lo permite, tus profesores están de acuerdo y tú decides marcharte, es una opción viable, aunque te dé la impresión de que tengas demasiado entre manos y siempre haya algo que lo complique. Aun así, conozco a gente en esta situación y, sí, es verdad que las cosas se complican y que no tener a tus profesores para ayudarte lo hace aún más difícil. Pero hoy en día hay muchísimas opciones para comunicarse online, como Skype, y puedes contactar con tus profesores sin problema. Además, debes recordar que tu universidad de destino te puede ayudar, a veces incluso más que la tuya propia. En caso de que sea así, aprovecha la situación y consigue tanto apoyo como puedas de tus nuevos profesores.

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Si estás en una de estas situaciones pero por motivos académicos no te puedes quedar más tiempo, debes priorizar por qué quieres ir de Erasmus. Tienes que saber cómo aceptar tu decisión lo mejor que puedas y darte cuenta de que, a fin de cuentas, vas a poder pasar cinco meses increíbles en el extranjero.

Creo que el problema es decidir marcharte solo un semestre por factores psicológicos como miedo, ansiedad o preocupaciones sin fundamento. No caigas en esa trampa.

Es normal tener miedo cuando te planteas irte al extranjero. Te guste o no, ya no tendrás todas las cosas que acostumbras a tener ni siempre te vas a sentir bienvenido. Tendrás que aprender a sobrevivir por ti mismo, apañártelas con un idioma nuevo, cocinar tú mismo y tomar infinitas decisiones sin ayuda de nadie.

Entonces, ¿cómo no vas a tener miedo?

En mi opinión, tener miedo es algo bueno. Cuando nos proponemos un desafío, nos tiene que asustar e impactar; tiene que hacer que nos sintamos pequeños, porque si no lo hace, es que no vale la pena.

A medida que pasa el tiempo, nos forzamos poco a poco a hacer cosas nuevas para superar este desafío. Un día nos damos cuenta de que hemos crecido y de que ya no nos parece tan imposible conseguir nuestros objetivos: hay esperanza.

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Y al final lo conseguimos, por supuesto, aunque haya sido un proceso difícil y complicado. Si sigues avanzando, llegarás a donde quieres y todo habrá valido la pena.

Así que no dejes que el miedo de pasar un año fuera sea un factor determinante para tomar tu decisión porque así te parezca más fácil tomarla. Yo, por ejemplo, solo me quedaré un semestre porque me da miedo que algo vaya mal y no quiera quedarme más tiempo.

Y si va bien, ¿qué? Siempre pensamos que las cosas van a ir mal, pero deberíamos plantearnos todas las cosas buenas que podrían pasar.

Digo todo esto porque he visto mucha gente que ha tenido que volver a España por las razones de las que he hablado antes. Por desgracia, también hay gente que ha vuelto a España porque decidió quedarse solo un semestre. Se mudaron al extranjero, aprovecharon la experiencia y luego se dieron cuenta de que se lo estaban pasando tan bien y disfrutando tanto que el tiempo había pasado volando y ahora ya no podían pedir alargar su estancia.

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No todo es negativo; también hay gente que optó por ir de Erasmus un semestre por miedo a que las cosas no salieran bien y se tuvieran que quedar todo el curso pero luego se dieron cuenta de lo poco que sabían y decidieron que se querían quedar más tiempo. Contactaron con su universidad y prolongaron su estancia sin problemas.

De todos modos, debes tener en cuenta que, aunque decidas irte un año entero de Erasmus, si no lo estás pasando bien por las razones que sean, nadie te va a obligar a que te quedes. Es cierto que pensamos que si tenemos problemas se van a resolver con facilidad. De hecho, lo difícil es seguir porque dará la impresión de que el Erasmus nunca se acaba.

Recuerda, no te dejes llevar por tus miedos, falsas ideas o pensamientos negativos que te hacen creer que todo va a salir mal. Es la única oportunidad que vas a tener en la vida de vivir en el extranjero en estas condiciones, aunque las becas no sean lo mejor, el resto de la experiencia vale la pena. Estás en el mejor momento para salir, viajar, conocer gente, aprender, ir de fiesta y dejarte embriagar por la magia del Erasmus.

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