Cómo combinar estudiar y revisar
La época de exámenes es la parte más temida del año para la mayoría de los estudiantes, especialmente si tienes que combinarlo con otras responsabilidades. A menudo te encuentras aun con mucha carga de tareas, fechas límite y solicitudes de prácticas por entregar. Pero los exámenes son los primeros en la escala de estrés. Son parte inevitable de la vida de estudiante, pero deberías poder canalizarlo de forma que mejore tu trabajo. Hay muchas formas de mejorar tu eficiencia al estudiar, pero algunas técnicas funcionan mejor que otras. Depende de la persona, por eso he creado una lista con numerosos consejos que podéis probar en época de exámenes.
Empieza pronto
Muy a menudo, la mayoría de la gente estudia mejor por las mañanas, ya que el cerebro está más activo y es más eficiente. Tus neuronas están más alerta, por lo que tu memoria y tu concentración son mejores. Además es menos estresante porque tienes más tiempo para cumplir con las entregas que sean para el día siguiente. Así dispones de un poco de ventaja y puedes tener las tardes libres para relajarte o para juntarte con tus amigos.
Haz descansos
Hacer descansos no es esencial solo para tu cerebro sino que también es algo con lo que puedes motivarte: así puedes trabajar muy duro hasta que te des el descanso. Hay estudios que afirman que se obtienen mejores resultados trabajando 50 minutos y tomándose un descanso de 10 minutos. Intenta evitar ver la televisión o jugar con el teléfono, ya que 10 minutos de estas actividades no relajaran tu mente y te distraerán de tu rutina de estudio. Déjalo para los descansos para comer o cenar. Date paseos o haz algo de yoga : te relajará y apartará tu mente del estudio y podrás volver a estudiar más relajado.
Cambia de localización
Los científicos han demostrado que cambiar de lugar de estudio ayuda a retener información. Así tendrás menos posibilidades de aburrirte y de cansarte de estar sentado en el mismo sitio todo el día. Por variar puedes cambiar la biblioteca por algún sitio silencioso en una cafetería, regálate a ti mismo algo de picar y un cambio de aires.
Mapas mentales
Los mapas mentales son una forma maravillosa de mantenerte interesado en lo que estudias. Hacen que tu cerebro sea partícipe y te permiten ver la imagen completa (cómo se conectan las ideas entre ellas o entre temas). También te pueden ayudar a clarificar tus ideas, a simplificar datos más difíciles, a memorizar más información y a y a liberar tu capacidad creativa.
Usa colores
Está claro que los colores son un estímulo para el cerebro. Permite que el cerebro sea más receptivo al aprendizaje y a recordar y abre nuevas áreas del mismo. La información nueva que entra en nuestro cerebro por la vista y el oído se almacena en la denominada "memoria sensorial". Pero solo podemos prestar atención a pequeñas cantidades de información. Una vez que algo ha atraído nuestra atención, pasa a la "memoria funcional". El cerebro se ve atraído y recuerda el color.
Crea tarjetas
Además de ser más divertidas de crear que copiar apuntes interminables, las tarjetas son mucho más efectivas que mirar el libro. Estudiar con tarjetas ayuda al cerebro a retener información ya que involucran el recuerdo activo. Cuando un estudiante practica con una baraja de tarjetas, su cerebro recibe una pista en la parte delantera y trata de recordar de forma activa la información de la parte posterior. Cada vez que practica este proceso, está haciendo que su cerebro se fuerce en recordar un concepto. Esto hace que el uso de tarjetas sea un sistema de memorización muy convincente.
Escucha música
Algunos estudios demuestran que escuchar música ayuda a revisar, pero solo de ciertas formas. Los auriculares no son la mejor opción, es mejor escuchar la música en el ambiente mientras estudias. Es mejor utilizar música conocida. Esto ayuda a relajar la mente y a desestresarte.
Lee en alto
Si aún no has oído acerca de efecto de producción, es un estudio que demuestra que leer en alto ayuda a la función cognitiva de la memoria. Ver algo y leerlo en alto crea un vínculo entre las funciones visual y auditoria. Obviamente no puedes hacerlo en medio de la biblioteca, ¡pero en tu habitación puedes hablar tan alto como quieras!
Estudia con amigos
Tener un compañero de estudio tiene muchas ventajas: compartir material, enseñar nuevas formas de estudio, para resolver problemas dos cabezas piensan más que una, explicación de métodos que no se comprenden, habilidades de investigación conjuntas... Recuerda no distraerte y hablar de cosas irrelevantes ni procrastinar.
Prémiate
Establece un objetivo de estudio para el día y, si lo consigues, prémiate con algo. Puede ser tu película favorita o tu comida favorita o... Puedes incluso conseguir tus dulces favoritos y premiarte cuando hayas estudiado, por ejemplo, un tema.
Cambia de tema y de asignaturas
No revises la misma asignatura todo el día. Te aburrirás tanto de ella que no querrás volver a mirártela y perderás concentración. Establece una cantidad de tiempo a dedicar a un tema y vuelve a él más tarde. Podrás ponerte a prueba para ver si puedes recordar lo que te estudiaste antes y continuar con el tema después de un descanso.
Haz un plan
Es la mejor forma de organizar tu tiempo y calcular cuanto tiempo dedicar a cada asignatura cada semana. Sé específico, en lugar de nombrar el módulo establece cuanto tienes que avanzar, por ejemplo: "aprender páginas 20 a 40". No pienses que tienes que dedicar la misma cantidad de tiempo a cada asignatura, dedica más tiempo a las que se te den peor.
Usa apps para el móvil
Ya que pasamos bastante tiempo con nuestros teléfonos, podríamos hacer que ese tiempo valiera la pena. Hay gran cantidad de aplicaciones que puedes ojear para descubrir cuál se adapta mejor a ti.
Consulta esto: website for the 12 best studying apps.
Mantén la limpieza
Mantén tu zona de estudio limpia y ordenada. No permitas que una zona de trabajo desastrosa se interponga en tu camino de acabar tu trabajo. Los apuntes arrugados, mala letra... solo te quitarán las ganas de estudiar. Espacio limpio, mente limpia. ¡Así tus niveles de estrés se mantendrán bajos y tu productividad será mucho mejor!
Dieta sana
Sobra decir que hay que comer sano. Las frutas y verduras deben ser parte de tu dieta. También comidas integrales, pescado azul, bayas, semillas y frutos secos ¡Serán tu mejor apuesta! Bebe mucha agua durante el día, te mantendrá más despierto que la cafeína. Trate de evitar picar con chocolate u otras comidas grasas, solo te darán sueño. Consejo: cena pescado la noche antes de un examen para conseguir un impulso extra para el cerebro.
Recapitula
Al final del día, vuelve a leer lo que has estudiado. Deja media hora para leer todas tus notas y esquemas. Los estudios demuestran que estudiar justo antes de dormir mejora tu capacidad de recordar información. Los científicos encontraron, además, que cuando te acuestas después de aprender algo, reduces la velocidad de deterioro de memoria (la velocidad a la que olvidas las cosas) antes de despertarte. Esto sugiere que dormir adecuadamente es una parte crítica del aprendizaje de algo nuevo y ayuda a estabilizar y retener recuerdos nuevos.
Deja notas y post-its
Dejar notas y post-its por la casa es una forma genial de recordar el material nuevo. Es simple y efectivo. Déjalas en las habitaciones por las que pases más, en las puertas, en la parte de dentro de los armarios, etc. Las habrás memorizado en nada. Asegúrate de cambiarlas pasados unos días.
Pregúntate a ti mismo
Hacerte preguntas de tus notas de revisión te forzará a recordar la respuesta. Este se considera un método desencadenante que te recuerda la respuesta. Recuerda ser lógico y buscar una palabra clave en la pregunta.
Pregunta a tus tutores
Recuerda contactar con tus tutores para cualquier duda que tengas, para eso están. No sufras en silencio. Pregúntales si tienen ejercicios de revisión o si pueden darte alguna clase de revisión. Consúltales qué puedes hacer para tener mejor nota, para seguir la guía de evaluación...
Haz ejercicio
Hacer ejercicio de forma regular durante el periodo de exámenes ayuda a oxigenar el cerebro y a liberar tensiones. Puede que pienses que no tienes tiempo, pero incluso 20 minutos de deporte cada dos días será de ayuda. El ejercicio libera endorfinas que te hacen sentir bien, reducen el estrés y te ayudarán a dormir, pero evita realizar actividad estimulante antes de acostarte, para darle tiempo a tu cerebro a descansar.
Si no te gusta el ejercicio intenso, plantéate media hora de paseo al día. Puede ser darle una vuelta al campus o ir a la compra, incluso salir de casa y que te de el aire es una ventaja.
Mantén la motivación
Hacer planes para después de exámenes te servirá como objetivo y algo que esperar cuando termines. Es vital que te mantengas positivo y motivado. Repítete que estás en la universidad por una razón y que te mereces el resultado final. Concédete el crédito de haber llegado hasta ahí, ¡No todos lo han logrado!. También puedes entrar en YouTube y busca vídeos de motivación. Aunque no sean acerca de estudiar, escuchar a alguien hablar acerca de la intensidad necesaria para cualquier pasión te motivará y te hará seguir.
Evita las redes sociales
Sal de todas las redes sociales o desactívalas si es necesario. Te harán perder mucho tiempo ¡y más aún en época de exámenes! Son la forma de procrastinación más popular. Descárgate la app "SelfControl". Esta aplicación bloquea automáticamente tus cuentas en redes sociales durante un periodo de tiempo determinado y no puedes acceder a ellas hasta que se pasa el tiempo.
Ensayos pasados
Son una de las formas más habituales de estudiar. Cuando te sientas cómodo con tus notas y revisión, pon ese conocimiento en práctica. Once años de investigación demuestran que los mejores estudiantes son aquellos que han preparado más ensayos. Esto también es un incentivo para terminar con tus notas y revisión antes. Cuanto antes termines de revisar, antes puedes pasar a estrategias de revisión de calidad como preparar ensayos atrasados.
Si aun tienes ganas de más y quieres seguir leyendo acerca de algunos métodos sobre cómo aprender a estudiar, ¡no dudes en consultar también este artículo!
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