Cómo ahorrar para y durante el viaje

Es cierto que las mejores cosas de la vida son gratis, pero de alguna manera crecí con la idea de que viajar es para los ricos. Nos lo imaginamos como que es ir a otro país donde habrá que afrontar muchos gastos sí o sí, pero eso no era ni sigue siendo más que un mito.

En lo que se refiere a viajar, estar de Erasmus y que los billetes de avión sean baratos... El mundo es tuyo. Ya no tienes excusas, es más fácil viajar ahora que nunca.

El desafío es que tienes que dejar muchos hábitos y, por supuesto, te sacarán de tu zona de confort, pero lo que compras y en lo que te gastas el dinero es lo que al final encarece los viajes y, si no lo piensas bien, se acaba volviendo una carga.

Así que aquí tienes mis consejos para ahorrar dinero que puedes probar tú mismo y puede que incluso utilizarlos no solo cuando viajes sino también en tu vida diaria.

1. Deja de salir

Este es uno de los más difíciles. Yo siempre intento buscar los eventos gratuitos que se organizan aquí y disfrutar de la gente y el ambiente en lugar de ir a por cócteles que se pueden probar en cualquier otro sitio.

2. No salgas a desayunar/almorzar/comer/cenar

Sin duda, soy un amante de la comida y, aunque los restaurantes y terrazas son demasiado tentadores, mi bolsillo me lo agradece si elijo otras opciones para comer como picnics o táperes. Los supermercados o los mercados locales están genial si quieres comer sano. Además, puedes probar a hablar con los lugareños sobre qué se puede preparar con las frutas y verduras de allí. Por no hablar de que, si te preparas sándwiches o táperes, te ahorrarás mucho tiempo de viaje que perderías esperando a que te preparen y sirvan la comida.

3. Dejar de pedir comida a domicilio

Probablemente por pereza o por falta de tiempo cojas el teléfono y busques algo rápido para pedir y que te lo traigan a casa, como una pizza. Si estás ahorrando para viajar o estás de viaje, organízate mejor y notarás la mejoría al comer más sano, más barato y mejor en casa.

4. Deja de ir al cine

Ver películas en la comodidad de tu casa siempre tendrá ventajas frente a verlas en el cine, ya que las butacas pueden resultar bastante incómodas. Por no hablar de lo absurdamente caros que son los dulces y las palomitas. Puedes comer todo eso en tu casa y por mucho menos dinero.

5. Deja de comprar ropa

Vale, es difícil resistirse a todas esas gangas en las rebajas... pero la pregunta es: ¿de verdad necesitas eso? Serás más feliz con lo estrictamente necesario, te lo digo yo. Podrás centrarte en lo que de verdad importa: ¿un vestido nuevo o dos tarjetas de museo en Berlín que te darán acceso ilimitado a más de 30 museos?

A la larga este dinero se irá acumulando y, seamos sinceros, sólo cogemos esas 5-6 blusas y esos 2 pares de vaqueros de nuestro armario. Queremos estar a la moda, pero también puedes hacerlo e ir bien vestido con un poco de imaginación. Prueba a mirar lo que ya tienes y cómo puedes combinarlo y sin duda encontrarás ropa que te quede bien.

6. Deja de fumar y de tomar café (para llevar)

Si fumas, probablemente ya sepas la gran cantidad de dinero que ahorrarías poco a poco si dejas atrás los cigarrillos. Ese pequeño ahorro se va sumando y se convierte en, por ejemplo, un gran viaje al año. Si te bebes un café y fumas cinco cigarrillos al día, esta adicción te cuesta:

1 x 1 € (o más) por café + 5 x 0, 25 € por los cigarrillos = 2, 25 € al día, es decir, 756 € al año. ¡Eso podría ser un billete de ida y vuelta a Nueva York o Tailandia!

Si de verdad te comprometes a eliminar los gastos innecesarios, te sorprenderás de lo que se disparará tu presupuesto.

7. Registra tus gastos

La mejor forma de empezar a ahorrar dinero es calculando cuánto te gastas y haciendo un seguimiento de las cosas: cada café, cada propina, cada artículo del hogar. Organiza todo por categorías o intenta sacar el total por semana y luego por mes, así tendrás una mejor perspectiva del dinero que te gastas en unas cosas más que en otras y recortas en esas.

8. Mira cómo crecen tus ahorros

No digas que, aunque renuncies a algo, simplemente te gastarás el dinero en otra cosa sin darte cuenta. Ve revisando tu progreso y, si quieres, aparta el dinero en una hucha de cerdito o en un tarro de viajes y mira cómo te acercas cada vez más a tu próximo destino.

¡Inspírate!

Al final, tus objetivos tienen que tener un gran impacto en esto si de verdad estás decidido a ahorrar. Sin duda te ayudará tener una idea clara de por dónde empezar y pensar en los viajes.

Aún así, recuerda que no se trata de decir que no a todo, sino de viajar con cabeza y tomar decisiones que de verdad importen en tus viajes. Se trata más bien de centrarse en el viaje en sí mismo, con objetivos en mente que a largo plazo son más importantes que las cosas materiales que los turistas se suelen ver tentados a comprar.

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