5 buenas razones para tener una bicicleta en Milán

En toda Italia, por lo que he visto desde que llegué aquí en septiembre, la bicicleta es un medio de transporte muy utilizado no sólo para practicar el deporte sino también para los desplazamientos diarios. Especialmente en zonas planas, como la ciudad de Milán, es frecuente ver gente de todas las edades y clases sociales yendo en bicicleta hacia su destino.

En una ciudad plana con tantos habitantes y tantos turistas, tiene mucho sentido que el uso de la bicicleta sea una opción más a la hora de elegir el método de transporte para circular dentro de la ciudad. Con la llegada de la primavera, estoy pensando seriamente en comprarme una para mí. Es una idea que he tenido desde que llegué, pero confieso que tengo cierto temor de que me la roben o que se eche a perder durante el invierno, ya que mi casero no deja poner las bicicletas en la zona común del edificio.

1 - Es una buena manera de hacer deporte;

En Erasmus es muy fácil caer en el estancamiento cuando se trata de ejercicio físico. Como Milán está tan bien conectada con el transporte público, es fácil adaptarse al metro y a los autobuses y no caminar mucho.

La bicicleta es una excelente manera de contrarrestar este estancamiento, porque permite cuadrar momentos de ejercicio físico a lo largo del día en un horario ya a menudo demasiado ocupado!

Montar en bicicleta fortalece la parte inferior del cuerpo, pero también es un gran ejercicio para aquellos que quieren mejorar su postura, pues "trabaja" los músculos de la espalda. Los gimnasios de Milán son muy caros y sólo hacen paquetes para seis meses o un año, ¡así que nada como encontrar alternativas más baratas!

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2 - Es respetuoso con el medio ambiente;

Montar en bicicleta es 100% ecológico, ya que la energía que la hace moverse es nuestra propia energía. En una ciudad como Milán, donde los niveles de contaminación son una preocupación constante, contribuir a la mejora de la calidad del aire es una muy buena idea! Debido al incremento del número de habitantes y también al uso masivo de coches que usan combustible, la ciudad siempre está alerta devido a los picos de emisiones.

Desde que estoy aquí no ha ocurrido todavía, pero a veces se desencadena un estado de alerta o de emergencia, que establece que los niveles de contaminación del aire son o pueden ser potencialmente perjudiciales para la salud. En este punto, siempre se puede usar una máscara para evitar la inhalación de los gases contaminantes.

3 - Es bastante económico;

Una bicicleta tiene un costo inicial pero luego el mantenimiento tiende a ser mucho más barato. Si miras los sitios de anuncios gratuitos más populares de Italia - Bakeca o Subito -, podrás ver varias opciones de segunda mano a precios muy económicos.

Por cerca de 50€/60€ puedes encontrar buenas opciones en los sitios que he mencionado y algunos de ellos ya vienen con candado y cesta, lo que siempre es útil. En caso de que eso no suceda, tiendas como Decathlon venden este tipo de complementos y accesorios a precios muy bajos (la última vez que fui, Decathlon tenía candados para bicicletas con una seguridad media a 10€);

El mantenimiento de la bicicleta no es muy caro y es escaso (es poco probable que tengas que hacer algún arreglo básico en 6 meses o un año). De todos modos, si eso sucede, lo mejor, según me he informado, es ir a los talleres de reparación cerca de Darsena, en Navigli. Allí los precios son mucho más baratos (cambiar una cámara de aire de neumático cuesta unos 8€) que en las tiendas tradicionales de bicicletas de la ciudad.

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4 - Es una forma de evitar el tráfico;

La hora punta es catastrófica en la ciudad. El otro día, debido a una conferencia universitaria, tuve que hacer un viaje por carretera entre Milán y una ciudad cerca de Venecia. Me llevó casi tanto tiempo "salir de la ciudad" como en la autopista.

¡Nada como una bicicleta para evitar este problema! Milán está muy por delante en lo que se refiere a los carriles bici: prácticamente en toda la ciudad hay un lugar para pasar con las bicicletas y dejarlas con seguridad.

5 - Proporciona momentos agradables;

Desde Milán se puede hacer una serie de rutas muy agradables. Hay muchos sitios web dedicados al tema, escritos por los propios ciudadanos. Algunos de los más conocidos son Darsena - Abiategrasso y Darsena - Pavia (pasando por Certosa di Pavia). Ambas son rutas a lo largo de los canales de agua y permiten a los ciclistas dar un agradable paseo, donde se pueden observar las zonas agrícolas de los suburbios de Milán. La ruta Darsena - Abiategrasso es más corta y se puede hacer en medio día, el de Darsena - Pavia ya es para ciclistas más experimentados porque es de más de 30 km y necesita un día entero para hacerse.

Abiategrasso es una excelente opción, pues permite volver en metro al estar al final de la línea verde del metro de Milán (M2). Para saber más sobre estas dos rutas, dejo un link que encontré con información útil - aquí - y en el que me baso para preparar mi ruta Abiategrasso - Darsena.

Para aquellos que no tienen su propia bicicleta, no os preocupéis, hay otras soluciones. El Ayuntamiento de Milán tiene un sistema público de alquiler de bicicletas llamado BikeMi, que permite el alquiler diario por sólo 4,50€ (o semanal por 9,00€). Sólo tienes que solicitarla y pagar a través de internet (con tarjeta de crédito) y eso es todo lo que tienes que hacer. ¡No hay excusas!

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