14 problemas que superar durante tu año en el extranjero

Verdaderos problemas

Obviamente, hay otros muchos obstáculos que vas a tener que superar durante este año pero creo que estos son los más comunes, al menos lo fueron para mi. No es que no haya muchísimas cosas buenas cuando te vas al extranjero, pero leer esas cosas es menos divertido que reirte de mi incapacidad para coger el bus correcto, ¿no crees?

1. Darte cuenta de lo que estás haciendo

De repente te golpea. Vas a estar fuera durante meses, quizás un año, y no conoces a nadie ni nada sobre el sitio donde vas. Quizás sepas hablar el idioma, sí, pero nada te prepara para ser arrojado a los leones.

2. Decir adiós

Las despedidas nunca son fáciles, especialmente cuando tu madre rompe a llorar incluso antes de que hayas metido la maleta en el coche. Puede que la mayor parte del tiempo te saquen de quicio, pero es difícil no echar de menos a tu familia. Ya sea porque de verdad disfrutas estando con ellos o porque vas a echar de menos que te hagan la colada, siempre es una despedida difícil.

3. La primera noche

Quizás seas un héroe y ya has conseguido hacer amigos a través de Facebook y otros grupos, pero es bastante probable que la mayoría de nosotros nos queramos acostar temprano y atracarte con los aperitivos que hayas conseguido encontrar. Puedo decir sin avergonzarme que la imagen de arriba representa con exactitud cómo pasé mi primera noche en Brasil, solo que con menos vino y con más zarzaparrilla. No estoy loco.

4. Tu primera conversación en el idioma

Bueno, quizás "conversación" sea un término demasiado generoso.

5. La segunda

Sí, sigues sin tener ni idea de lo que están diciendo.

6. ¿A la tercera va la vencida?

No merece la pena, me rindo.

Como he dicho, quizás ya conozcas el idioma, pero hablar con nativos, especialmente entenderlos, es mucho más difícil que el típico examen de comprensión oral. El traductor de Google o volver a escuchar el mismo audio de 5 segundos 10 veces seguidas no te va a servir de ayuda en esta ocasión. Aunque la importancia de la globalización, el cambio climático y las redes sociales son a menudo el tema de conversación en los seminarios de la universidad, cuando de verdad estás en un país extranjero, se habla menos del libre mercado, las protestas organizadas a través de Facebook y el calentamiento global, y más sobre pedir direcciones o sobre de qué quieres tu sándwich.

7. Intentando encontrar tu camino

No importa cuánto uses el 3G y Google Maps cuando vas a dar un paseo, te costará al menos un par de semanas orientarte. Probablemente nunca puedas llegar a dar direcciones a otra persona pero con el tiempo sabrás donde estás yendo aunque camines sin rumbo. Cuántas veces un paseo de 5 minutos a al supermercado terminó siendo de 25... Perderse es parte de la diversión, ¿no?

8. Domando a la fiera: el transporte público

Puede que seas el Rey del Metro en tu ciudad o domines todos los horarios del autobús, pero todo de ese gran conocimiento adquirido durante los años ahora es inútil. Estás en una nueva ciudad, con nuevas rutas de bus y un sistema de metro diferente. Averiguar hacia donde va cada línea y cuándo lo hace será uno de los mayores desafíos a los que tengas que enfrentarte. No dejes que te venza. Si necesitas bajarte del bus en siete paradas diferentes hasta que averigües cual es la más cercana a tu casa, entonces hazlo (oh sí, esto pasó).

9. Cocinar cosas nuevas

Estás abrazando una nueva cultura, explorando la ciudad, haciendo amigos, hablando el idioma. También estás probando montones de comidas nuevas, la mayoría te gustan, así que intentas hacerlas tú mismo. Entonces ocurre. No solo no tienes los mejores instrumentos de cocina a tu disposición, sino que un horno funcional es un objeto de lujo. Los microondas son objetos peligrosos y, si tanto te gusta la cocina local, no compres los ingredientes y los metas dentro durante 30 minutos esperando que funcione. Ve al restaurante donde probaste el plato por primera vez y come allí. Después de todo, comer fuera es más barato (y menos estresante) que lidiar con electrodomésticos explotando.

10. No considerar el tiempo...

Si vas a Murcia en abril, no lleves 4 abrigos diferentes...

11. O considerarlo mal

Esto está basado en mi experiencia personal. Asegúrate de investigar bien antes de marcharte... investigación exhaustiva. Fui a Brasil a principios de año y, como es Brasil, no metí en la maleta ninguna sudadera. Porque en Brasil siempre hace calor, ¿verdad? Tienen montones de playas, ¿verdad? Bueno, durante el invierno en el sur del país hace un frío que pela. Recuerdo una noche en particular que llevaba seis capas (aunque no seis jerseys como en la imagen. Como he dicho... no traje ninguno. )

12. "Lo siento, Netflix no está disponible todavía en este país"

Sí, habrá montones de cosas que hacer, montones de fiestas a las que ir, etc. Pero si piensas que vas a hacer eso todas las noches, o incluso que puedes, estás un poco loco. Por supuesto que habrá noches en las que no quieras hacer otra cosa que darte un atracón de 20 episodios de la última serie original de Netflix, hasta que te des cuenta de que no puedes. Este es uno de los shocks culturales más grandes (en serio) pero hay formas de superarlo. HMA es una gran solución, pero si no quieres pagar algo de dinero siempre puedes arriesgarte con el streaming de "voy-a-meterle-5000-virus-al-portátil" en otra página web.

13. Despedidas 2. 0

Tras meses perseverando, esforzándote para hacer amigos, finalmente encuentras un grupo de gente de todas las partes del mundo con el que congenias. Has pasado los mejores ratos con ellos y ahora todo termina. Lo que lo hace más difícil es la cruda realidad de saber que probablemente no los vuelvas a ver y empiezas a considerar si mereció la pena hacerse amigos en primer lugar. Por supuesto que lo fue, pero eso hace incluso más difícil la descorazonadora despedida.

14. Volver a tu país

Volver a tu país y volver a escuchar tu idioma en vez de *inserte aquí el idioma que hayas estado aprendiendo* puede ser una experiencia surrealista. Aunque por supuesto entenderás todo perfectamente, cambiar de nuevo a tu lengua nativa después de tanto tiempo sin usarla será mucho más raro de lo que crees. También, las cosas que hayas aprendido fuera empezarán a abrirse paso dentro de tu idioma. Como puedes imaginar, decir "ei cara, tudo bom? " cuando en realidad quieres decir "¿Todo bien, tío? " no es solo raro para el interlocutor, también te hace parecer un poco rarito.

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