Zadar: Todo lo que tienes que saber y no te dijeron
Hola chicos, estamos en Dalmacia y os voy a hablar de Zadar (región) y Zadar (ciudad grande) comparada con lo que había visto inmediatamente antes. Esta región es ideal para conocer una parte distinta de Croacia. Aquí se hallan la preciosa ciudad homónima, los fantásticos parques nacionales de Plitvice y de Paklenica, y la divina isla de Ugljan.
Resulta difícil aclarar el misterio de por qué Zadar (la antigua Zara), la ciudad principal del norte de Dalmacia, es un destino turístico ignorado. ¿Será porque tiene un casco antiguo compacto, marmóreo y peatonal que sigue el antiguo trazado urbanístico románo y atesora ruinas romanas e iglesias medievales? ¿O porque hace poco ha sido considerada la “ciudad más de moda” de Croacia por sus locales nocturnos, bares y festivales llevados por estrellas de la música internacional? ¿O quizás se deba a su animada vida callejera, sus concurridos cafés y su buena comida? O tal vez se deba a sus curiosos lugares de interés como el increíble Órgano del Mar y el Saludo al Sol, un par de maravillas visuales (y sónicas) para ver y escuchar.
Zadar es una ciudad de la costa dálmata digna de elogio. Año tras año sus ofertas culturales y lúdicas van en aumento; es más, con una de las mayores aerolíneas de bajo coste de Europa (Ryanair) aterrizando en su aeropuerto, seguro que Zadar no tardará en dejar de ser un destino poco frecuentado.
Ya en el S. IX a. C. Zadar era una región habitada por la tribu iliria de los liburnios. A finales del s. III a. C., los romanos iniciaron su larga lucha de 200 años contra los ilirios y alrededor del s. I a. C. Zadar se convirtió en una colonia romana. No era una plaza especialmente importante para los romanos, pero cuando el Imperio se dividió, Zadar pasó a ser la capital de la Dalmacia bizantina. En los siglos VI y VII los eslavos se instalaron en la ciudad y Zadar acabó cediendo a la autoridad de los reyes húngaro-croatas.
El ascenso del Imperio véneto hizo que a lo largo de los dos siglos posteriores, Zadar sufriera el incesante ataque de los venecianos, que pretendían ampliar sus influencias sobre los intereses comerciales del Adriático. Posteriormente fracasaron cuatro alzamientos populares, pero en 1202 los venecianos lograron saquear la ciudad e impulsar a sus habitantes con la ayuda de los cruzados franceses. La población de Zadar se rebeló numerosas veces pero en 1409 la ciudad acabó siendo vendida a Venecia junto con el resto de Dalmacia.
El crecimiento económico de Zadar se frenó durante el reinado véneto debido a los ataques turcos y a las frecuentes guerras veneto-turcas que dieron como resultado hundimiento de las murallas de la ciudad a el S. XVI. Con el desmoronamiento de Venecia en 1797, la ciudad se la agenciaron los austriacos quienes se trajeron a más italianos para que administraran la ciudad junto a la oligarquía aristocrática italianizada ya existente de Zadar. La influencia italiana se alargó hasta bien entrado el S. XX, por lo que Zadar quedó excluida del Reino de los serbios, croatas y eslovenos y siguió siendo una provincia italiana. Cuando Italia capituló ante los aliados en 1943, los alemanes la ocuparon dando como resultado un bombardeo aliado que destruyó prácticamente el 60% del casco antiguo. La ciudad fue reconstruida siguiendo el trazado urbano original.
La historia se volvió a repetir en noviembre de 1991, cuando los yugoslavos lanzaron un ataque con sus misiles y asediaron la ciudad durante tres meses. Los residentes de la ciudad estuvieron prácticamente confinados en sus casas con agua y comida insuficiente. Aunque en 1993 el ejército croata hiciera retroceder a la artillería serbia, la ciudad sigue mostrándose más afín a los nacionalistas y al patriotismo extremo.
No obstante, como apenas se aprecian las heridas de guerra, las estrechas calles peatonales de piedra de Zadar han recuperado toda su vida y son ideales para pasear.
Zadar se asienta sobre una península alargada (4 km de longitud y solo 500 m de anchura) que separa el puerto, al este, del canal de Zadarski, al oeste. El casco antiguo está situado en la parte noroccidental de la península y abarca el puerto y la bahía de Jazine. En el casco antiguo el viajero podrá visitar museos, iglesias y monumentos. La mayor parte de las agencias de viajes se hallan en Siroka. Los barcos de Jadrolinija están amarrados en el puerto noreste, unido a Obala Kneza Branimira por un puente peatonal que cruza la bahía de Jazine. Si se continúa en dirección noroeste se llega al puerto deportivo y a Borik, situado a 3 km del casco antiguo. Las estaciones de trenes y autobuses están a 15 minutos a pie del puerto y del casco antiguo, hacia el sureste. Desde las estaciones de trenes y autobuses, tanto Kralja Dmitra Zvonimira como Zrinsko Frankopanska llevan al casco antiguo.
Yo para ver, destacaría... Las murallas puesto que brindan una buena aproximación histórica de Zadar. Se puede empezar el paseo por las murallas orientales que quedan cerca del puente peatonal, los únicos vestigios de las antiguas fortificaciones romanas y medievales tempranas (gran parte de las murallas se levantaron durante el reinado veneciano). Cerca hay cuatro antiguas puertas a la ciudad: al noroeste está la puerta de San Roque, y luego la puerta del puerto. Esta última se construyó en 1573 y aún presenta el león veneciano y parte de un arco de triunfo romano, y cuenta con una inscripción conmemorativa de la batalla de Lepanto de 1571 en la que los austríacos asestaron el golpe de gracia a la armada turca. En el sureste se halla la puerta de la ciudad, la más elaborada de todas y construida en 1543 durante la administración véneta. Entre sus elementos renacentistas se encuentra por ejemplo el león veneciano.
La “plaza de los Cinco Pozos”, detrás de la iglesia de San Simón, fue construida en el año 1574 en el emplazamiento de una antigua iglesia que albergaba una cisterna con cinco pozos que abastecían con agua a Zadar en 1838. Su hermana más pequeña, Trg Tri Bunars (plaza de los tres pozos), se halla justo al otro lado de la ciudad, donde está el excelente Arsent. Este almacén remodelado estuvo muchos años en estado de abandono antes de ser transformado en un centro cultural donde encontraréis un bar, un restaurante, varias tiendas (de música, comida, vinos), una oficina de turismo y un escenario en el que se programa teatro, música en directo y todo tipo de espectáculos. Junto a la plaza está el bar y club Garden, que ha convertido este zona en un mini epicentro cultural.
Luego podemos pasar por la Iglesia de San Simon. Esta iglesia fue construida durante los siglos XVI y XVII en el terreno sobre el que se alzaba una antigua iglesia. El sarcófago de San Simón es una obra maestra de orfebrería medieval. Fue encargado en 1377 y el ataúd está elaborado con madera de cedro y recubierto con elaboradísimos relieves de plata chapada en oro por dentro y por fuera. Los relieves de la parte central muestran la presentación de Jesús en el Templo, una copia del fresco de Giotto que se encuentra en la Capella del Varena de Padua, Italia. Otros relieves representan escenas de vidas de santos y la visita a Zadar del rey Ludovico. En la tapa aparece un san Simón que yace.
El centro de la vida pública de Zadar era el Narodni Trg. En el lado oeste de la plaza se alza dominante la atalaya de la ciudad, una construcción del Renacimiento tardío que data de 1562. La torre del reloj se erigió en 1798, durante la administración austríaca. Los edictos públicos y las sentencias se leían en la logia, situada al otro lado de la plaza y hoy hay exposiciones.
También tenemos el Museo Arqueológico. Este museo estaba cerrado por reformas cuando se visitó por última vez. Atesora fragmentos de cerámica que se remontan al Neolítico; espadas de bronce, joyas y cerámica de la época liburnia; una maqueta de la Zadar romana; y estatuas de los emperadores Tiberio y Augusto.
También el Museo de Arte Eclesiástico que es otro excepcional museo, ubicado en el monasterio benedictino que hay delante de la iglesia de San Donato, presenta una excelente muestra de reliquias y pinturas religiosas. En la primera sala, además de las piezas de orfebrería, cabe destacar una pintura de la Virgen del S. XVI, quien cobra especial protagonismo también en la segunda sala, sobre todo en la escultura de mármol y en el lienzo de Paolo Veneziani.
IGLESIA DE SAN CRISÓGONO
Os quedaréis asombrados con la Iglesia de San Crisógono. Esta preciosa iglesia antiguamente formaba parte de un monasterio benedictino el cual fue destruido por las bombas aliadas en 1944. Cuenta con un altar barroco construido en 1701 y con frescos bizantinos en el muro norte y en el ábside septentrional, el problema es que están mal conservados.
Tenemos el Museo Nacional y Galería de arte que está en el monasterio benedictino de la iglesia de San Krzevar. Es un excelente depósito histórico. Presenta maquetas a escala de Zadar de diferente períodos, y antiguas pinturas y grabados con muchas ciudades costeras. Con la entrada también se puede acceder a la local Galeru de Arte que programa exposiciones temporales de artistas locales.
La iglesia y monasterio franciscanos es el templo gótico más antiguo de Dalmacia. Fue consagrada en 1280 y el interior presenta numerosos elementos renacentistas, como la hermosa capilla de San Antonio que atesora un crucifijo de madera del S. XV. En la sacristía se halla una lápida que conmemora una efeméride en la historia de Zadar: el acuerdo de 1358 mediante el que Venecia renunció a los derechos sobre Dalmacia en favor del rey húngaro-croata Ludovico. Merece la pena ver el gran crucifijo románico pintado que se encuentra en la cámara de los tesoros, detrás de la sacristía. El monasterio se llama San Donato en honor al santo.
Por dios. Por Alá. Por Yavhe o Buda. El increíble (y único en el mundo) Órgano del Mar (Morske Orgulje) es VISITA OBLIGADA. Fue diseñado por el arquitecto local Nikola Basic, y merece ser uno de los lugares de interés más memorables de Croacia. El interior de estas escaleras de piedra que descienden al mar está horadado con un sistema de tubos y silbatos que emiten suspiros melancólicos cuando el movimiento del oleaje hace que el aire salga por sus orificios. El efecto es totalmente único e hipnótico y la ’música” alcanza su máxima potencia cuando pasa una embarcación o un ferry. Desde las escaleras del paseo marítimo uno puede zambullirse en el mar y escuchar a flote el sonido del Órgano del Mar.
Para ir de la península del casco antiguo a tierra firme no hay nada como cruzar en una pequeña embarcación de madera y de paso experimentar una ancestral tradición de Zadar, los barkarioli. El transporte de personas en pequeñas embarcaciones de madera entre los dos puertos de Zadar es una tradición con 850 años de antigüedad que ha perdido fuerza desde la construcción del puente peatonal, pero los barqueros, obarkariolital y como se les conoce localmente, no tiran la toalla tan fácilmente. Y tampoco tienen que hacerlo: sigue siendo el medio de transporte favorito de los lugareños. Es un trayecto corto (unos 80 m en solo unos minutos) y económico, y le gana la partida al contaminante autobús. Pero más que cualquier cosa, es una experiencia romántica.
Hay una zona de baño con trampolines, un pequeño parque y un café en el paseo marítimo de Kralja Dmitra Zvonimira, con pinos y zonas ajardinadas a los lados. Caminando por este paseo se llega hasta la playa de delante del Hotel Kolovare; luego, el camino continúa paralelo a la costa 1 km más.
Cualquier agencia de viajes de la ciudad facilita información sobre las travesías turísticas a la bahía de Telaáéica y a las hermosas islas Kornati, viajes en que se incluye la comida y la posibilidad de darse un baño en el mar o en un lago salado. La experiencia no tiene desperdicio pues es la única forma de ver el archipiélago formado por 101 islas, islotes y acantilados deshabitados y áridos.
Desde Zadar también se puede hacer una excursión al Parque Nacional de Paklenica, al de Krka o al de los Lagos de Plitvice.
De julio a mediados de agosto es una buena época para ir a Zadar. El festival de teatro Zadar Dreams se apodera de los parques y plazas de la ciudad con representaciones teatrales novedosas entre el 7 y el 14 de agosto.
Desde 2006 se viene celebrando el The Garden Festival en la cercana Petrcane, y se está convirtiendo en uno de los festivales de música y baile más apreciados en Croacia. Según su página web, se centra “más en la calidad que en los nombres de relumbrón” y se celebra en el local nocturno Barbarella, donde uno puede bailar, darse un baño, tomar el sol o sentarse a la sombra de un pino al compás de una música machacona. Del 4 al 6 de julio.
Hay que intentar coincidir con el Festival de la Luna Llena de agosto. Los muelles se iluminan con antorchas y velas, hay puestos con exquisiteces locales y embarcaciones que hacen las veces de mercados de pescado flotantes. Es algo digno de ver.
Entre otros eventos destacan las Veladas Musicales (julio) de la iglesia de San Donato y el Festival Coral (octubre).
Aunque en la ciudad hay una pequeña pensión y varias casas que alquilan habitaciones, la mayoría de los visitantes se instala en la zona turística de Borik, a la que se llega con el autobús que va a Puntamika (cada 40 min desde la estación de autobuses). Allí hay hoteles, un hostal y una zona de acampanada.
Las agencias de viajes facilitan el alojamiento en casas particulares.
Entre los más económicos:
El Zaton que es un enorme complejo de acampada en una playa de arena que queda 16 km al noroeste de Zadar en Nin, con capacidad para 5000 personas. El paisaje no es especialmente bonito (el terreno es plano y sin interés) pero las instalaciones son de primera; además, se alquilan apartamentos y casas móviles. Hay ocho autobuses diarios con el letrero “Zaton” que salen de la estación de autobuses (menos en fin de semana) y le dejan a uno en la aldea de Zaton, a 1 km del camping aproximadamente.
El Albergue juvenil de Zadar. Ideal para mochileros, con habitaciones sencillas pero limpias. Algunas cuentan con suelo de madera que cruje de forma entrañable. Muchas se reformaron en 2006 y son bastante modernas. El personal es simpático y políglota y la playa de Borik está a solo unos minutos a pie. Hay acceso a Internet.
Un poco más caro tenemos el Venera Guest House. También conocida como la Jovié Guest House, esta es la única opción del centro. Habitaciones minúsculas pero con armarios desproporcionados. Las puertas no están numeradas pero todas las habitaciones tienen baño, las camas están bien y el ambiente es bastante tranquilo. El precio no incluye el desayuno. Quien no pueda ponerse en contacto con Gojko, el propietario, podrá hacer la reserva a través de Aquarius Travel Agency.
El Villa Hresc que es la opción de precio medio más bonita de Zadar ocupa un alegre edificio color salmón situado en la bahía. Tiene elegantes habitaciones que están pintadas en colores pastel, las camas son lujosos paraísos para el sueño, y la piscina brinda bonitas vistas del casco antiguo. Las suites ofrecen una excelente relación calidad-precio, algunas tienen unas terrazas inmensas. Además, está a un tiro de piedra de los restaurantes, los lugares de interés y la vida nocturna de Zadar.
Y como pijada: el Garden Wing Adriana donde todas las habitaciones de esta mansión decimonónica cuentan con muy buen gusto, que antiguamente era conocida como Hotel Adriana Select y están calificadas como suites júnior y cumplen con su promesa de lujo. Se trata de un lugar extremadamente relajante en Borik, con muebles blancos, detalles en junco de Indias, velas aromáticas e infinidad de tratamientos de spa. Hay una piscina, cuatro pistas de tenis y una preciosa playa al final del esplendoroso jardín. El personal es simpático y discreto.
Para comer, dios, me harté aquí. Os expongo donde lo hice. En primer lugar el Zalogajnica Ljepotica que es el establecimiento más económico de la ciudad prepara de tres a cuatro platos al día a precios de fábula en un marco que encajaría a la perfección en una película de Kaurismáki (es decir, un rudimentario, triste y único comedor con un camarero/chef panzudo quien, con una cara somnolienta, lleva los platos humeantes a las mesas). La comida es fabulosa y casera, y los platos suelen ser risotto a la tinta de calamar, pasta con tomate y marisco, más algún plato de carne.
La Trattoria Canzona es una fantástica y pequeña trattoria en el casco antiguo, con manteles a cuadros rojos y blancos, camareros simpáticos e infinidad de lugareños que se mueren por saber cuáles son los platos del día. No tiene desperdicio lapasticada (ternera estofada con vino y especias), que se sirve con jugosos ñoquis y acompañada con una crujiente ensalada verde.
La Ova Ribara es un antiguo “comedor de pescadores” se ha convertido por arte de magia en un espacio minimalista de moda. Sin embargo, el “Dos pescadores” aún conserva una carta propia de casa de comidas de las de antes. Las pizzas al horno de leña (muy apreciadas por los lugareños) y las carnes dominan la carta, aunque hay algunos platos de pasta y de pescado. Además, cuenta con una aceptable carta de vinos.
El Niko que es una institución de Zadar es muy apreciada por su pescado fresco (a la parrilla y rociado con un suave y aromático aceite de oliva), por la larga carta de vinos y por sus platos de pasta y marisco. Tiene una gran terraza con vistas al resplandeciente Adriático. Niko se halla en Puntamika, en la península de Borik.
Y por último el Kornat que es sin lugar a dudas este es el mejor restaurante de Zadar. Aunque sea elegante y a la última, con suelos de madera y muebles modernos, y cuente con un servicio impecable, su verdadero reclamo es la comida. Sirven el suave rape istrio a las trufas, un cremoso risotto de calamar y salmón, y pescado fresco que se prepara con ingredientes sencillos para aprovechar al máximo su sabor. El vino de la casa, Babic, tampoco tiene desperdicio, conviene dejarse un huequecito para el postre (hay que probar el pastel de queso, pistachos y caramelo).
Fuera de los restaurantes se puede decir sin miedo que el mercado de Zadar es uno de los mejores de Croacia. Quienes dispongan de cocina en su alojamiento tendrán suerte porque podrán abastecerse con productos frescos de temporada a precios económicos. En primavera y principios de verano, las paradas muestran unos fabulosos manojos de espárragos silvestres, mientras en verano exhiben unas jugosas sandías, pepinos y tomates rebosantes. También hay montañas derúcula y las vendedoras se prestan al regateo. Además también se encontrará queso de Pag, y en el mercado de pescado se verán las capturas del día y muchas delicias más. Aunque el viajero no vaya a comprar nada, la visita perdurará como un delicioso recuerdo.
Para tomar algo también hay muchos locales en Zadar, desde los cafés con terraza hasta los bares de moda, y casi todos se llenan en verano. Que nadie se olvide de probar el licor local de cerezas, el maraschino.
El Arsenal que era un renovado almacén ahora acoge un magnífico centro cultural, con un gran bar-lounge/restaurante/sala de conciertos en el centro que cuenta con un pequeño escenario para música en directo y espectáculos varios. El espacio central está rodeado de tiendas con un trajín diurno de gente y el bar se llena todas las noches de gente joven. También es un lugar fabuloso para desayunar.
El Caffé Bar Lovre es un precioso, pequeño y céntrico café con una enorme terraza en Narodni Trg (que se mezcla con las terrazas de los cafés vecinos) cuenta con el aliciente de atesorar los restos de la iglesia de San Lovre, del s. xii, en la parte de atrás. Se puede entrar y dar un vistazo, antes o después del café. Es un lugar fabuloso para desayunar cruasanes y pastelitos o para descansar de tantas visitas.
Para salir en Zadar he de deciros que muchos jóvenes croatas consideran que Zadar es “un lugar que mola mucho” porque cuenta con opciones noctámbulas que no hay en ningún otro sitio: sobre todo porque tiene el Garden. Es propiedad del productor Nick Colgan de UB40 y el batería James Brown, quienes también lo gestionan. Fueron a Zadar y les gustó tanto que decidieron comprar este tradicional jardín cercado, instalar un sistema de sonido de primera e invitar a sus amigos DJ para que animen la vida nocturna de la ciudad. También han abierto el Barbarella´s, el hermano más apartado del Garden, y el más bullicioso. De día el ambiente es tranquilo, con juegos de mesa y gente estirada en las tumbonas al fresco, pero por la noche la fiesta no se acaba. No hay que perdérselo.
Y como decía el Barbarella's que fue inaugurado en mayo de 2008, es un proyecto más ambicioso y más espacioso para los dueños del Garden ya que sirve de marco para el The Garden Festival del mes de julio y de una programación noctámbula estival en la playa que dura todo el verano. Básicamente consiste en una estructura retro de la década de 1970 que ha sido cuidadosamente remodelada y equipada con un buen sistema de sonido, barras en la playa e infinidad de espacio para desfasarse sin estrecheces. Las entradas para la fiesta en el barco Argonout del festival se agotan en un momento. Hay además un hotel adjunto por si alguien quiere quedarse unos días.
¿QUÉ ES ESTE 'MARASCHINO'?
Como el nombre está por todas partes en Zadar y no hay forma de no percatarse de su preciosa destilería (un importante emblema de la ciudad), el viajero queda disculpado si se hace esta pregunta. El maraschino es un deliciosa bebida que los lugareños siempre intentarán hacer probar al visitante.
La historia del maraschino empezó con el nacimiento de la cereza àcida de Dalmacia (también conocida como maraska) traída, hace años, desde las zonas circundantes al mar Caspio. Al parecer la maraska es más dulce, más carnosa y más nutritiva que cualquier otra cereza y le sentó de maravilla crecer junto al Adriático. En un principio se utilizaba como licor medicinal y la embotellaban los frailes dominicos en el s. xvi, pero pronto se puso de moda como bebida habitual y se comercializó durante los dos siguientes siglos.
Pero la verdadera revolución ocurrió, con el hundimiento de la República de Venecia. Zara (Zadar) se convirtió en la capital de Dalmacia, y los austríacos, quienes asumieron el poder, se trajeron a cónsules y representantes de toda Europa. El representante consular de Cerdeña, Girolamo Luxardo, llegó a Zadar y, acompañado de su mujer, probaron el licor de maraska por primera vez. Extasiada por su sabor, la consorte de Luxardo decidió intentar perfeccionarlo, y su receta tuvo tanto éxito que la pareja estableció la primera destilería Luxardo en 1821: el famoso edificio Maraschino. La tercera generación de los Luxardo construyó una moderna destilería, y el edificio antiguo original, que queda enfrente del casco antiguo, quedó relegado para espacio de oficinas.
Durante la época de la antigua Yugoslavia, la fabricación de maraschino se nacionalizó, y el único miembro superviviente de la familia Luxardo trasladó su negocioa Veneto, en Italia. Hoy en día, el maraschino vuelve a estar en manos privadas y da trabajo a mucha gente. Pese al duro golpe que sufrió la producción durante la reciente guerra, ahora vuelve a haber miles de cerezos en flor en Zemunik, cerca del aeropuerto de Zadar, y el maraschino sabe mejor que nunca.
Un abrazo, gente.
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