La peor hamburguesa y buffet americano
El restaurante americano Yours Sports Bar está en pleno centro de Wiesbaden, justo en la Plaza del Mercado, detrás de la iglesia roja.
Desde fuera puede parecer un sitio pequeño, pero una vez arriba os llegaréis la sorpresa del día.
Es un restaurante de sólo una planta pero que está en la segunda planta. Al subir, hay que esperar hasta que algún camarero o camarera venga a atenderos.
El sitio es enorme y está ambientado y decorado al puro estilo americano.
Hay muchos sitios para sentarse. Hay algunos espacios que están "reservados" para parejas y otros para grupos pequeños o grandes. En todas las paredes del establecimiento hay colgadas un montón de fotos de deportes y deportistas, y un montón de televisiones con diferentes canales de deportes en las que se puede ver baloncesto, fútbol americano, fútbol, golf, tenis, etc; vamos lo típico de un bar de deportes.
La primera vez que fui fue con mis compañeros de trabajo.
Por estábamos todo el equipo completo y por eso decidimos salir todo el equipo francés, que es con los que yo trabajaba.
Elegimos el Yours porque una de las chicas ya había ido antes y nos dijo que estaba bastante bien.
Después de sentarnos en un sitio bastante cómodo nos pusimos a leer la carta. Ese día había una oferta que consistía en que te regalaban cualquier bebida si pedías una hamburguesa por unos 8 euros creo recordar.
Nos llevó bastante tiempo decidir lo que íbamos a comer porque había bastante variedad de hamburguesas, pero finalmente casi todos acabaron pidiendo la misma menos yo que opté por una hamburguesa de pavo.
En general odio las hamburguesas porque no me fío mucho de la carne picada, a saber lo que pueden haberle metido. Pero en ese momento la hamburguesa era una de las pocas opciones a elegir o casi la única, el resto era algo más caro y parecía más como un plato de restaurante de esos que necesitas tenedor y cuchillo y tardan más de veinte minutos en servirtelo.
La mayoría de las hamburguesas eran de carne y dos de pollo y solamente una de pavo. Nunca antes había probado una hamburguesa de pavo, y como normalmente me gusta el pavo pues decidí arriesgarme. Gran error.
Empezaron trayéndonos las bebidas. Casi todos habíamos optado por una cerveza, menos alguna que se pidió un coctel y un refresco.
Después procedieron a servirnos las hamburguesas. Vinieron casi de golpe todas las que habíamos pedido menos la mía. No sé por qué pero se confundieron con el pedido y acabaron trayendo otra hamburguesa de carne. Aun así la camarera me preguntó si no me importaba cambiarla y comerme la que me había traído, y yo la verdad que me quedé flipando. ¿Desde cuándo los camareros hacen eso?
Me pareció bastante poco profesional su pregunta y la verdad que me ofendió un poco, pero intenté mantener la compostura y le dije de la mejor forma posible que no, que yo había pedida una hamburguesa de pavo y que si no había eso no quería nada.
La chica no se ofendió (más le valía) y se fue a la cocina a cambiar el pedido.
Les dije a mis compañeros que empezaran a comer o si no se les enfriaría la comida, pero aun así ellos insistieron en esperar.
Tras casi quince minutos de espera por fin trajeron mi hamburguesa, y como os dije antes, fue un gran error pedir la hamburguesa de pavo.
Mirando el plato desde lejos tenía muy buena pinta, pero después de abrir el pan para ver la carne me llevé la sorpresa.
Yo me esperaba que sería en plan pues las típicas hamburguesas que vienen en plan con la forma ya hecha (que explicación más genial, lo sé). Pero no, la que me trajeron tenía dentro del pan carne rallada.
Sí sí, habéis leído bien. Parecía como si hubieran rallado la carne en un rallador de queso y la hubieran hervido en el agua, y después haberla puesto en un bol de mantequilla para que quedara un poco compacta y luego meterla en el pan.
No me lo podía creer ¿qué clase de hamburguesa era esa? Era una monstruosidad. Se me había quitado el apetito totalmente.
Tras quedarme inspeccionando la hamburguesa que me habían dado y pensando qué clase de bodrio era eso, me digné en probarla.
En pocas palabras: asqueroso.
Estaba sosa y la textura era como gelatinosa. La peor hamburguesa que he probado en mi vida.
Y no sólo eso, sino que además esa hamburguesa no llevaba lechuga ni tomate, solamente kétchup y queso. Se supone que las hamburguesas son de carne, lechuga y tomate, y ya luego si quieres le añades el queso, kétchup, mostaza y/o mayonesa ¿no? ¿O es que yo soy rarita y demasiado exigente?
No lo sé, pero me decepcionó muchísimo. Aun así me la acabé comiendo porque si no lo hacía la acabarían tirando y eso para mi es pecado. La comida no se tira.
Menos mal que además de la hamburguesa había una generosa ración de patatas fritas, que estaban bastante buenas, con un par de salsitas al lado.
Pero en fin, no recomiendo en absoluto la hamburguesa de pavo del Yours.
Sin embargo, mis compañeros me dijeron que sus hamburguesas estaban bastante buenas, jugosas y sabrosas y en su punto, así que quizás, si decidís ir a este restaurante, sea mejor pedir la hamburguesa de carne de ternera o de pollo.
Ese mismo día, mientras esperábamos nuestra comida, había encima de la mesa unos folletos con publicidad del restaurante.
Ofrecían un buffet los fines de semana por las mañanas, desde las 11h00 hasta las 13h00, de comida típica americana para el brunch.
Como os expliqué en una de mis entradas, Pancakes de plátano, el brunch es ese momento en el que juntas el desayuno con la hora de comer porque te has despertado tarde y no sabes si desayunar o comer.
En cuanto vi el folleto me lo metí en el bolso y decidí que iría con mi amiga americana que vendría la semana siguiente.
El precio era bastante bueno, menos de 10 euros creo recordar, así que tenía pensado invitarla y así no tendría que cocinar un sábado por la mañana.
En fin, para terminar con la historia de mi primera vez en el Yours, únicamente decir que me llevé una desilusión pero que de todas formas pensaba volver a ir únicamente por probar el brunch americano.
Total que después de comer pagamos la cuenta, que por suerte se puede pagar con tarjeta de crédito (algunos sitios solo te dejan pagar con efectivo o con tarjeta Mestro), y después cada uno tiró pa su casa.
Respecto a la siguiente vez que fui, también fue una decepción.
El día empezó bastante bien. Nos despertamos con ganas de ir al buffet y por eso no nos costó levantarnos, y decidimos ir justo a las 11h00 para así comer hasta que cerraran.
Eso lo solemos hacer siempre, y es que si vas a ir a un buffet, mejor ir desde que abren hasta que cierran y así llenarse bien la barriga, que un buffet no se come todos los días.
Después de llegar al Yours y sentarnos cerca de la mesa donde estaban los platos para servirnos procedimos a dejar nuestras cosas en las sillas y nos fuimos a echarle un ojo a lo que había.
Había una gran variedad, creo recordar que había prácticamente todo lo que normalmente un americano suele desayunar:
- Tortitas o pancakes (como no) con una jarra de sirope de arce a un lado, cachos de mantequilla, y salsa de arándanos.
- Bacon frito
- Tostadas francesas (ya os enseñaré cómo hacerlas en otra entrada).
- Rodajas de tomate natural con mozzarella.
- Salchichas.
- Huevos revueltos con mantequilla.
- Lonchas de pavo y jamón ahumado.
- Pan tostado.
- Tarta de queso.
- Piezas de fruta como naranja, plátano, sandía, uvas, macedonia, etc.
Y un par de cosas más que no consigo recordar, pero vamos, todo era puro colesterol en las venas.
Desde fuera todo tenía muy buena pinta, pero ya luego al comerlo no tanto.
Cuando me dispuse a rellenar mi plato me puse un poco de todo para así no llenarme sin haber probado todo, y luego a comer.
Los pancakes me parecieron un poco secas y sosas, pero luego al añadirle el sirope de arce y la salsa de arándanos el sabor mejoró.
Los huevos revueltos no tenían nada especial, eran simplemente unos huevos revueltos, como el mismo nombre indica.
Las tostadas francesas sí que no me gustaron para nada. Estaban muy muy secas y habían espolvoreado azúcar glas encima.
Vamos a ver, eso es un plus que la gente añade si quiere, por lo que no deberían habérselo echado a todas las tostadas; deberían haber puesto el azúcar en un bol a parte y quien quisiera añadir el azúcar a sus tostadas que lo haga, pero que no me obliguen a comérmelo así.
Y ya nada que decir de las carnes. Todas estaban demasiado fritas y muy muy grasientas, y cuando digo muy dos veces significado demasiado. A cada bocado podía sentir como mis venas se llenaban de colesterol.
Pero en fin, ese día hice un poco la vista gorda sobre mi salud y comí de todo. Y esa fue una mala decisión.
Después de haberme llenado de comida empecé a sentirme un poco mareada. En un principio pensé que era porque había comido demasiado, pero luego, en menos de 10 minutos empecé a tener fiebre y a tener dolor de cabeza.
Mi amiga y yo nos fuimos corriendo a casa, o eso intentamos, porque yo a cada pocos pasos tenía que parar a recuperar el aliento porque me costaba mucho caminar y la cabeza me daba vueltas, y además el estómago me dolía muchísimo.
Cuando por fin llegamos a casa, casi media hora después de haber salido del restaurante (normalmente tardo 15 minutos desde mi casa hasta la iglesia roja) me abalancé sobre mis pastillas y me tomé un par para al menos bajar la fiebre.
Y bueno, después de ese día estuve de baja 10 días con corticoides y antibióticos por una infección :)
Moraleja: si no te gusta algo no te lo comas, por mucho que tenga buena pinta.
Ahora en serio, me puse muy mala y tuve que ir al médico tres veces porque la medicación no funcionaba y no había manera de bajar la fiebre.
Estuve con casi 40ºC de fiebre durante los primeros 3 días, y el resto de días no bajaba de 38ºC. Un infierno y una agonía.
Desde entonces decidí no volver a ir nunca jamás al Yours.
Y es una pena porque tiene bastante fama en la ciudad, tanto en Wiesbaden como en Frankfurt, y la gente con la que salía normalmente solía ir, pero después de la malísima experiencia que tuve comiendo ahí no quise volver a arriesgarme.
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