Vilna es el centro para explorar Europa

¡Hola!

Me llamo David Moses y soy de dos bonitas islas de La India llamadas Andamán y Nicobar.

Esta entrada trata sobre mis sentimientos, experiencias e historias, así como mis estudios y mis viajes por Europa. Me encantaría que te unieras a este viaje en el que explorar culturas, gastronomías, historia y mitología.

Como nací en una isla, crecí rodeado de impresionantes lugares como una buena playa en la que relajarse, bosques en los que hacer senderismo o explorar, carreteras solitarias en las que conducir y parques en los que tomar aire fresco. Así, ya desde mi infancia, estaba deseando ir a sitios nuevos para explorarlos en su totalidad.

Desarrollé este hábito debido a mi padre, un hombre de negocios que ha visitado casi todos los lugares de La India. Durante todas las vacaciones de verano, planeábamos ver diferentes estados del país, viajábamos y explorábamos. Como cada parte de mi país tiene culturas, comidas y lenguas totalmente diferentes, comencé de este modo mis experiencias como viajero.

Lituania

Después, para estudiar a un nivel superior, elegí Europa como mi destino y, además, en Lituania. Creo que elegí bien, ya que, además de estudios de calidad a buen precio y un alojamiento barato en comparación con países de la parte oeste de Europa, tiene montones de sitios históricos en el casco antiguo de la capital del país (Vilna).

• La catedral y su plaza.
• El Castillo Gediminas.
• El campus de la universidad.
• La calle Pilies, caracterizada por varios monumentos históricos y arquitectónicos del siglo XVII al XVIII.
• La zona gótica de Vilna, en la que se encuentran la Iglesia de Santa Ana y laIglesia de Santa Francisco y San Bernardo (la Iglesia de los Bernardinos).
• La plaza del antiguo ayuntamiento.
• La Puerta de la Aurora, en la que se encuentra una maravillosa imagen de la Virgen María.
• La espectacular iglesia barroca, llamada la Iglesia de San Pedro y San Pablo.

Puedes disfrutar de la ciudad con comida tradicional como Cepelinai, el plato típico más famoso de Lituania, el pan oscuro de centeno, la salchicha ahumada y el recargado pastel en forma de árbol (šakotis).

Sin embargo, Vilna no es la única ciudad de Lituania. De hecho, Kaunas es la segunda ciudad más grande de este país y fue, de hecho, la capital hasta la Segunda Guerra Mundial.

En Kaunas puedes visitar la Ciudad Vieja, en el que se encuentra la Iglesia de San Jorge, diversas ruinas del castillo, un seminario teológico, la plaza del ayuntamiento, la iglesia jesuita, la catedral, la Iglesia de Vytautas y la Casa Perkunas. Visita también el Museo de Arte Ciurlionis.

Un día de la primavera de 2016, planeamos ir a Trakai; de hecho, diría que casi fue un viaje no planeado. El clima en Lituania es inestable (suena raro, ¿verdad?, pero es así). Si planeas un viaje teniendo en cuenta el clima, la mayor parte del tiempo te lo pasarás lidiando con un tiempo bastante triste; casi nunca estará de tu parte.

Mis amigos y visitamos el Castillo Insular de Trakai, construido hace quince siglos, donde había una exposición sobre los yacimientos prehistóricos y artísticos encontrados en el siglo XVII, cómo vivían los grandes duques de Lituania y los caraítas, traídos a Lituania desde Crimea. Después, dimos una vuelta en barco alrededor del castillo para verlo en su totalidad. Luego, comimos en un restaurante con una fascinante vista al castillo. Comimos Kibinai y Šaltibarščiai, los platos típicos más famosos de la gastronomía caraíta.

Después de pasar un año en Lituania, mi buen amigo Andrew y yo decidimos ver y disfrutar nuevos lugares de Europa durante las vacaciones de verano. Sin embargo, teníamos limitaciones económicas; algunas veces nos olvidábamos de que éramos estudiantes y nuestros padres proveían por nosotros. Decidimos visitar todos los países del sudeste europeo próximos al Espacio de Schengen.

Polonia

Planeamos un viaje muy barato y zstrong>reservamos los billetes de autobús y los hostales. Todavía recuerdo vívidamente el primer viaje que hice con mi amigo. Hace un año ya desde que nos fuimos a Varsovia, Polonia, para empezar nuestro tour y disfrutar de nuestras vacaciones. Planeamos este viaje durante dos semanas: reservamos los hoteles y compramos la comida, la bebida y cosas muy necesarias para nuestro viaje, como una linterna, un kit de primeros auxilios, etc. Finalmente, salimos un viernes a las 6 de la mañana hacia Varsovia y llegamos a las 6 de la mañana del día siguiente. Tan pronto como llegamos a la estación de autobuses, comenzamos a buscar el camino al centro de la ciudad para refrescarnos y cambiar nuestro dinero. Antes de empezar el viaje, buscamos en Google y descubrimos que había un descuento en el transporte público para estudiantes. En definitiva, conseguimos llegar a la ciudad.

Caminar por la Ciudad Vieja, especialmente por la Plaza del Castillo, es una experiencia fascinante, ya que la mayor parte de lo que ves es nuevo, aunque parezca auténtico. Gran parte de la ciudad se demolió durante la Segunda Guerra Mundial, lo que hizo que se tratase de una visita de ensueño. No nos interesa mucho la historia, así que no quisimos ver el museo y perder el tiempo. Además, hay un edificio que destaca en el horizonte aquí en Varsovia: el Palacio de la Cultura y la Ciencia. Está muy cerca de la estación de tren central y la parte nueva de la ciudad. Sobre las 11:30 de la mañana, estábamos ya hambrientos, así que fuimos a una tienda turca de kebabs cerca del mencionado palacio. Guardo un buen recuerdo de la persona del local, ya que fue de gran ayuda y muy amable. A poco camino de la Plaza del Castillo, encontrarás el Palacio Presidencial, un elegante edificio de estilo clásico que fue reconstruido y demolido varias veces una vez que formó parte de la propiedad de diversas familias aristócratas.

Después de comernos unos kebabs, recobramos fuerzas y comenzamos nuestro camino hacia el Parque Lazienki, el parque más grande Varsovia cuyo nombre significa "baños", ya que en el pasado hubo un pabellón para baños en el mismo lugar. El parque también forma parte de la Ruta Real, que antiguamente fue una ruta de comunicación del sur hasta la Ciudad Vieja durante la época en la que enviar mensajes urgentes a través del correo ordinario era la única opción. Pasamos mucho tiempo en este parque, ya que es impresionante. De hecho, no querrás salir de él. No obstante, tuvimos que coger un autobús hacia Cracovia sobre las 5 de la tarde, así que volvimos a la estación y lo cogimos.

Sobre las 11:30 de la noche, llegamos a la estación de Cracovia, pero teníamos un poco de miedo porque era muy tarde y no sabíamos nada sobre el estado de esta. Con esta sensación, tuvimos que encontrar nuestro anfitrión de Couchsurfing. Sí, no reservamos un hostal en Cracovia; optamos por probar Couchsurfing. Yo no solo diría que fue la mejor experiencia posible, sino que, además, nuestro anfitrión iraní y su novia cracoviana fueron muy amigables y, en general, increíbles. Nunca sentimos que estuviéramos fuera de casa o de viaje.

A la mañana siguiente, caminamos hacia el casco histórico. La gente siempre elegía la ciudad de Cracovia como la favorita, así que, teniendo en cuenta esto, me preguntaba cómo sería todo en persona. No obstante, hay mucho más en Polonia que Cracovia. De hecho, el país requiere más tiempo para poder experimentar toda su diversidad. Sin embargo, tengo que admitirlo: me enamoré de Cracovia. La ciudad es una visita obligada de cualquier itinerario por Polonia y, si tuviera que hacer una lista con las mejores ciudades de Europa, Cracovia formaría parte de esta.

Explorar la ciudad a pie es mi manera favorita de familiarizarme con la ciudad. Cracovia no es muy diferente; es una ciudad en la que es fácil manejarse caminando a todos sitios. Una de las cosas que vi durante mis paseos fue Rynek Główny. Este es un punto de partida lógico, ya que está en el centro de Cracovia y es enorme; de hecho, es la plaza medieval más grande de Europa. En esta perspectiva, además, podemos ver la Basílica de Santa María. Y aquí viene algo curioso: en la mayoría de ciudades europeas, la Iglesia establecería los límites de la plaza principal. No obstante, ¡al otro lado del edificio (llamado Sukiennice, La Lonja de los Paños en español), se encuentra la otra mitad de la plaza! Además, merece la pena visitar Sukiennice debido a su museo. Si quieres alejarte de la principal zona turística, cruza el río para ir al frío distrito de Kazimierz. Me dirigí a esta zona para ver Plac Bohaterów Getta , traducido como la PLaza de los Héroes del Gueto, que encontrarás en la fotografía de abajo a la derecha. Durante la Segunda Guerra Mundial, se forzó a los judíos a abandonar Kazimierz para ir al gueto de Podgórze que se encontraba en esta zona. Esta plaza también es el lugar en la que se reunió a los judíos y se les envió a los campos de concentración.

Viendo esto, se nos hizo de noche, así que decidimos volver al piso de nuestro anfitrión; ellos prepararon todo y cenamos juntos. Yo, además, cociné comida india para ellos; en total, éramos 15 personas cenando juntas. Tuvimos charlas muy interesantes debido a la variedad de las personas procedentes de diversos países.

No obstante, las buenas experiencias durante un viaje no tienen por qué ser extremadamente divertidas. Durante nuestro segundo día en Cracovia, fuimos a Auschwitz. No disfrutas precisamente de caminar por los pasillos y los restos llenos de maleza del campo de concentración, pero sin duda crea una impresión duradera en tu memoria. El horror todavía resuena entre sus paredes; los muebles con aún montones de cepillos de dientes, latas de Zyklon B y cabello humano aún dan escalofríos.

La República Checa

Al día siguiente, nos fuimos a Praga, en la República Checa. A Praga se le conoce como "la ciudad de las cien torres". Cuando eches un vistazo sobre horizonte milenario, tendrás la recompensa de incontables y espléndidas vistas de sus iglesias maravillosamente abovedadas y elevadas torres antiguas que se combinan para hacer de Praga una de las joyas arquitectónicas de Europa. Cada vez que mires, verás que diversos y buenos ejemplares de estilos como el gótico, barroco, renacentista, así como Art Nouveau, llenan la ciudad y ofrecen un fuerte contraste con el Castillo de Praga, construido en la Edad Media.

En Praga, tuvimos más malas experiencias que buenas, pero se deben mencionar de igual modo junto con lo positivo, ya que significa que estás yendo en la buena dirección, pues era nuestro primer tour por un país extranjero. Por ejemplo, perdimos nuestra cámara en el casco histórico y olvidamos reservar el autobús para ir a Bratislava; eso sí, reservamos el hostal pero estaba muy lejos de la ciudad.

De todos modos, descansamos todo el día, nos levantamos al día siguiente y fuimos al casco histórico para olvidar nuestra mala experiencia y disfrutar otra vez del viaje. Empezamos con el Castillo de Praga, en cuyo interior se encuentran varios de los lugares turísticos más famosos de Praga, incluyendo la Catedral de San Vito, la Basílica de San Jorge, la Torre del Polvo, el Antiguo Palacio Real y el Callejón de Oro.

Después, fuimos a uno de los antiguos puentes más reconocidos de Europa, el magnífico Puente Carlos (Karlův Most), el cual reúne 32 puntos de interés únicos a lo largo de sus 520 metros de longitud. Además, el Clementinum (Klementinum), uno de las mayores colecciones de edificios históricos de Europa, alberga la Biblioteca Nacional de la República Checa. Asimismo, el centro histórico de Praga, la Ciudad Vieja (Staré Město), es el lugar en el que encontrarás la espléndida Plaza de la Ciudad Vieja, uno de los mejores sitios por los que empezar a explorar la ciudad.

El barrio judío de Praga estaba situado en un principio en el distrito del castillo, pero alrededor de 1200, se extendió hasta la zona de Josefov y se le consideró durante siglos un suburbio. Por otro lado, lo más destacado de la Ciudad Nueva de Praga (Nové Město), una zona que se extendió fuera de la ciudad debido a su crecimiento, es la increíble Plaza de Wenceslao (Václavské náměstí), que alberga el Museo Nacional, además de numerosos tesoros arquitectónicos.

Eslovaquia

Seguidamente, nos dirigimos a Bratislava, en Eslovaquia. Llegamos a este viaje exhaustos; habíamos hecho uso de casi toda nuestra energía puesto que teníamos que ir andando a todos sitios y apenas teníamos tiempo para descansar. Nos animamos como es lo normal durante los viajes y, aunque ya no sería tan fácil, nuestros recuerdos iban a ser buenos de todos modos.

Ya en Bratislava, decidimos ir de camping cerca de la orilla del río, aunque no sin problemas, pues estaba lloviendo un poco y, además, hacía mucho viento. No pensamos en estas posibilidades cuando estábamos planeando el viaje, pero nos las arreglamos para pasar la noche bien.

Bratislava es una ciudad con precios económicos, divertida y accesible durante todo el día. Lo nuevo sustenta a lo antiguo en esta ciudad tan vibrante, en la que edificios del siglo XVIII llenan las calles del casco histórico mientras que la arquitectura soviética no se encuentra muy lejos. Nosotros empezamos nuestro tour desde el casco histórico original del siglo XVIII en el que solo es posible caminar. Allí encontramos el antiguo ayuntamiento, donde se encuentra el Museo de la Ciudad de Bratislava, la Puerta de San Miguel, perteneciente a las antiguas fortificaciones medievales, así como muchos restaurantes y bares por la acera. Otra importante atracción es el Palacio Grassalkovich, donde reside el presidente de Eslovaquia. Y si, además, te apetece volver a la naturaleza, diversos caminos para hacer senderismo rodean los Pequeños Cárpatos cerca de la ciudad.

También es una ciudad con montones de estatuas divertidas; las encontrarás por todos sitios. Además, dado que nunca sabes qué puede haber, si vas, por favor, ve con cautela o te perderás muchas cosas.

Hungría

Finalmente, llegamos a nuestro último destino, Hungría, en Budapest. El primer vistazo debería ser siempre el mejor y Budapest lo demostró. Una vez que nos bajamos del autobús en la terminal del autobús internacional, vimos que se parecía a un aeropuerto. Fue increíble y, además, encontramos el lugar donde habíamos reservado el hostal: estaba en el centro.

A Budapest se le conoce afectuosamente como "el París del Este". Se sitúa en una bonita región a lo largo del Río Danubio y es una de las ciudad más pintorescas de Europa. Aunque fue un viaje largo, mereció la pena debido a su riqueza reconocida como Patrimonio de la Humanidad según la UNESC0. Allí encontrarás arquitectura impresionante con estilos desde el gótico al neoclásico y el Art Noveau. Además, tendrás la oportunidad de sumergirte en los famosos manantiales terapéuticos de la ciudad.

Los mejores sitios turísticos son la Colina del Castillo, incluida en la lista de los Patrimonios de la Humanidad y donde se sitúa el Castillo de Buda; el Bastión de los Pescadores, creado a finales del siglo XIX, la Iglesia de San Matías, los magníficos edificios del Parlamento, la Plaza de los Héroes y el Parque de la Ciudad, donde se encuentra una impresionante serie de museos, así como el Castillo Vajdahunyad. Podrías pasarte días aquí explorando todas las joyas culturales.

Asimismo, vimos muchos de los puntos de referencia más importantes de la ciudad. El Castillo Vajdahunyad, los edificios del Parlamento, la Plaza de los Héroes y el Teatro de la Ópera son solo algunos. Además, la vida nocturna en Budapest es increíble: puedes comprar cualquier cosa más barata que en otros países. Lo principal, además, es su cultura gastronómica, de la cual el Gulyás fue mi plato favorito.

Terminamos el tour muy felices, lo que es lo único que no puedo explicar e, incluso si lo explicara, no lo entenderíais. Por muy cansados que estuviéramos, no dejamos de disfrutar y caminar.

Al día siguiente, por la tarde, volvimos a Vilna.

Este fue mi inolvidable viaje con mi amigo.

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