EXperiencia en Vilanova I La Geltrù, España por Emanuele

¿Por qué elegiste ir a Villanueva y Geltrú, España?

En realidad como asistente Comenius me asignaron a una escuela en un pueblo llamado Cubelles, pero decidí buscar alojamiento en Villanueva y Geltrú, que está a sólo 5 kilómetros de distancia. Debo decir que fue la decisión correcta: Villanueva y Geltrú es un pueblo pequeño (entre 60 000 y 70 000 habitantes) pero cuenta con todos los servicios que necesito.

Fuente

¿Recomendarías la ciudad y la Universidad de Villanueva y Geltrú a otros estudiantes?

Sin duda, recomendaría Villanueva y Geltrú a otros estudiantes, ya que tiene un clima realmente bueno (normalmente bastante suave en invierno y no excesivamente caluroso en verano) y te permite disfrutar de la costa. El pueblo es bastante tranquilo pero te llevará menos de una hora llegar a Barcelona, Tarragona y otros lugares realmente interesantes como Sitges, Port Aventura y Villafranca del Panadés. Por otro lado, al ser el pueblo bastante pequeño, se puede ir andando a cualquier lugar del pueblo sin tener que pagar transporte público.

Fuente

En cuanto a la universidad (pertenezco a la UPC, Universidad Pública de Cataluña), no he tratado directamente con ella, pero por lo que sé parece bastante bien organizada. Mientras asistía a una conferencia con mis estudiantes, tuve la oportunidad de visitarla y parecía un ambiente bastante agradable, con amplias clases, buenas instalaciones y espacios adecuados para que los estudiantes estudiaran, comieran o se relajaran.

¿Qué tal es la comida?

A pesar de estar acostumbrada a los altos estándares de la cocina italiana, encuentro la comida española muy apasionante. La cocina local ofrece una gran variedad de especialidades, que van desde diferentes tipos de embutidos hasta el xatò, una salsa especial, por no mencionar todos los deliciosos platos de pescado que suelen encontrarse en un centro turístico. Junto con ellos, por supuesto, se pueden probar las recetas clásicas de la tradición española: la paella, las tapas y varios tipos de tortilla. Por último, hay que decir unas palabras sobre los vinos: Villanueva y Geltrú se encuentra a tan solo 20 kilómetros de Villafranca del Panadés, el centro de la comarca del Penedés, famosa por sus viñedos y bodegas donde se produce una versión española del noble chapán, llamada cava.

Fuente

¿Qué tal el idioma? ¿Fuiste a algún curso en la universidad?

Debo admitir que me preocupaba bastante no hablar ni entender catalán antes de irme. De hecho, descubrí que la mayoría de las veces basta con saber hablar español para hacerse entender, ya que los catalanes se han mostrado muy amables y dispuestos a hablarte en español también (¡pero recuerda que tienes que llamarlo "castellano" en lugar de español!). En cualquier caso, el Instituto de la Lengua Catalana ofrece cursos de catalán gratuitos (en Vilanova i la Geltrú, la información se encuentra en SC del Garraf i de Vilanova i la Geltrú (938115773) Rasa del Miquelet, 16).

¿Cuál es la forma más económica de llegar a Villanueva y Geltrú desde tu ciudad?

Es muy fácil llegar desde el aeropuerto de Barcelona, El Prat. Un tren de los ferrocarriles, que se llama Rodalies de Catalunya, sale cada 30 minutos de la Terminal 2 del aeropuerto (si aterrizas en la Terminal 1 no te preocupes: hay un servicio de transporte gratuito, más concretamente un autobús verde, que te llevará de la T1 a la T2). Una vez en el tren, en dirección a Barcelona, deberás bajar en El Prat de Llobregat. Como Villanueva y Geltrú se encuentra en dirección contraria, tendrás que ir al andén contrario y esperar un tren de Rodalies (línea R2) con destino a Villanueva o San Vicens de Calders. Solo tardarás 30 minutos en llegar. El viaje es realmente barato, ya que cuesta unos 4 euros llegar a la ciudad desde el aeropuerto.

¿Y para comer? ¿Puedes recomendar algunos restaurantes buenos?

A decir verdad, hasta ahora he vivido principalmente de mi propia cocina (¡por eso he logrado bajar de peso!). De todas formas, las pocas veces que he salido a comer siempre me he quedado satisfecho.

En Villanueva y Geltrú, un buen lugar para ir a probar diferentes tipos de tapas es Giraldillo, no muy lejos del centro de la ciudad. Encontrarás una gran variedad de opciones a un precio muy razonable, pero mi consejo es que pruebes algunos platos (como el Todoterreno o el 3P) que combinan algunos de ellos. Como el lugar suele estar muy lleno, te aconsejo que reserves una mesa o que vayas un poco antes de la hora habitual de las comidas en España. Otro restaurante que vale la pena probar en Vilanova es Tastets, un pequeño y acogedor restaurante a pocos minutos de la plaza principal. A pesar de ser conocido por sus platos (el xató y el rabo de toro son solo algunos ejemplos), también ofrece una gran variedad de tapas.

Si por casualidad paras en Cubelles, podrás disfrutar de una comida en el Hostal del Foix, un buen restaurante situado en la carretera que va a Vilanova (y Barcelona). Tendrás la oportunidad de elegir entre una gran variedad de platos, pero te aconsejo que pruebes al menos una de las deliciosas sopas de pescado. Una buena alternativa para aquellos que les gusta comer al aire libre es el restaurante Cubelles 2003, que aunque ofrece una oferta más limitada de platos, puede presumir de unas espectaculares vistas al mar, al estar situado a pocos metros de la playa.

¿Y como visita cultural?

A pesar de ser una ciudad bastante antigua (sus orígenes se remontan, al parecer, al siglo XI), en realidad no hay mucho que ver desde el punto de vista histórico. Como complemento, la ciudad tiene un par de museos muy interesantes. Para los amantes de los trenes, una visita al Museu del Ferrocarril (Museo del Ferrocarril) será una agradable manera de pasar un par de horas. A pocos metros de ella (y de la estación de ferrocarril) se encuentra el Museu Balaguer, que alberga una amplia colección de pinturas de artistas catalanes locales de todas las épocas. Además, hay una sección especial dedicada a objetos y curiosidades de todo el mundo (especialmente de Egipto); pero la verdadera joya del museo es la sala que alberga cuadros pertenecientes a la colección del Museo del Prado de Madrid, entre los que se encuentran algunos de El Greco, Rubens y Goya.