¿Cómo es vivir en Verona?

A primera vista me hizo recordar Florencia, pero al poco tiempo las diferencias se hicieron notar. Hay monumentos grandiosos en todas partes. Por ejemplo, puedes ir por la calle y, de repente, ver un edificio romano del siglo I.

Algo que me encanta, es la forma en que los italianos protegen su patrimonio y cultura. En las zonas históricas y sus alrededores, no se ven grafitis y la limpieza en las calles es un tema serio; HASTA hay reglas impuestas sobre el depósito de residuos.

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• ¡Verona tiene todo! Un río bellísimo, puentes inmensos, una mezcla enorme de culturas y restaurantes fantásticos.

Al ser una ciudad al norte del país, se espera sentir mucho frío, sin embargo, como me dicen, los Alpes parecen servir de barrera; por lo que el clima es bastante ameno hasta en invierno. Por la mañana, es conveniente usar ropa caliente, de preferencia una chamarra y una bufanda, para que por la tarde, puedas quitártela, ya que casi siempre, las condiciones climáticas se alteran.

• Las personas hablan de forma apasionada y, así como el catalán y el castellano, tienen su propio dialecto, diferente al italiano. A veces, parece que discuten contigo, sin embargo, están siendo ellos mismo y quieren darte su punto de vista.

El tránsito es caótico , prepárate para vivir emociones fuertes si la mayor parte del tiempo te mueves en bicicleta así como yo. Aunque probablemente hasta en autobús pasarás por lo mismo. En mi caso, algo que hice le pareció gracioso al conductor y dejó el volante mientras el autobús avanzaba. Fueron segundos aterradores.

• Los perros, son animales muy amados en Italia. Nunca había visto que trataran tan bien a los perros como aquí. Hay tiendas inmensas para vestirlos, alimentarlos, cuidarlos... y ni una vez vi a un perro sin dueño. Todos tienen correa y saben cómo comportarse en la calle para agradarles a los humanos.

Entiendo que para un europeo nórdico, por ejemplo, es extraña la alegría y el entusiasmo de los italianos, pero hasta ellos parecen adaptarse fácil y rápidamente.

¿Y cómo no hacerlo?

Es un estilo de vida intenso, que le da valor a todos los momentos, como si se tratasen de los últimos