Torre de la catedral

Sitio emblemático de Utrecht

La torre de la catedral es el lugar más emblemático de la ciudad holandesa de Utrecht. Es un monumento con muchísima historia sobre el que corren un montón de rumores y protagonista de varias leyendas urbanas. Además es un punto de encuentro estupendo, ya que se ve desde cualquier punto del centro y es el edificio más alto de la ciudad.

La torre ha sido muy importante para mí durante mi estancia en Utrecht, era un punto de referencia crucial para orientarme por la ciudad durante las primeras semanas. También he pasado mucho tiempo a los pies de la torre, tomándome una cerveza en algún bar de alrededor o simplemente cuando le enseñaba la ciudad a algún amigo.

Dentro de la torre

Subir a la torre es una de las actividades de la ciudad que más me gustan. Puedes hacer una visita guiada por el interior de la torre en la que te enseñarán todo sobre su pasado y presente por solo 10 € o 7 € si eres estudiante. Te enseñarán las campanas que hay dentro (que no son ni pocas ni pequeñas) y cómo funcionan. ¡Incluso podrás jugar con una versión en miniatura de las campanas de la cima y tocar alguna cancioncita!

Además, como no podía ser menos te llevarán a lo alto de la torre para que puedas disfrutar de unas vistas impresionantes de la ciudad y más allá. Si el cielo está despejado, incluso se puede ver Ámsterdam. ¡Te advierto de que no hay ascensor! Tendrás que mover el culo y subir unos 500 escalones hasta lo alto.

Un edificio musical

Las campanas de la torre tocan una melodía programada cada hora, pero eso no es lo curioso. A vece algún músico toca también el piano o el órgano, con lo que se celebran conciertos para toda la ciudad en fechas y eventos señalados. Por ejemplo, cuando murió Michael Jackson, al día siguiente tocaron su música en la torre.

Historia

La torre tiene una historia muy interesante. En la época álgida del catolicismo en los Países Bajos se empezó a construir la catedral empezando por la parte trasera de la iglesia. Sin embargo, antes de terminar la parte más importante del edificio se decidió que se haría la torre primero. Un par de siglos después, la parte trasera y la torre estaban terminados, pero quedaba poco presupuesto y el resto del edificio se terminó con prisas y sin los refuerzos adecuados.

La construcción se mantuvo en pie durante años hasta que una tormenta sacudió la ciudad, los fuertes vientos arrasando las calles y finalmente uniéndose en una sola calle que llevaba directamente a la parte más nueva de la iglesia. Por desgracia, aunque no fue de extrañar, la zona central se derrumbó.

Las ruinas se dejaron allí durante mucho tiempo, y como resultó ser un escondite no muy frecuentado, se volvió un punto de encuentro popular entre los homosexuales de la ciudad hasta que la iglesia se enteró y comenzó a perseguirlos. Ahora hay un monumento allí que pone que los Países Bajos es un país con la mente abierta que acepta a todos tal y como son.

Se retiraron las ruinas y se construyó una plaza en su lugar, dejando un gran espacio abierto entre la iglesia y la torre que solían estar unidas.