Centro histórico de Utrecht

Durante mi Erasmus en Maastricht, como he dicho varias veces en otras publicaciones, traté de sacar el mayor tiempo posible para viajar, y en particular para explorar Holanda.

Ya había estado en Ámsterdam, Róterdam y La Haya, las tres ciudades más importantes y populares del país, pero sabía que había muchas otras que habría visto con mucho gusto. Además, durante el curso del Erasmus, me di cuenta de que tenía mucho tiempo libre, incluso lo suficiente para visitar ciudades aparentemente menores.

Una de ellas era Utrecht, que se encuentra aproximadamente a una hora y media en tren desde Maastricht y a poco más de treinta minutos de la capital holandesa de Ámsterdam.

Decidí ir un domingo a finales de noviembre, junto con dos amigos italianos que había conocido en la casa de huéspedes (encontrad más información sobre la casa de huéspedes en la sección de lugares y en el blog sobre Erasmus en Maastricht). Fue un día realmente malo desde el punto de vista climático: hacía frío, el viento soplaba muy fuerte y estaba lloviendo. En resumen, un típico día holandés de finales de noviembre. Si bien, afortunadamente, ahora estábamos perfectamente acostumbrados a ese clima, y ​​ni el frío ni el viento ni la lluvia nos molestaron lo más mínimo. Ya ni siquiera necesitábamos paraguas, también porque con ese viento nos habríamos mojado de todas formas.

Utrecht

Todo el centro histórico medieval de Utrecht se desarrolla alrededor de la torre de la catedral, que es visible desde todos los rincones de la ciudad.

Es ideal para visitarlo durante uno o dos días, ya que el centro es muy pequeño y se puede recorrer y explorar fácilmente a pie.

La arquitectura de estilo flamenco y la presencia de canales que cruzan todo el centro histórico hacen que Utrecht parezca como una especie de "versión en miniatura de Ámsterdam", pero mucho más tranquila y habitable. Caminando por sus calles se ven inmediatamente afectadas por la gran cantidad de tiendas particulares, cafeterías y restaurantes, y toda la atmósfera que se respira es muy íntima y agradable. Además, el antiguo canal Oudergracht está flanqueado por una miríada de magníficos edificios de estilo flamenco, con grandes ventanas y flores sobre los alféizares.

Además, hay muchos monumentos y museos interesantes para visitar, como el museo Speelklok, en la que se exponen instrumentos musicales automáticos que funcionan perfectamente o el Museo Central, que exhibe una riquísima colección de arte que abarca desde la moda hasta el diseño.

Visto el poquísimo tiempo que teníamos a nuestra disposición, nos limitamos a hacer una visita en el Domtoren, o sea la torre de la catedral. En el interior es posible subir una escalera muy empinada de 465 escalones para llegar a las dos terrazas (un lugar a 70 metros de alturas, y la otra a 90 metros), desde los cuales se disfruta de una vista impresionante de toda la ciudad.

En el centro de Utrecht también hay graciosos mercadillos cada semana. Está el mercado de las flores, donde puedes comprar flores frescas, semillas y bulbos, y el mercado de alimentos de Vredenburg, donde puedes abastecerte de pescado, frutas, verduras o quesos.

También aconsejo hacer una parada en el característico Café Olivier, una pintoresca cervecería ubicada en una antigua iglesia desconsagrada. Obviamente, puede faltar un halago a las cervezas holandesas y belgas, en este ambiente que era una especie de término medio extraño entre lo sagrado y lo extremadamente profano.

Después de la cerveza, cuando estaba oscuro, decidimos volver a Maastricht.

Pero, en realidad, no muy lejos de Utrecht hay muchos otros destinos que vale la pena visitar. Entre ellos, uno que lamentaba mucho no poder ver es el parque de Keukenhof, que se encuentra a unos 45 minutos en tren desde Utrecht.

Es el parque de flores de bulbo más grande del mundo, cubierto de tulipanes todos los años desde marzo hasta mayo, que ofrece un espectáculo único y maravilloso.

Dentro de poco volveré a ir a Holanda de nuevo para hacer el máster, y estoy segura de que esta vez no me perderé una visita.