Recetas tunecinas saladas y azucaradas

Durante nuestra vida de estudiantes Erasmus en un país diferente al nuestro, lo que es un descubrimiento seguro es la gastronomía local, que representa una nueva experiencia excepcional. Sin embargo, de vez en cuando gusta volver a la gastronomía más típica de nuestro país de origen. Fue por eso, que un domingo cualquiera, sugerimos realizar nuestras formidables recetas tunecinas hechas en casa. Resultado: como primer plato hemos realizado un plato tunecino especialmente salado, “tabouna”; y a continuación otros dos postres que normalmente se sirven durante los grandes eventos. Por supuesto, como en todas partes del mundo, existen numerosas formas de realizar esta receta de salada, sin embargo, en la nuestra aportamos ciertas características únicas que la hacen estrictamente tunecina. Es un plato delicioso, preparado de una manera bastante especial, que representa un plato original principalmente del sur de Túnez, donde podemos encontrar muchos ingredientes con sabores deliciosos.

Realizar esta receta en compañía, nos ha permitido redescubrir los sentimientos tan inmensos y sorprendentes del “contacto con la tierra y cultura propia”, así como una explosión de sabores. Además, nosotros compartíamos el piso con buenos amigos, cuya oportunidad gastronómica les permitió descubrir y aprender nuevas recetas que nunca habían conocido, lo que podrán posteriormente compartir con sus familias o prepararlas para ellos mismos.

Receta salada: Tabouna

Para preparar esta obra maestra, debemos proceder como se explica a continuación:

Ingredientes para la preparación de la masa:

• 500 gramos de harina.
• Una pequeña cuchara de sal.
• Un sobre pequeño de levadura química.
• Un pequeño vaso de aceite de oliva.
• Un pequeño vaso de agua templada.

Mezclamos todos los ingredientes en un mismo recipiente. Tradicionalmente, esta mezcla se hace a mano, hasta obtener una masa de tamaño mediano que dejamos reposar a temperatura ambiente.

Ingredientes para preparar la mezcla

que deseemos agregar en el interior de la masa que hemos dejado fermentando (opcionales, la mezcla es al gusto del consumidor):

• El jarrete de cordero que es triturado por un aparato específico.
• Una cucharada sopera de sal.
• Una cucharada de pimenta roja.
• Dos cucharadas de cilantro.
• El ajo.
• El orégano.
• El pimiento verde.

Esta es la mezcla que le dará el sabor tan característico al plato. Como la mayoría de platos tunecinos, añadimos una buena cantidad de especias que contribuye a la intensidad del sabor.

La etapa siguiente consiste en integrar la mezcla especiada y masa que hemos dejado reposando previamente.

Fraccionamos la pasta final, cortándola en pequeños cuadrados que después depositaremos en los recipientes de cocina realizadas a base de arcilla que han sido preparados de manera especial para este plato tradicional.

Estas pequeñas porciones cuadrados se meten al horno para darles aproximadamente 20 minutos de cocción.

Y finamente servimos estos cuadrados preparados con todo el cariño, con una bebida refrescante.

Primera receta azucarada: Makrout

A continuación, pasamos a lo más esperado: las recetas azucaradas, a los postres. La segunda receta de hoy se trata de un postre en forma de rombo, que tradicionalmente se sirve en grandes eventos como banquetes de boda, fiestas de compromiso o incluso en las fiestas tradicionales de algunas ciudades tunecinas. Los Makrout son muy conocidos en la ciudad de Kerouan, constituyendo el principal postre tradicional de la ciudad. Hasta el punto que existen numerosas boutiques que se los ofrecen como delicatesen a sus clientes.

Ingredientes para la preparación de la masa:

• 1 kilo de sémola de maíz.
• 200 gramos de harina.
• Una cucharada de sal.
• Un vaso de aceite de oliva caliente.

Mezclamos todos estos ingredientes manualmente hasta tener una masa contundente, que dejaremos reposando durante una hora.

Ingredientes para preparar el relleno:

• 500 gramos de dátiles: antes de añadirlos a la mezcla los limpiaremos bajo el agua y les quitamos las pepitas del interior para tener solamente el fruto. Como curiosidad, hay que saber que los dátiles del sur de Túnez son de muy buena calidad y son famosos por ello, ¡son incluso exportados en Europa!).
• Una cucharada sopera de aceite de oliva.
• Un poco de canela.

Metemos la preparación al interior de la trituradora para moler bien hasta obtener un polvillo más fino.

Tras este proceso, mezclaremos la masa manualmente hasta la formación de largos rollos que posteriormente debemos fraccionar con las manos hasta obtener aproximadamente 5 cm de espesor.

Un último paso para constituir los rombos finales rellenos de dátiles:

Cogemos la pasta a base de sémola y la mezclamos muy bien con aceite de oliva hasta obtener la forma de una baguette de pan. En este momento metemos los dátiles al interior de esta pasta de sémola y mezclamos ambas manualmente.

Una vez finalizado el paso anterior, aplastamos con un rodillo de madera hasta obtener la forma deseada para la confección de los Makrout.

Por último, tras dar la forma deseada a cada trozo de pasta, tenemos dos formas de hacerlo: meterlos al horno para cocinarlos durante 20 minutos o hacerlos fritos en aceite de oliva.

Ingredientes y preparación para la cobertura de azúcar:

• Dos vasos de azúcar.
• Un vaso de agua.
• Zuño de limón

Mezclamos en una olla el agua, el azúcar y el limón a fuego medio hasta obtener una mezcla líquida ligeramente hervida.

Para finalizar, cubrimos las diferentes porciones en forma de rombo con este líquido azucarado para darle ese sabor dulce tan característico.

Opcionalmente antes de servirlos, podemos decorarlos con algunos gramos de sésamo o incluso con una mezcla de frutos secos como nueces o pistachos.

Solo queda dejarlos enfriar, a servir y ¡a disfrutar!

Segunda receta azucarada: Assida

La tercera receta que os presento hoy es una crema especial que es bastante común en la mayoría de los países árabes para festejar el día del nacimiento del profeta Mohamed, fecha que corresponde exactamente para los cristianos, con la fiesta de navidad que se celebra en Europa.

La receta está compuesta por diferentes etapas que requieren una preparación concreta:

Preparación de la primera crema:

Ingredientes

• 500 gramos de nuez.
• Un buen chorro de aceite.
• 200 gramos de azúcar.
• Un vaso de leche concentrada azucarada.
• Dos litros de leche.
• 250 gramos de harina.
• Dos vasos de agua.

En primer lugar, preparamos las nueces. Debemos comprar las nueces de la mejor calidad posible. Las esparcimos en una bandeja y las metemos al horno hasta que obtengan un color rojizo. Después, las metemos en una trituradora con un poquito de aceite hasta que nos quede una masa blandita.

Una vez obtenida la pasta, añadimos los 200 gramos de azúcar y el vaso de leche concentrada.

Después de haber mezclado bien, continuamos añadiendo el resto de los ingredientes: la leche, la harina previamente mezclada con el agua. A veces la mezcla de harina y agua puede formar pequeñas bolitas o burbujas que debemos quitar muy rápidamente para que quede lo más uniforme posible.

Una vez todos los ingredientes están añadidos, ponemos la mezcla a fuego suave cerca de 45 minutos. Hay que prestar mucha atención y remover constantemente para que la mezcla no se nos quede pegada en el recipiente. Cuando comience a hervir, la crema está lista para servir en los boles que vayamos a utilizar después para servir el postre.

Ingredientes y preparación para la segunda crema blanca:

• Cuatro huevos (solo las yemas).
• Un par de cucharadas de harina de azúcar.
• Un litro de leche.
• Dos cucharadas soperas de fécula de maíz.
• Una cucharada de agua de rosas o de geranio.

Para esta crema separamos las yemas de los cuatro huevos y juntamos con el azúcar, la leche, la fécula y el agua de rosas para aportar cierto frescor. Todo esto lo ponemos al fuego suave hasta que comience a hervir.

Para finalizar, vertemos esta segunda crema por encima de la primera que ya habíamos dispuesto en los boles correspondientes.

Podemos decorarlos opcionalmente con frutas secos como la nuez, el pistacho, chocolates… Acompañamos de un vaso de zumo fresco y …

¡Qué aproveche!

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