El callejón de los gatos es una de las calles más famosas de la ciudad de Troyes. Aparece en postales, leyendas e incluso en alguna obra de la literatura francesa.
La calle se encuentra en pleno centro de la ciudad, a unos pasos de la plaza del ayuntamiento.
Cualquiera se queda sorprendido la primera vez que pasa por allí, como a mí me pasó mientras descubría la ciudad durante los primeros días de mi Erasmus. El motivo es que el aspecto de esta calle es muy especial y diferente.
Las casas de Troyes, ya de por sí, tienen una arquitectura muy característica de estilo medieval que sorprende. En el caso del callejón de los gatos, estas características se acentúan. El callejón es realmente estrecho, las fachadas se inclinan hasta juntarse en la parte superior, están sujetas con maderas.
El nombre de la calle, que en francés sería "La ruelle des chats", se debe a que los gatos pueden pasar de un lado a otro de la calle saltando por los tejados, debido a la proximidad entre ellos.
Al contrario de lo que pueda parecer, esta calle no es un lugar siniestro ni mucho menos, es transitada por turistas y habitantes de Troyes, y da acceso a comercios y restaurantes.
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