La basílica de San Urbano, o Basilique de Saint Urbain en francés, es uno de los principales monumentos y edificios religiosos de Troyes.
Esta basílica es un gran ejemplo del gótico francés. La mayoría de la construcción se realizó en el siglo XIII, pero algunas partes del edificio no fueron terminadas hasta varios siglos después.
Sin duda, es uno de los edificios más asombrosos que podemos ver en la ciudad. La primera vez que lo vi era de noche, y es cierto que tuve la sensación de estar en una película de terror. No lo digo como algo negativo, sino porque el aspecto de Saint Urbain puede parecer un poco siniestro al principio, pero lo que es seguro es que provoca muchas emociones.
El motivo de resultar tan impactante son probablemente las gárgolas, estas figuras que decoran el edificio son un símbolo muy famoso de las catedrales e iglesias francesas, y en Troyes puedes encontrarlas. Cuando pasaba por esta basílica, me quedaba mirando esas figuras, con formas fantásticas y de animales, es algo que engancha. Pero las gárgolas no son el único elemento exterior que destaca del edificio, sino que posee formas arquitectónicas muy llamativas y una ornamentación muy elaborada.
En alguna ocasión, también he tenido la oportunidad de visitarla por dentro. Lo recomiendo porque en ella podemos encontrar vidrieras espectaculares. Estas vidrieras aportan el color a esta catedral, y también lo hacen curiosamente durante la noche.
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