Un día en Sevilla

Publicado por flag-mx Nuri Mercury — hace 5 años

Blog: Estudiar en Francia
Etiquetas: flag-es Blog Erasmus Sevilla, Sevilla, España

Eran finales de diciembre. Nuestro viaje europeo había comenzado pero ya estábamos en nuestra tercera parada: estábamos en Sevilla. Ya que no teníamos mucho tiempo, nuestra visita fue un tanto “exprés”. He aquí lo que vimos y lo que hicimos en este corto día (corto, pero bien aprovechado! :D)

Un día en Sevilla :)

En Sevilla hay muchísimos edificios que son... ¡simplemente hermosos! En la calle donde nos quedamos, en el barrio de Triana, había varios muy bonitos. Por ejemplo éste al cual le saqué foto. Me gustó mucho el detalle de los azulejos y el arco de la puerta en madera.

¿Cómo llegar a Sevilla?

Nosotros llegamos desde Granada. Tomamos un bus de la compañía Alsa. El boleto nos costó un poco caro 28€, aproximadamente. Había otros boletos a 12€, pero elegí comprar los más caros ya que el bus salía a las 8:00 a. m. y llegaríamos a Sevilla a las 11:00 a. m. En cambio, con el boleto más económico el bus salía de Granada a las 7:00 a. m. y llegaríamos hasta las 11:30 a. m. (no me pregunten por qué salíamos antes, pero llegábamos después x) ).

¿En dónde dormimos?

Durante todo este viaje, hemos usado Airbnb: la plataforma que permite rentar cuartos o pisos de particulares. Pagas mucho menos que en un hotel y tienes una cama donde dormir, así como un baño y una cocina a tu disposición. El cuarto que elegí estaba ubicado muy cerca del centro, a unos diez minutos caminando… ¡una localización ideal! Y pagamos sólo 27€ por el cuarto para dos personas ^^

¿Qué hicimos? Nuestro día en Sevilla ^^

Después de dejar nuestras cosas, le preguntamos a quien nos recibía qué lugares nos recomendaba visitar. Nos marcó en un mapa los lugares principales que teníamos que ver y nos dirigimos hacia el centro para comenzar nuestro recorrido.

Un día en Sevilla :)

El río Gualdaquivir, que atraviesa Sevilla. A primera vista, no me gustó ese río. Y es que lo comparé con el Rhône o con la Saône cuyos bordes están mucho mejor acondicionados: hay áreas verdes, áreas de ejercicio... pero bueno, después del paseo del día, al final de la noche, mi perspectiva, mi opinión sobre este cauce cambió :)

De camino al centro…

Atravesamos el puente de la Torre del Oro y después caminamos sobre el Paseo Colón. Vimos la Plaza de Toros y, un poco más adelante, encontramos el paradero desde donde salían todos los autobuses turísticos de Sevilla. Ya saben, de esos que llevan a las personas a hacer recorridos comentados.

Ya que no estaríamos mucho tiempo en la ciudad, nos animamos a comprar una de esas visitas. Había dos compañías cuyos precios eran los mismos, 18€. La primera se llama CitySightSeeing (los autobuses son rojos) y la segunda Sevirama (sus buses son verdes).

Preguntamos primero con el chico de los buses rojos y nos explicó muy claramente los servicios; además, nos dijo que el boleto era válido por dos días. Habría sido conveniente ese tour, pero sólo estaríamos un día en Sevilla, así que no tenía mucho caso…

Un día en Sevilla :)

La Plaza de Toros de Sevilla... ¡Oleeee!

Por no dejar, fuimos a preguntar los precios en el otro stand. La chica, al decirle que estaríamos un solo día, nos dejó el boleto en… ¡14€! Así que, si ustedes visitan Sevilla y quieren hacer este tour, pueden negociar con la persona que les venda el boleto; )

Pues nos subimos al turibus e hicimos el recorrido que duró una hora y cuarto. Fue un tour algo largo pero muy bonito. Nos habíamos subido primero en la parte de arriba, desde donde se tiene una perspectiva mucho más bonita de los edificios. Sin embargo, ese día hacía frío, estaba nublado y había algo de viento. Como yo estaba un poco enferma, preferimos cambiarnos a los asientos de abajo y que, además, estaban cubiertos.

El recorrido en turibus…

El recorrido duró, como ya lo dije, más de una hora. No recuerdo exactamente cuántos sitios, pero lo que sí sé es que, gracias a ese tour, pudimos ver los puntos principales de la ciudad. Por ejemplo, la Universidad de Sevilla o la famosa Plaza España.

Además, la ventaja es que uno se podía subir y bajar para tomarse más tiempoen determinado lugar. Como ya tomamos el turibus al inicio de la tarde, decidimos hacer un recorrido completo para ver todos los sitios del tour.

Un día en Sevilla :)

Otro de los monumentos representativos de Sevilla: la foto la tomé desde el turibus, desde lo alto ^^

La Plaza de España

Una vez terminado, le dije a mi mamá que quería que fuéramos a la Plaza de España. Y es que había visto que era uno de los sitios más célebres de la ciudad. Además, una razón más para ir ahí: ¡es completamente gratis!

Si van a Sevilla, además de los Reales Alcázares, de la Giralda y de la Torre de Oro, esa bella plaza es un sitio que se pueden visitar y que no se deben perder;)

Por cierto, una alternativa de paseo son las carretas de caballos. Cuando nosotras íbamos en el Turibus vimos varias. Así que nos dio un poco de curiosidad y dijimos: “Bueno, tal vez sea una buena idea hacer también ese recorrido. ”

Un día en Sevilla :)

Las carretas de caballo de las cuales les hablé antes (ignoren el dedo, digamos que es mi firma artística :P )

Cuando vayan a la Plaza España podrán ver varios carruajes. Así que nos acercamos a uno de ellos y preguntamos el precio. Costaba cuarenta y cinco euros. Nos explicaron que nos llevaban por las calles a las cuales normalmente los turibuses no tienen acceso y que además nos iban haciendo un paseo comentado de la ciudad.

Sonaba bien, pero yo quería ir a ver la Plaza España. Además, por la hora, sólo tendríamos tiempo de hacer una cosa. Así que bueno, haremos ese otro recorrido cuando regresemos; )

Sinceramente fue una excelente decisión el ir a la famosa Plaza España: ¡es magnífica! Si tuviera que describirla en una sola palabra, diría que es excepcional y extraordinaria (jajaja bueno, usé dos palabras, pero… ¡es imposible no querer darle otro adjetivo a ese sitio tan hermoso! :P ).

Con su arquitectura y su imponente espacio, uno podría pasar horas y horas aquí y siempre habría algo nuevo que descubrir. Este lugar se llama Plaza España porque en cada una de sus bancas se puede observar un motivo, un paisaje, un mapa de cada una de las regiones de ese país.

Un día en Sevilla :)

Ésta es creo la Universidad de Sevilla. -.

Así que es divertido el ir a cada uno de esos puntos y ver cómo cada región es representada. ¡Creo que este es un lugar magnífico para dar una clase de español al aire libre! Y es que con todos los ricos elementos que posee, alguien que esté aprendiendo el español… ¡se irá con muchos datos nuevos! (Sí, lo sé, ese es mi lado de maestra de español, jajaja, lo siento, no pude reprimirlo pero estoy un poco obsesionada con eso de encontrar nuevos materiales para mis queridos alumnitos :p <3 ).

Un día en Sevilla :)

Uno de los detalles de la Plaza de España: ¿ya vieron que en medio tiene una cara de diablo? Me pregunto lo que simboliza... ¡creo que un recorrido comentado sobre este sitio debe extremadamente interesante! Bueno, será para otra ocasión ^^

¡Tengo hambre, me duele la cabeza! ¿Dónde comemos?

Bueno, pues después de pasar casi toda la tarde ahí (y es que también hay unas escaleras que pueden subir y que conducen a una especia de balcón desde donde se tiene una vista panorámica del parque), decidimos ir a buscar dónde comer.

Caminamos hacia el centro, pasamos por el edificio de la Universidad y las calles aledañas. No fue difícil llegar hasta el centro porque queda muy cerca de la Plaza España. Además, como teníamos un mapa y que las calles no son tan confusas (entiéndase, malhechas :P ) como en otros sitios, pues en menos de veinte minutos ya estábamos ahí.

El chico que nos rentaba el alojamiento Airbnb nos recomendó un lugar llamado Rayuela. Nos dijo que el precio estaba bien y que la comida también estaba rica. Sin embargo, en el mapa que nos dio, como no recordaba dónde se encontraba exactamente ese sitio, nos apuntó una dirección “aproximativa” x)

Cuando fuimos a la calle que nos había indicado, la que nos dijo que “por ahí cerca quedaba”… ¡no encontramos nada! :( Y nosotras, cada vez con más hambre, más cansancio y que ya casi que nos empezaba a doler la cabeza de la espera >. <

Buscamos en los alrededores y preguntamos a las personas de los comercios vecinos… ¡nadie había oído hablar de ese lugar! :( Nos decían “Cerca de la Catedral hay muchos lugares”. Sí, sin duda alguna, pero eso de ir a ciegas, sabiendo de antemano que todo estaría más caro y tentar a la suerte eligiendo un restaurante al azar, ¡no gracias!

Un día en Sevilla :)

Uno de los pequeños puentes de la Plaza de España: ¡aún más detalles hermosos! Con sus azulejos y sus ladrillos. ¿Ya vieron el "barandal", todo hecho de azulejo azul y blanco? Me recuerda un poco a la Talavera Poblana.

Comprando recuerditos… (y yo de mal humor x) )

Pasamos por una tienda de recuerdos donde mi mamá compró una taza y no recuerdo qué otra cosa. Yo no perdí la oportunidad para molestarla diciéndole que ya tenía toda una colección de tazas, que para qué quería otra más :p

Pero bueno, debo reconocer que la taza que eligió era muy bonita. Y en esa tienda, tenían también varios objetos muy lindos. ¡Hasta estaba tentada a comprarme algo! Pero me aguanté las ganas :P

Ah, por cierto, debo decir que el dueño del lugar fue amable. No puedo dejar de mencionar eso porque aquí en Francia a veces son algo “jetones”… y en Puebla (mi ciudad de origen) también. Creo que en Puebla a veces (muchas veces… ¬¬’’) son aún peor.

Así que cada que iba a un sitio y que eran amables, me quedaba casi con el ojo cuadrado. Pues esa característica que tanto se atribuye a los españoles, de ser buena onda, relajados y amistoso, creo que no viene de la nada, creo que tiene en cierta forma su razón de ser.

De nuevo en búsqueda del lugar para comer…

Pues al salir (¡por fin! ) de la tienda de recuerdos, fuimos a la Oficina de Turismo: creímos que ahí nos podrían informar y decirnos dónde se encontraba el restaurante que tanto habíamos estado buscando…

El pequeño problema fue que, cuando entramos a la dichosa oficina… ¡vimos una gran cola de gente esperando a ser atendidos! Y para colmo, no avanzaba nada :/ Así que nos formamos, yo enojada porque quién sabe cuánto tiempo nos tendríamos que estar ahí antes de que nos pudieran orientar… Bueno, eso en el mejor de los casos de que sí supieran donde se encontraba dicho restaurante, que capaz que nos salían con el cuento de: “¿Rayuela? No, qué raro nombre, nunca había oído hablar de ese sitio… ¡pero le podemos recomendar otro! ”.

En fin, el caso es que para no estar ahí parada sin hacer nada, esperando pasivamente, salí mientras a preguntar en un puesto de billetes de lotería si no conocían ese lugar. Pero el señor, tampoco sabía :’( Aunque eso sí, fue muy simpático y como escuchó que tenía un acento diferente, me preguntó de dónde era.

Le dije que de México y me empezó a hacer la plática: que cuánto tiempo estaría en Sevilla, si me había gustado, que cómo era México, que de qué parte era, etcétera, etcétera, etcétera…

Antes de regresar a la dichosa oficina, de repente vi una calle lateral, donde se veía un arquito… instintivamente caminé en esa dirección, me dije que no perdía nada con ir a ver por ahí…

Un día en Sevilla :)

Un detalle más de la Plaza de España... ¡hay hermosos elementos a donde quiera que vean! Tienen que tomarse su tiempo para recorrerlo enterito, enterito

¡Y tuve suerte! Porque unos metros adelante… ¡al fin ahí se encontraba el dichoso restaurante Rayuela! :D Por fortuna, lo había encontrado ^^ Así que rápidamente regresé a donde estaba mi mamá para darle la buena noticia de que ya sabía dónde estaba el tan anhelado lugar que habíamos estado buscando :D

Rayuela, ¡al fin a comer! :D

Pues entramos al sitio: se veía muy coqueto, cuidado y moderno. Algo que me llamó la atención, además de ser muy amplio, es que su decoración era muy bonita: las paredes estaban pintadas de blanco y, sobre una de ellas, había un gran cuadro de colores muy alegres y vivos. Además, tenía unas columnas sobre las cuales había unos naranjos pintados: ¡claro, no podía ser de otra forma! Estando en Sevilla, cuyo símbolo es justamente ese árbol, era normal ver ese elemento :)

Nos sentamos, vimos la carta y nos dimos cuenta de que los precios no eran tan altos. Ya les hice una reseña completa sobre ese lugar, así que sólo les diré que es lugar está bien, aunque depende de lo que pidan.

Hay platillos que sí les recomiendo, pero otros no. Sobre todo, las famosas gambas: no eran más que unos ocho camaroncitos en un montón de aceite… para lo que era, me pareció caro.

En cambio, había otros platillos que estaban más completos: llevaban carne y guarnición. El pollo a la crema (no, creo que no era con crema, pero era pollo, eso sí :P) estaba rico. Ese sí se los aconsejo ^^.

Ah, otra cosa que tienen que probar es su sangría. Porque, ¡claro! Ir a España sin probar una sangría es como ir a Italia sin comer gelato (¡aunque sea invierno! :D ) o como venir a Francia sin probar un croissant o un pain au chocololat… ¡o como ir a México y no comer un auténtico taco y unas enchiladas!

Un día en Sevilla :)

Uno de los platillos que pedimos en Rayuela... ¡y la sangría! :D

Bueno, ya me entendieron. Pues el caso es que sí que les recomiendo la sangría de Rayuela. El sabor es bueno y no está nada cara. Nos gustó tanto, que hasta pedimos dos vasos (y bueno, al final terminé un poco “happy” x) ).

Ah, el dueño es croata, pero habla muy bien es español y es simpático. Al principio fue un tanto frío, pero al final cuando le dijimos que veníamos de México, nos platicó que uno de sus amigos, también Croata, vivía en el Distrito Federal (ciudad de México) y que decía que le gustaba mucho el país (¡claro, pero a quién no le puede gustar ese hermosísimo país! <3 ).

Continuando el paseo: la Catedral

Bueno, en fin, después de haber comido, de haber descansado un poco, ya estábamos de nuevo listas para seguir nuestro paseo ^^ Así que, saliendo de ahí, fuimos a la Catedral. No pudimos entrar porque ya era de noche y ya estaba cerrada.

Pero sí vimos una parte del interior, bueno, más bien del patio (hay una puerta que aún estaba abierta y a través de ella, uno podía ver un parte del patio).

Me acuerdo también que cerca de la catedral había varios puestos, varios comercios. Uno de ellos vendía postres: ¡me había quedado con ganas de postre! Y es que eso es lo que no faltó en Rayuela. Pasamos como por dos en donde vi algo que se me antojó, pero me quedé con las ganas :(.

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La torre de la Giralda

Después de ver la Catedral, fuimos a la vuelta de ahí para ver la famosísima torre de la Giralda, así como la pequeña plaza que hay ahí mismo… ¡Esa torre es espectacular! Verla de noche, tan grande, alta, imponente y majestuosa… uno no puede más que quedarse sin aliento delante de semejante construcción.

Es muy alta y, al ver su trabajo, sus detalles arquitectónicos, uno se pregunta cómo hicieron, las técnicas que utilizaron para su construcción. No deja de admirarme el ver que tan bello patrimonio haya sido levantado hace ya varios siglos y que siga en pie…

Esa imagen, ese momento es uno de los más bellos momentos del viaje. Es uno de los recuerdos más bonitos, sobre todo porque estaba en compañía de mi mamá. Nunca creí que estaría en un lugar tan bello a su lado :) Me sentí muy afortunada de poder vivir un momento así con ella :)

Un día en Sevilla :)

La Giralda de noche: justo con esa luz amarillenta se veía en esa ocasión... ¡fue un momento mágico!

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Y de repente… ¡llegó la lluvia!

Para hacer más memorable ese momento… ¡empezó a llover! Bueno, igual no es una buena forma de celebración, porque nos mojamos un poco y hacía frío jajaja Pero sí recuerdo que bajo la lluvia y bajo la luz de la noche, la plaza y la Torre de Giralda se veían hermosas. Creo que esa lluvia, el escuchar las gotas caer, el ver el suelo mojado, el percibir el olor a húmedo… todas esas imágenes y esos olores se quedarán grabados para siempre en mi memoria.

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De regreso a casa: el Paseo Colón y los bares animados

No tardamos mucho en regresar y es que ya se estaba haciendo tarde. Además, las calles ya empezaban a verse cada vez más vacías. Los comercios ya estaban cerrando. Es por ello que regresamos a pie.

Antes pasamos por una tienda a comprar algo para el viaje del día siguiente, bueno, para el desayuno. Pasamos a una tienda de chinos. Algo que me acuerdo, es que antes de nosotros estaba un señor (inglés o alemán, creo, pero extranjero sí era) y al momento de pagar, se le olvidó un billete sobre el mostrador. Era un billete de cincuenta euros… los chinos se dieron cuenta y lo tomaron rápidamente. Yo vi todo, pero no reaccioné para decir algo, bueno, para decirle al señor que se le había olvidado algo. Además que salió muy rápido, muy apresurado…

Me dio un poco (mmm…) de coraje al ver eso, no habían sido honestos. Pero al mismo tiempo, yo no podía hacer gran cosa… Así que el consejo que les doy: pongan atención a todo. En el cambio, en la mercancía, en todo. Y no sólo en este tipo de tiendas, sino en todos lados. No sólo en España, en todas partes.

Después de eso, salimos y pasamos de nuevo por el Paseo Colón. Para la hora que era, me llamó muchísimo la atención que había… ¡muchos bares abiertos, con mucha gente y muy animados! :O ¡En Lyon no es así! :O

Sí, claro, hay bares, pero no así de llenos. Al ver eso dije: “Mmm… ¡apuesto a que la vida nocturna debe ser muy interesante aquí! ”. Yo no pude probarlo, pero tal vez ustedes sí; )

Un día en Sevilla :)

Vista del río Gualquivir de noche... ¡al final del día, me dije que sí tenía su belleza! Tuve que reconocerlo, no me quedó de otra ante una imagen así :)

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El puente Triana Isabel II: ¡Sevilla de noche!

Seguimos caminando, atravesamos el puente Triana Isabel II. Había un señor que estaba tocando el acordeón. Creo que sólo se sabía una porque se la pasó repitiéndola todo el rato jajaja Y cuando le pedimos una en especial, dijo que no entendía. Creo que era rumano o algo así… o se hizo que no entendió para no decir que no se la sabía :p

Aunque de día no me había gustado mucho (bueno, por la vista del río Guadalquivir, que me había parecido más bien sucio…), de noche, con las luces reflejadas en el agua y con la música del señor que tocaba el acordeón, fue simplemente… ¡un momento mágico e inolvidable! <3

Conclusión

Sevilla y Granda fueron las dos ciudades que más me gustaron. Empezamos el viaje en Madrid y no me agradó mucho la ciudad (el Museo del Prado sí, pero en general, no sé, me pareció ruidosa y caótica… ¡prefiero París! ). Creí que España no me agradaría, pero afortunadamente Sevilla y Granada cambiaron mi percepción.

Sevilla me gustó mucho: con sus monumentos, sus calles, sus plazas, aunque es más pequeña que otras ciudades, uno podría pasar un montón de tiempo aquí y no aburrirse. Así que si está considerando este sitio como próximo punto para visitar o para realizar un intercambio, estoy segura de que no los decepcionará.

En todo caso, a mí no. Sevilla fue nuestra última ciudad española. Después de eso, regresaríamos a Francia, para pasar una semanota nada más y nada menos que en… ¡París, mon amouuuur! <3 Ya me hacía falta escuchar el francés, estar un país conocido, donde supiera cómo moverme y cómo funcionaban las cosas.

Aunque en España no tuvimos problema con el idioma (vamos, hablan español :P ), no sé, son diferentes a los mexicanos. Es obvio, no me esperaba a que fuera de otra forma. Pero ya tenía ganas de nuevo de regresar a mi zona de confort, a algo que conozco :P Así que estaba algo triste porque habíamos pasado tan poco tiempo en Sevilla, una ciudad que me gustó muchísimo, pero al mismo tiempo estaba contenta porque regresaríamos a Francia y ahí podría de nuevo entender las costumbres, los hábitos… sentirme como en casa.


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