Tres días en Roma
Visité Roma a principios de primavera durante unos días como parte de mi regalo de cumpleaños. Si os soy sincera, llevaba queriendo visitar Roma desde que era una niña y mi interés por la ciudad creció cuando estudié historia antigua en el colegio. Por ese motivo, creé un mapa y un itinerario detallado con todos los sitios de interés que quería visitar. El Coliseo encabezaba mi lista.
Roma no se construyó en un día, lo cierto es que tardó mucho más tiempo en crecer y, despacio, pero sin pausa, se convirtió en una de las ciudades más famosas del mundo. Hay muchas leyendas que especulan sobre cómo se fundó la ciudad, pero la más extendida es la de Rómulo y Remo. Eran dos hermanos que fueron criados por una loba y, cuando eran adultos, comenzaron a gobernar sobre la ciudad. Sin embargo, en una acalorada discusión entre ambos, Remo murió, así que todo el derecho para gobernar Roma recayó en Rómulo. De ahí Roma también sacó su nombre: de su primer gobernador.
Más tarde, los romanos crearon su propia cultura, religión, literatura y arquitectura, que se parece bastante a la de los griegos. Además, eran famosos por ser grandes mercaderes, lo que posteriormente les ayudó a desarrollar aún más la ciudad.
Los romanos comenzaron su expansión años más tarde. Lucharon contra la mayor parte de sus rivales comerciales o las tribus que venían de la parte norte de Europa. Finalmente consiguieron controlar el mundo y, cuando César se convirtió en emperador de Roma, el Imperio Romano empezó a crecer. El resto es historia.
Actualmente Roma es una de las ciudades más bulliciosas del mundo. Recibe millones de visitantes que quieren verla cada año y conocer sus monumentos mundialmente conocidos. Por este motivo, decidí pasar algunos días en la capital de Italia y poder así explorar más a fondo todo lo que tiene que ofrecer. Creedme, tiene mucho que ofreceros.
¿Dónde cómer en Roma y qué pedir?
En vuestra visita a Roma tenéis que comer, sin duda, pasta y pizza, pero también hay otros platos deliciosos que os recomiendo probar. Uno de los mejores lugares para probar la pasta de Roma es Ciuri Ciuri, donde también podéis comprar un famoso dulce siciliano: los cannoli. Los reconoceréis fácilmente. Están hechos de una masa frita con forma cilíndrica y están rellenos de crema dulce de requesón. ¡Están increíblemente deliciosos!
El restaurante Pane e Salame está al lado de la Fontana di Trevi. Tienen unos de los mejores sándwiches de Roma por 5 € cada uno. Allí también podéis pedir pizzas romanas y otros platos. Hay otro lugar en el que también podéis comer unos sándwiches muy ricos: el Bread-in, cerca del Panteón. Mis favoritos son los de prosciutto (o jamón crudo), tomate y rúcula. Todos cuestan unos 5 €, que es un precio bastante razonable para cómo son y lo ricos que están.
Otro buen local es el Pizza Florida, donde podéis comprar unas pizzas deliciosas para llevar por menos de 2 €. Mi pizza favorita de este local es la margarita, así que probadla.
Por último, pero no menos importante: si queréis probar buen vino o un prosciutto excelente, id a Eataly, un gran centro comercial donde hay vino de todas las regiones del país y muchas variedades de embutido, queso y otros aperitivos. Fui justo antes de irme de Italia para comprar productos buenos y llevarlos como regalos. He de decir que todos quedaron más que satisfechos con mis compras.
¿Cuál es la mejor época para visitar Roma?
Cualquier mes es bueno para visitar Roma, pero yo diría que hay algunos en los que un viaje a la ciudad eterna merece más la pena. En mi opinión, las mejores épocas para visitar Roma son a principios de primavera o en otoño porque hay menos gente, los precios son ligeramente más bajos y el alojamiento no es tan escaso como en la temporada alta. Además, el tiempo que hace a principios de primavera y en otoño es bastante agradable, hay más sol, lo que hace que los paseos por la ciudad sean más agradables, no sudaréis ni os quedaréis helados.
¿Cuál es la mejor forma de ver Roma?
Sinceramente, creo que la mejor forma de ver Roma es a pie. Quizá parece una locura, pero creedme, en esta ciudad se puede llegar fácilmente a pie a todos lados, sobre todo a los lugares más famosos. Sin embargo, yo utilicé el transporte público para llegar más rápido a algunos lugares. El billete cuesta 1,50 € y es válido durante 1 h y 15 minutos para todos los tipos de transporte (metro, bus, tranvía y trenes). Sin embargo, si preferís moveros siempre con este método, podéis sacaros un abono diario que cuesta 6 € o uno semanal por 24 €. También hay una opción para estancias cortas de tres días por 16,50 €. Los billetes de autobús pueden comprarse en casi cualquier estación de metro, quioscos de prensa o en máquinas especiales.
Día uno
En el primer día intenté ver la mayoría de los monumentos famosos que están por el centro de Roma. He de decir que caminar por el centro es agotador, así que preparaos.
El Coliseo
Mi primera parada fue el Coliseo. Su majestuosidad me impresionó mucho, es enorme y su arquitectura es increíble. Es un anfiteatro enorme. Se construyó unos 80 años después de Cristo y se utilizó durante siglos antes de que lo abandonaran. En los años que estuvo activo, se celebraron muchos combates entre gladiadores, peleas con animales salvajes, carreras de carros e incluso lo llenaban con agua para recrear batallas marítimas.
Si queréis acceder al Coliseo, os sugiero que compréis las entradas en línea en su página oficial. Cuestan 16 € e incluyen una visita adicional al Palatino, al foro romano y a los foros imperiales. Si los compráis así, ahorraréis tiempo porque os da la opción de elegir la hora a la que queréis ir y no tendréis que hacer una cola interminable para entrar.
El Arco de Constantino
Al lado del Coliseo está el impresionante Arco de Constantino, que se construyó entorno al año 300. La historia cuenta que este monumento se construyó para conmemorar la victoria de Constantino sobre el anterior emperador romano. El arco es una obra de arte increíble, tiene 21 metros de alto y casi 26 de ancho. Está hecho con mármol y tiene tres arcos más pequeños.
En la parte de arriba tiene una inscripción en latín y expresa la gratitud de Constantino I el Grande al emperador Majencio, al que consiguió ganar. En él también hay esculturas romanas bien conservadas y otros adornos, lo que hacen de él el uno de los monumentos más interesantes de Roma.
El Arco de Tito
Más tarde fui hacia la izquierda y seguí por la vía Sacra, que lleva hasta el templo de Venus y Roma. Allí hay otro monumento que merece la pena visitar: el Arco de Tito. Este arco, comparado con el de Constantino, no es tan grandioso, pero aún así es enorme. Su historia cuenta que se construyó para inmortalizar la victoria de Tito y de su padre Vespasiano sobre los judíos en Judea.
El Panteón
El Panteón de Roma es uno de esos monumentos que no os podéis perder, además de uno de los más importantes de los que aún se conservan desde la Antigüedad. El Panteón de Roma se utilizaba para venerar a todos los dioses y siglos más tarde se convirtió en una iglesia. Entrar es completamente gratis y os recomiendo que vayáis por la tarde o a primera hora de la mañana porque no hay tanta gente.
Cuando lo visité, me quedé alucinando con su tamaño y su arquitectura. En la parte frontal tiene dieciséis columnas que sujetan un gran arco y, una vez dentro, se ve la gran cúpula con un agujero que permite que la luz entre al interior del edificio. Una curiosidad que aprendí cuando entré y paseé por el Panteón es que su cúpula es la única sin apoyos de todo el mundo hasta la fecha. ¿Cuánto de increíble os parece esto?
Por otro lado, a la derecha del Panteón está la basílica de Neptuno (o lo que queda de ella). Es una iglesia que construyó Agripa en Roma para venerar a Neptuno, el dios del mar. Cuando caminé por la calle en la que está, me quedé disfrutando de los adornos inspirados en el mar que aún se conservan. Para mi sorpresa, estaban en bastantes buenas condiciones y parece que el tiempo no ha pasado por ellos.
El Circo Máximo
En mi paseo por Roma descubrí el Circo Máximo, que es uno de los anfiteatros más antiguos y grandes construidos para hacer carreras de carros. Actualmente no queda mucho del edificio, solo una gran explanada, pero cerca hay unos bancos en los que simplemente podéis sentaros y disfrutar de las vistas del Circo Máximo y del monte Palatino, que está al lado.
El monte Palatino
El monte Palatino es famoso porque, años antes del nacimiento de Cristo, fue el origen de Roma. También era el lugar donde las eminencias y los ricos construían sus casas para vivir allí.
Diría que el monte Palatino merece una visita porque allí hay muchas casas bien conservadas de la antigua Roma. Además, es un sitio enorme y tardaréis una hora o dos en verlo y explorarlo todo. Por suerte, por la tarde no hay mucha gente haciendo cola para entrar, así que acceder es bastante sencillo.
La plaza de los caballeros de Malta
Por último y para acabar el día, fui a la plaza de los caballeros de Malta, una zona cerrada que pertenece a Malta. Es uno de los lugares más interesantes de la ciudad eterna y por la mirilla de la puerta principal podéis ver el Vaticano. Tuve que esperar un rato en la cola para echar un vistazo a la cúpula de San Pedro de Vaticano en este lugar rodeado de una exuberante vegetación. Diría que la espera mereció muchísimo la pena y os sugiero que añadáis este lugar a vuestra lista de cosas que hacer durante vuestra visita a Roma.
Día dos
El segundo día en Roma decidí explorar más sus jardines, sus famosas fuentes y las plazas.
El jardín de las rosas de Roma
Como el jardín de las rosas de Roma está cerca del monte Aventino, así que decidí empezar mi día allí. Los locales me enseñaron que desde el jardín de las rosas se puede ver el Circo Máximo y el monte Palatino, así que esta fue una de las razones por las que me decidí a visitarlo. Sin embargo, cuando llegué estaba cerrado al público y no pude entrar, pero pude ver que era bastante grande y que estaba lleno de rosas que aún no habían florecido.
Después de mi viaje me enteré por un amigo de que el jardín solo abre de abril a junio, así que sin duda tengo que visitar Roma de nuevo para poder entrar.
La Boca de la Verdad
La Bocca della Verità o la Boca de la Verdad es una enorme piedra redonda en la que hay una cara humana grabada. Según la historia se usaba como detector de mentiras en el pasado, ya que cortaba la mano de los mentirosos. Llegar hasta allí a pie es muy sencillo, está cerca del jardín de las rosas, del Circo Máximo y del puente Palatino.
La fuente de las Tortugas
Después fui hacia la parte norte de Roma para visitar sus fuentes y plazas famosas. Mi primera parada fue la fuente de las Tortugas, diseñada y construida por Giacomo della Porta, un escultor italiano muy reconocido en el s. XVI. Esta fuente está en la plaza Mattei y está hecha de bronce y mármol, tal como pude comprobar tras un rato mirándola. Lo más interesante y lo que más llamó mi atención es que tiene adornos inspirados en el mar, lo que incluye un par de delfines y pequeñas tortugas. Esta fuente es, sobre todo, un lugar increíble para pasar tiempo descansando o simplemente mirándola.
Plaza Venecia
Después fui a la plaza más grande de roma: plaza Venecia. Aquí confluyen todas las carreteras principales de Roma y si seguís cada una de ellas, llegaréis a diferentes lugares de la ciudad. Una de las principales, la via dei Fiori Imperiali, os llevará directamente al Coliseo, otra va al barrio judío y otra a la plaza del Pópolo o al teatro Marcelo.
La plaza Venecia la construyó un cardenal veneciano que después fue el papa Paulo II entorno al s. XV. El edificio se utilizó también como embajada de la República de Venecia y, años más tarde, el Gobierno italiano lo utilizó como su sede central.
El edificio es simplemente increíble, está hecho de mármol blanco y, a pesar de que muchos creen que estropea el alma de Roma con su diseño más moderno, es maravilloso. En frente de él hay una estatua de bronce del primer rey de Italia: Víctor Manuel II. Dentro del edificio hay un par de fuentes y muchas esculturas de personajes romanos históricos.
Por último, fui a la parte alta del edificio, desde donde tuve las vistas más bonitas de Roma hasta el momento. Desde plaza Venecia vi casi todos los monumentos famosos de la ciudad como el Coliseo, el teatro Marcelo, los foros romanos y el Vaticano. Eran unas vistas alucinantes y le recomiendo a todo el mundo que visite este lugar porque tiene un mirador genial para ver la ciudad desde arriba.
La via dei Fiori Imperiali
Tras visitar plaza Venecia, fui por la via dei Fiori Imperiali para ver uno de los edificios más antiguos y las ruinas de Roma. El primero era la columna de Trajano, que se construyó para inmortalizar su victoria sobre los dacios, que amenazaban a la población romana. Después visité el foro de Trajano o lo que queda de él, ya que muchos de los edificios antiguos se destruyeron y solo quedan algunas columnas, escaleras y muros. Usando la imaginación intenté recrear todo en mi mente. Este foro se construyó en el s. I, tras la victoria a los dacios. Justo detrás de él está el mercado de Trajano, que incluye los restos de un edificio de varias pisos con apartamentos y tiendas en la planta baja. Es fascinante cómo estos edificios aún siguen de pie hoy en día.
En frente del foro y el mercado de Trajano está el foro de César, justo detrás de plaza Venecia. Lo mandó construir César cincuenta años antes de Cristo y es el lugar desde el que gobernó y donde el Senado trabajaba. Dentro de este foro está el templo de Venus, una diosa venerada por César y de la que muchos creían que era descendiente. Sin embargo, este templo terminó de construirse tras el asesinato de César, así que no pudo contemplar esta maravilla. Hoy en día se conservan algunas columnas del enorme templo de Venus y también del foro de César.
Un poco más allá de este foro está el foro romano, que se empezó a construir con el nacimiento de Roma como ciudad. Al principio, el foro romano era simplemente una gran plaza para el mercado a la que la gente iba para comerciar con sus bienes. Más tarde su importancia creció y se convirtió el lugar en el que se construyeron los edificios más importantes. Algunos de ellos son el templo de Vesta, la diosa del a familia y el hogar, el templo de Saturno, el dios de la agricultura y el templo de Castor y Pólux. Además, en el foro romano estaba el Senado o la Curia, que se utilizaba para celebrar eventos políticos. Podéis verlo si dais un paseo por la via della Curia. Por otro lado, allí también estaba la rostra, una tribuna desde la que la gente podía dar discursos. Actualmente de ella solo quedan algunas escaleras y parte de la plataforma. Por último, pero no menos importante, también está la vía Sacra, que lleva al coliseo y que pasa por el arco de Tito. Es bastante fácil y rápido ir hasta el Coliseo desde el foro romano, simplemente hay que usar esta especie de carretera en la que se celebraban algunas ceremonias en la antigüedad.
La Fontana di Trevi
Tras estar todo el día paseando por todos los edificios más importantes y las ruinas, terminé la jornada en la Fontana di Trevi. Lo que más me llamó la atención es que esta fuente es diferente a todas las demás de Roma. Parece que está pegada al edificio que hay detrás de ella. Tiene muchas estatuas renacentistas de mármol alrededor.
Hay una leyenda sobre esta fuente que dice que si lanzas una moneda, volverás a Roma algún día, si lanzas dos, te enamorarás de un italiano o italiana y si lanzas tres, te casarás con un italiano o italiana. Así que ya sabéis, si es lo que queréis, no dudéis en tirar algunas monedas a esta fuente.
La Fontana di Trevi es, en mi opinión, una de las más bonitas que he visto en mi vida. No es de extrañar que hubiera tanta gente allí al final del día intentando fotos, tirar monedas o simplemente disfrutando de la belleza de esta fuente. Si os soy sincera, me fue casi imposible encontrar un hueco para sentarme frente a la fuente, así que os recomiendo que vayáis pronto por la mañana o a última hora de la tarde para que podáis disfrutar de ella.
Día tres
Mi día tres en Roma empezó un poco tarde porque decidí pasar un rato en la antigua ciudad de Ostia, que está cerca de Roma y del mar Tirreno. Tras llegar a Roma por la tarde, fui a mi alojamiento para relajarme un poco y después fui directa a explorar la ciudad un poco más. Como estaba cerca del río Tíber, decidí cruzar el puente Sublicio e ir directa a Porta Portese, una enorme puerta antigua que daba acceso a la ciudad y que da directamente al Vaticano.
El Vaticano
En poco tiempo estaba en el país más pequeño del mundo: el Vaticano. Puede ser pequeño de tamaño, pero os aseguro que es grandioso. Incluso por la noche el Vaticano atrae a muchos visitantes, es hipnotizador. Di un paseo por la plaza de San Pedro, admiré su belleza y las luces nocturnas que iluminaban las columnas y las estatuas.
Por desgracia, no pude visitar los museos vaticanos, una de las mejores colecciones de arte y antigüedades que no pueden verse en ninguna otra parte. Sin embargo, vi la espectacular Capilla Sixtina y diría que es una maravilla.
También me enteré de que los museos vaticanos pueden visitarse de noche entre abril y octubre, lo que sería una experiencia increíble para aquellos que prefieran disfrutar de los lugares así cuando hay menos gente, como me pasa a mí.
El castillo de Sant'Angelo
Tras visitar el Vaticano, crucé la plaza de San Pedro para ir directa a otra calle en la que estaba el castillo de Sant'Angelo. Es un castillo redondo que más bien parece una fortaleza y tiene un puente maravilloso lleno de estatuas con ángeles. Lo más interesante de este lugar es que fue el mausoleo de Adriano, después los papas lo utilizaron como fortaleza y, por último, fue un castillo. Además, un dato curioso es que en su interior hay un pasillo secreto que lleva directamente al Vaticano.
La piazza Navona
Tras visitar el castillo de Sant'Angelo, fui a ver la piazza Navona que, en la antigüedad, se utilizó como mercado de Roma. Actualmente es una de las plazas más bonitas de la ciudad, está construida por completo en estilo Barroco y en el centro hay tres fuentes enormes. La más grande es la fuente de los Cuatro Ríos y la construyó Bernini en el s. XVI. Representa una escena marítima con dos hombres de pie en un acantilado que está rodeado por el mar. La otra es la fuente del Moro y muestra una escena de un hombre luchando contra un delfín. La última es la de Neptuno y muestra a este dios luchando contra un pulpo.
En mi opinión, piazza Navona es una de las plazas más bonitas de Roma y os sugiero a todos que la visitéis. Además, creo que por la noche se aprecia mejor su belleza porque las luces resaltan aún más su belleza.
Las escaleras de plaza España
Terminé mi tercer día en las escaleras de plaza España, donde mucha gente se reúne para descansar y disfrutar del gentío. Las escaleras de plaza España son 135 peldaños que llevan hasta la iglesia de Trinità dei Monti, que se construyó en el s. XVIII. Es uno de los lugares más famosos entre los turistas.
Otros lugares interesantes que visitar en Roma
Uno de los lugares interesantes que encontré por casualidad mientras paseaba por Roma es la Pirámide Cestia, que se construyó para ser la tumba del magistrado romano Cayo Cestio Epulón entorno al año 20 a. C. Esta pirámide está cerca de una estación de metro que se llama Porta San Paolo. Desde allí cogí el tren en dirección a Ostia. Justo a la derecha de la pirámide está Porta San Paolo, una puerta construida en el s. III y que se ha conservado muy bien. Una curiosidad sobre la Porta San Paolo es que anteriormente se llamaba Ostiensis porque era la carretera que llevaba a Ostia, pero después se le cambió el nombre.
Otro sitio interesante que visité es el teatro Marcelo. Se puede ver a cualquier hora del día y entrar es gratis. Hay dos formas de entrar en este teatro: por una de las puertas que encontraréis si lo rodeáis o a través del templo de Apolo. Se considera que el teatro Marcelo era el anfiteatro más grande e importante de Roma antes de que se construyera el Coliseo y podía albergar hastas 20 000 visitantes en cada evento. La mayoría de eventos que se celebraban allí eran obras de teatro, eventos musicales y recitales. Más adelante se pusieron de moda las luchas de gladiadores tanto en el Circo Máximo como en el Coliseo y el teatro Marcelo dejó de usarse con tanta frecuencia.
La isla Tiberina es otro lugar que visité por simple curiosidad porque es la única isla del río Tíber en Roma. Durante muchos años, la gente creyó que era un lugar malo, así que no se acercaban a ella, pero cuando el templo de Esculapio se construyó allí, todo cambió. Actualmente, esta isla no es tan famosa entre los turistas y suele ser un lugar tranquilo. Llegué hasta allí cruzando el puente Fabricio, que conecta la isla con la ciudad y visité la basílica de San Bartolomeo all'Isola, que es una iglesia preciosa con muchos frescos.
En Roma también hay muchos gatos callejeros, muchos de ellos están en la plaza de Largo di Torre Argentina. Este también es el lugar donde César fue traicionado y asesinado hace años y donde se destruyeron cuatro templos. Sin embargo, la gente suele ir a este lugar para interactuar con los gatos o simplemente verles tomar el sol y jugar entre las ruinas.
Galería de fotos
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- English: Spending 3 days in Rome
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