Dos días en Roma

¡Hola a todos! Nuestra primera parada del Interrail comenzó en la ciudad por excelencia de Roma, llena de monumentos a visitar por todos sus rincones. 

En este post os cuento mi estancia de dos días en mi ciudad preferida en el mundo por su historia, cultura, gente, y cómo no por su gastronomía. Hoy os detallo qué visitamos durante nuestro fin de semana en la capital italiana.

Itinerario

Primer día

Llegamos al aeropuerto de Roma Fiumicino sobre las 12 de la mañana, y desde aquí cogimos un autobús que lleva directo a la estación de Roma Termini, la más importante de la ciudad. Reservamos el billete de dicho bus días previos antes de comenzar el viaje con la compañía Terravision, que por unos 5 euros te lleva al centro de la ciudad en aproximadamente una hora y cuarto. También existe la posibilidad de coger un tren o taxi desde el aeropuerto, pero el autobús salía más barato, así que nos decantamos por esta opción. 

Nada más llegar a la estación de Termini, nos dirigimos hacia el alojamiento que habíamos alquilado para nuestra estancia en Roma, llamado Aloha Rome 2, una habitación que se encuentra dentro de un apartamento situado a cinco minutos de la estación. Las dos noches nos costaron 40 euros por persona, y teniendo en cuenta que fuimos en julio (en plena temporada alta) la relación calidad-precio estaba muy bien.

Si buscáis algo más económico, os recomiendo quedaros aquí ya que la habitación es súper amplia y limpia, aunque no tiene aire acondicionado y el ventilador estaba averiado, por lo que pasamos bastante calor incluso de noche.

Una vez dejadas las maletas, almorzamos y cogimos el metro desde la parada Victor Manuel hasta Spagna, para visitar una de las plazas más importantes de Roma, plaza de España, donde se han rodado películas tan importantes como "Vacaciones en Roma."

Después, caminamos por la vía Condotti, una calle comercial con las casas de moda más famosas del mundo, como Gucci o Louis Vuitton, para llegar hasta la plaza del Popolo, otra de las más populares de Roma. En esta plaza encontramos monumentos tan importantes como un obelisco egipcio, dos iglesias gemelas (Santa Maria dei Miracoli y Santa Maria in Montesanto), y la iglesia de Santa María del Popolo, en cuyo interior hay incluso dos obras del pintor italiano Caravaggio. 

Dicha plaza se encuentra a los pies de la terraza del Pincio, dentro de la Villa Borghese (uno de los parques más grandes de Roma). Desde esta terraza, podréis disfrutar de las mejores vistas de la ciudad, así que os recomiendo ver cómo se pone el sol desde este lugar tan privilegiado.

Después de visitar la plaza del Popolo, nos dirigimos hacia la plaza Navona, donde descansamos un rato entre sus fuentes, para luego poner rumbo hacia otro de los monumentos más impresionantes de la ciudad, el Panteón. 

Una vez visitado este edificio (la entrada es gratuita), fuimos a tirar la moneda al agua de la Fontana di Trevi, ya que si es verdad la leyenda, nunca está de más volver a Roma. 

Nuestra última parada del día no podía ser otra que llegar al Coliseo, y verlo de noche iluminado, sin duda un auténtico espectáculo. Tras esto, cogimos el metro para llegar al apartamento y reponer fuerzas para el próximo día.

Segundo día

Empezamos el día madrugando ya que queríamos visitar el interior del Coliseo y debido a las colas interminables preferimos ir pronto, e incluso así estuvimos esperando una hora de cola antes de poder entrar. La entrada combinada para el Coliseo, el Foro y el Palatino cuesta 7,50 a jóvenes de la Unión Europea entre 18 y 24 años, pero entrar simplemente al Coliseo solo te costará ¡¡2 euros!!

Tras pasar la mañana visitando el Coliseo, cogimos el autobus enfrente del Monumento a Víctor Manuel II para llegar hasta el Vaticano, otro de los lugares imprescindibles de Roma para visitar, ya seas creyente o no, donde podrás visitar los museos, la mísmisima Capilla Sixtina y la Basílica de San Pedro. 

Monumento a Víctor Manuel II

Basílica de San Pedro

Si vais a Roma en verano y queréis entrar al Vaticano, recordad que tanto hombros como piernas (o al menos hasta las rodillas) deben estar cubiertos, ya que sino no os permitirán entrar a la Basílica. La entrada a esta es gratuita.

Una vez visitado el Vaticano, dimos un paseo hasta llegar al Castillo de Sant'Angelo, y después nos dirigimos hacia el barrio de Trastevere, una zona de Roma llena de vida, con rincones preciosos y miles de bares en los que puedes sentarte a comer en sus terrazas. 

Castillo de Sant'Angelo

Tras haber cenado por Trastevere, cogimos un bus que llevaba a la estación de Termini y dar por finalizada nuestra estancia en Roma. ¡No veo la hora de volver a tirar otra moneda!

Espero que os haya gustado mi mini-guía por una de las ciudades más impresionantes del mundo. Si queréis saber más sobre dónde comer en Roma, podéis pinchar en el link que os redirigirá a otro post en el que os aconsejo sobre este tema. ¡Gracias a todos! 

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