¿Qué sitios no te puedes perder?
Los lugares más turísticos de Rio de Janeiro
Museu de Arte Contemporânea de Niterói (MAC)
Otro de los lugares que visitamos en Rio, y que desde luego no te puedes perder, es el MAC (Museo de Arte Contemporáneo) en Niteroi. En realidad, más que como museo, es conocido por su estilo arquitectónico, pues recibe más visitas para ver el físico de la construcción del arquitecto Oscar Niemeyer, que por las exposiciones que se exhiben en su interior.
A la entrada del mirador, con el original museo de fondo, se presenta una placa informativa que nos explica cual era el concepto del autor, y el significado que le quería dar a la edificación: dadas las maravillosas vistas que presentaba el mirador, decidió levantar un edificio sobre un pequeño punto de apoyo que dejase libertad a los turistas para visitar la zona, dando la apariencia al edificio de una flor que surge en la roca donde se sostiene.
Aunque es cierto que aparentemente parece poseer gran ligereza, el obra del autor ha sido comparada en ocasiones con un ovni, debido quizá a la estructura tan moderna de marcadas líneas circulares que dan esa similitud a un platillo volante.
Bien sabido es por los arquitectos o aspirantes a ello, que al autor del museo le gusta experimentar con formas poco coherentes e innovar en la mayoría de sus construcciones. Yo no soy arquitecta, pero como lugar turístico que es recomiendo informarse un poco acerca de qué te ofrece el MAC de Niterói antes de visitarlo. Por ello adjunto un link de su web oficial que puede ser de utilidad.
http://www.macniteroi.com.br/
Dicho museo, se sitúa en la ciudad de Niterói, también perteneciente al estado de Rio de Janeiro, a unos 5 km de esta ciudad. Está ubicado en un mirador (Mirante da boa Viagem) por lo que además de constituir una obra original digna de ver, el mirador sobre el que se levanta, ofrece unas vistas preciosas, y aunque no desde tan alto como los dos lugares anteriores que he nombrado, desde luego igualmente increíbles, ya que además de conseguir ver gran parte de la ciudad de Niteroi, la vista alcanza a divisar el Pao de Azucar y el Cristo de Corcovado. Puede resultar curioso ver la ciudad de rio desde el otro lado de la Bahía, una vista que no estamos acostumbrados a observar desde ningún documental o reportaje fotográfico de la ciudad.
A pesar de ese aspecto de ligereza que ofrece, tiene unos 16 metros de alto y una cúpula de 50 m.
Por fuera, se ubica una amplia rampa circular de 98 metros, que lleva hacia la puerta de entrada al museo. Una vez en la entrada uno se encuentra la recepción, muy pequeña, y como una pequeña sección dedicada a la venta de productos del museo, desde libros del ingenioso arquitecto, hasta réplicas en miniatura del museo. Una vez compradas las entradas quedan dos pisos en la parte superior para visitar, en los cuales se pueden observar diferentes exposiciones, que evidentemente van cambiando cada cierto tiempo.
La mayoría de visitantes que recibe el museo, coinciden en opinar que merece la pena por ver la estructura original y modernista, sobre todo si eres fan de la arquitectura o te dedicas a ello, más que por las exposiciones que se exponen dentro, que suelen carecer de atractivo. Sin embargo, en mi opinión personal, cuando yo estuve, a pesar de que no soy muy amante de la fotografía, en la galería exterior se exponían unas fotos de la vida real en Rio de Janeiro, de las clases más humildes y su estilo de vida, y de cómo le sonreían felizmente a la vida. Además los textos que acompañan esas frases, dan que pensar.
En la primera planta de exposiciones, nos encontramos una exposición para los amantes de la fotografía, de variedad de registros fotográficos hechos con cámaras instantáneas enmarcados en grandes cuadros que le daban más protagonismo a las fotos (no puedo dar más datos dado que mi entendimiento de fotografía es muy limitado). Lo que llama la atención es la amplitud de la sala circular y que no existe una sola viga en su interior para sostener el peso de la construcción.
En una segunda planta, hay un pasillo de exposiciones con una capacidad para 70 personas. Desde la galería toda la pared está formada por ventanas lo que permite contemplar las vistas de la ciudad, de la Bahía Guanabara y como comentaba antes, de la ciudad de Rio incluyendo el Pao de Azúcar y el Cristo de Corcovado.
Además de todo esto, como no podía ser de otra manera, también hay un restaurante e incluso un auditorio para 60 personas. El acceso está fuera del museo, en el mismo mirador de Boa Viagem.
Para llegar a la ciudad, a pesar de situarse a 5 Km, debes recorrer 14 km por el famoso puente que comunica las dos ciudades, si tu elección es ir en autobús.
Debes tener en cuenta que puede haber atascos, y si el camino de por si puede demorar, con tráfico puedes perder un tiempo importante. Los autobuses salen cada hora desde la Plaza XV y te dejan en Niterói en la Plaza Arariboia, desde donde puedes ir andando perfectamente hasta el museo ya que está muy cerca, unos 15 minutos andando (o 25 si eres como nosotros y te desvías para conocer la zona y paras para hacer fotos de turisteo).
Otra de las maneras que tienes de acceder, es ir en ferry, pues es también un medio muy transitado entre los habitantes durante todo el día. Además, el paseo ofrece algo diferente, cruzando el mar desde una ciudad a otra. Los horarios del ferry son bastante frecuentes, por lo que no es algo que deba condicionar tu plan del día.
El trayecto en Ferry está abierto al público desde las 5:30 hsta las 23:30 en periodos de 20 minutos, por ello que su salida es bastante frecuente. El precio del viaje es de 4.5 reales.
La visita el MAC no te lleva tanto tiempo como ir al Cristo o al Pao de Açucar, puedes hacerlo todo y estar de vuelta en Rio en una mañana o en una tarde.
Los horarios de las exposiciones de martes a domingo son de 10 a 18h, mientras que para visitar el patio exterior está abierto una hora antes, a las 9h. El precio de la entrada, para poder disfrutar de las exposiciones es de 6 reales.
