Viaje a Islandia IV

En nuestro penúltimo día pusimos rumbo hacia Reykjavik, pero esto después de haber visitado lo que nos quedaba pendiente de la zona. La misma noche antes de partir a la capital, descubrimos un lugar que podríamos visitar, el río Hvíta. Este río es blanco y procede de la ya mencionada cascada Gulfoss. La verdad es que es uno de los sitios más curiosos que he visitado y me gustó mucho tanto por el paisaje, como por la tranquilidad y paz que se respiraba. No había absolutamente NADIE, sólo nosotros, y me encantó poder estar solos en un lugar tan abarrotado de turistas. Pudimos entender el porque de la soledad por la carretera más corta, no había más que baches y era muy estrecho, por lo que pocos autobuses podían llegar hasta tal punto. Pues eso, un sitio que merece la pena.

De camino a Reykjavik teníamos una parada obligada, el parque nacional Thingvellir (Þingvellir en Islandés). Este es el punto en el que se juntan la placa tectónica norteamericana y la europea. La verdad es que es muy bonito pero había visto unas fotos que poco tenían que ver con el sitio, por lo que puedo decir que me llevé un poco de decepción. Aún así me gustó, solo que esperaba otra cosa.

Después de esto ya definitivamente nos fuimos hacia Reykjavik. Fue un camino bastante largo y más largo fue encontrar el alojamiento. Pero llegamos.

Después de dejar las cosas fuimos a dar una vuelta por la ciudad que estaba casi oscura, y empezamos a conocer el ambiente de la capital islandesa. La verdad es que no estuvimos mucho por la calle ya que estabamos bastante cansados del cúmulo de todos los días, así como por estar conduciendo todos los días.... más o menos 5 horas, o más.

El día siguiente teníamos que entregar el coche en el Aerpuerto a eso de las 20h de la tarde. Por tanto, a la mañana, nos dimos una vuelta por Reykjavik, esta vez sí, visitando lugarés de interés como la famosa Iglesia (que he de decir, que en fotos parece muchíiiiiiiiisimo más grande) o el puerto.

Tras pasear por la ciudad y también ver que existe un museo de penes....pusimos rumbo a la famosa Blue Lagoon. Piscinas termales de agua natural que dicen que curaron la psoriasis a un enfermo... quién sabe si es erdad pero se ha convertido en un  must. Es verdad que es caro pero está bien para relajarse tras todo el viaje y pasar un rato divertido con las mascarillas que se ofrecen, con la sauna, los chorros de agua, el bar (caríiiiisimo)... Se pasa un buen rato. A la salida se entrega el chip que se lleva durante las horas dentro y se paga lo que seque se haya consumido, como un refresco o una mascarilla.

http://www.bluelagoon.com/

Después de todo esto y de que el pelo se me quedara muy seco (y meses después, así sigue... :( ) nos fuimos hacia al aeropuerto a dejar el coche.

Y aquí vino el final feliz... el del alquiler de coches llegó tarde, y además de estonos cobró 200€ por una raja que YA ESTABA en el coche. Bueno, pues gracias a una de mis compañeras que les pus una crítica durísima en tripadvisor, nos pidieron que por favor la quitaramos y que nos devolverían el dinero. Por tanto, consejo, si algo os parece mal, expresarlo publicamente que puede que os recompensen. 

Dormimos en el aeropuerto durante esa noche, que fue la verdad de lo más divertida, y pusimos rumbo a Copenhage con casi 3h de retraso.... Pero bueno, el viaje fue INMEJORABLE y lo repetiría mil y un veces.