Viaje a Islandia

Islandia es alucinante, y eso que solo pudimos ver la parte sur de la isla.

En octubre del año 2016, tres amigos y yo partimos a Islandia con el objetivo de ver lo máximo que se pueda en 5 días. Cogimos el avión desde Copenhague (nos comimos5h de tren nocturno sin wifi y con mucha gente). Llegas al avión con la emoción de llegar cuanto antes, con las ganas de ver la isla desde arriba y de poder disfrutar de los asombrosos paisajes que dicen que hay en Islandia. FAIL. Estabamos llegando y había más nubes que nada, nubes bajas... encima. No pudimos ver absolutamente nada, solo la pista de aterrizaje. No fue el mejor recibimiento, pero las cosas fueron a mejor más adelante.

Nos bajamos y ya empezamos a ver el panorama de la tarde-noche: nubes.

Cogimos el 4x4 que habíamos alquilado, por el que pagamos un dineral y parecía un coche enorme. Pues no, era un coche muy pequeño pero suficiente como para poder meternos en caminos complicados (que los hay, y muchos, por eso asegurad que cogéis un 4x4). Como pudimos, metimos las cinco maletas que llevabamos y pusimos rumbo al primer destino, que estaba cerquita de Jokursarlon (unas 5/6 horas en coche). Iba yo conduciendo y solo una vez había tenido tanto miedo en la carretera (en Albania y Kosovo), pero esta vez fue también terrorífico. Una lluvai espantosa, unas nubes que no dejaban ver nada. Pero no me preguntéis como, llegamos a nuestra cabaña -enorme y preciiiiiiosa-, que estaba en medio de la nada, como todo en Islandia, pero tenía unas vistas espectaculares.

Nos fuimos a dormir y a la mañana siguiente me desperté la primera. Esque madrugo la que más y me salí fuera a sacar unas fotos sin llaves. Pues primer problemilla aparte del coche, quedarme fuera sin llaves a las 6 de la mañana y con un frio del copón. Como loca, me puse a llamar a la puerta hasta que se asustaron y me abrieron. Bueno pues a partid de ese momento nos preparamos pusimos rumbo a Jokursarlon.

En el camino, paramos como mínimo unas 10 veces para sacar fotos porque merecía la pena parar cada 2 metros.

Al final, llegamos a Jokursarlon y con el viento en nuestra contra pudimos ver lo impresionante de la playa negra con trozos de hielo enormes y un glaciar muy grande detrás. Había una parte, la que daba al mar y la que daba al glaciar. En el lado del glaciar había enormes piezas de hielo en un lago (en el que siempre hay focas pero casualidad no había cuando fui yo). Era realmente precioso.

Después, fuimos a visitar una cascada llamada Svartifoss. También era preciosa y nos fuimos con una sensación genial y con muchas ganas de ver el resto del sur de la Isla.