Días 11, 12 y 13: las islas Phi Phi
El viaje por el norte de Tailandia fue muy intenso y lleno de emociones. Había llegado por tanto el momento de ir a relajarse en el bonito mar tropical.
El vuelo desde Chiang Rai a la isla de Phuket duró dos horas y llegamos con un poco de retraso; dado que debíamos coger por supuesto el último ferry para las islas Phi Phi, pedimos al conductor del taxi que fuese deprisa y lo hizo. Fuimos dando tumbos y muy rápido hasta llegar al aeropuerto con ese conductor loco y temerario. ¡Al menos llegamos a tiempo!
Dejamos la isla de Phuket porque era demasiado grande y masificada de turistas y preferimos quedarnos en una isla más alejada. después de otras dos horas de ferry habíamos llegado por tanto a nuestro destino a la isla principal Ko Phi Phi Don. Laorilla de Ton Sai estaba completamente ocupada por una aglomeración caótica de tiendas, restaurantes y resorts que destrozan bastante la atmósfera exótica pero por suerte el resto de la isla estaba practicamente deshabitada.
Después de una merecida noche de descanso, estábamos listos para explotar las playas paradisiacas de la isla. Esto fue lo que hicimos en los tres días siguientes dedicados al relax:
Primer día de relax: tour por las playas en barca
Antes de elegir la playa en la cual descansar durante todo el día, teníamos que ver todo de forma que pudiésemos elegir mejor la que fuese más bonita, por lo que, ¿por qué no hacer un bello tour en barca por las islas?
La tarde anterior habíamos conocido a una pareja de Campania que se habían querido unir al tour con nosotros; de esta forma podíamos dividir mejor los gastos. Después de haber negociado un poco con los barqueros locales elegimos al simpático y amable Lo como guía y empezamos a navegar por las espléndidas aguas turquesas en una embarcación típica de madera cubierta de una lona. Aquí os dejo las playas que vimos, extremadamente diferentes las unas de las otras.
Loh Moo Dee Beach
En cuanto pasamos la punta del cabo meridional de Ko Phi Phi Don, el abarrotado puerto de Ton Sai desapareció y nos encontramos en la paz más absoluta. La primera playa en la que atracamos fue la de Loh Dee Beach y estaba completamente desierta y emarcada por palmeras y selva. ¡Un verdadero paraiso!
Toh Koh Beach
En este punto nos detuvimos en la costa porque así podíamos bucear por la barrera de coral. Lo nos facilitó las máscaras de snorkel y pudimos sumergirnos en medio de miles de peces amarillos.
Pak Nam Beach
Esta larga bahía presenta algunos restaurantes y es un lugar perfecto para caminar por la arena y para balancearse en las hamacas a la orilla del mar. Aquí nos paramos un poco más para comer algo. Yo en particular no tenía mucha hambre debido a las altas temperaturas y preferí coger como otras muchas veces un batido fresco de frutas.
Nui Bay
A continuación, pasamos delante de las playas de los espectaculares resorts como Loh Ba Kao Beach y Laem Tong beach, rodeamos la punta norte de la isla y bajamos al otro lado. En un momento, pasando más allás de una gigantesca roca imponente sobre el agua, apareció la bella Nui Bay con una pequeña playita. Aquí también buceamos.
Monkey Beach
Probablemente mi playa preferida, esta zona de la costa protegida por una pared rocosa apunta hacia el norte y ofrece bastante agradable sombra. Como sugiere el nombre, esta playa forma parte de un área protegida para los monos por lo que es normal ver algunos andando por la playa curioseando en las mochilas de los turistas. También los monos son animales que me fascinaron un montón durante estas vacaciones. Además, la paya es blanquísima y con la arena completamente fina hacia el punto de ser suave, perfecta también para construir mis magníficos castillos de arena.
Wang Long Bay
Esta, en cambio, es la playa más escondida y remota de la isla Ko Phi Phi Don. Para llegar hace falta pasar con la barca através de una estrecha abertura en la gran pared rocosa para llegar a este embarcadero que parece casi un pozo escavado en la montaña. ¡Un lugar realmente sugestivo!
La isla de Ko Phi Lay
La última parte del tour estuvo dedicado a la pequeña Ko Phi Phi Lay, completamente deshabitada y poco distante de la isla mayor de Ko Phi Phi Don. Por desgracia, en aquel periodo las autoridades del parque de las islas no permitían el acceso a las playas de esta islita, por lo que como mucho podíamos bañarnos en la bahía sin bajar a la playa. Por ello, pasamos delante de la gigantesca gruta Viking Cave, nos bañamos en la base de agua de color verde brillante de la Pileh Bay y finalizamos el paseo buceando a lo largo de la famosa Maya Bay.
Volviendo al atardecer hacia Kho Phi Phi Di hicimos fotos espectaculares sobre la barca. ¡no estuvo nada mal ese primer día!
Segundo día de relax: como auténticos snobs en Rantee Beach
Durante el paseo en barca nos fijamos en una tranquila playa, la Rantee Beach, inmersa en el naturaleza y al mismo tiempo forma parte de la estructura de un bonito resort de lujo con cabañas por el lateral boscoso de la isla, por lo que dicidimos pasar el segundo día allí. En teoría la playa era privada y reservada a los clientes del resort pero no hicimos caso y disfrutamos del mar y de las bebidas frescas en la playa como la gente vip.
A la vuelta cogimos el sendero que subía hasta el Viewpoint, el punto panorámico más alto de la isla, y disfrutamos del espectacular atardecer en el embarcadero con las nubes y el cielo de esos colores intensos. Tuvimos que protegernos de un fuerte y rápido chaparrón pero luego pudimos seguir el descenso hasta nuestro resort. Estos lugares elevados recuerdan a las fotos de la tragedia del tsunami del 2004 y hay todavía a dia de hoy caminos de emergencia que conducen a los lugares más altos de la isla.
Tercer día de relax: Long Beach y vuelta a Phuket
El último día de playa en las islas Phi Phi decidimos quedarnos en una cercana a donde atracaba el ferry, que es la Long Beach. Desde aquí hay una bonita vista de la bahía de Tonsai, de las pitorescas barcas puestas en fila sobre la playa y, más a lo lejos, la isla de Phi Phi Lay.
A las tres de la tarde cogimos el ferry de vuelta y una vez en Phuket fuimos hasta el hostal en Patong Beach. De aquella tarde recuerdo una buena cena con pescado con Lisa, una señora china muy cordial y atenta con sus clientes que gestionaba ese pequeño restaurante al aire libre increiblemente bueno.
En los dos días siguientes estuvimos escondidos por segunda vez medio de la nada en una isla desierta. Descubre en qeste artículo donde fuimos.
Galería de fotos
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- Italiano: Giorni 11, 12 e 13: le isole Phi Phi
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