Viaje escolar de 7 días, segunda parte: Praga

Después de tres horas y media llegamos a la hermosa ciudad de Praga. Nuestro hotel estaba situado en el centro de la ciudad. Era un enorme edificio de cristal con muchos pisos y una decoración muy lujosa. Estábamos muy cansados de los días anteriores y del viaje en autobús y también tuvimos que esperar un rato hasta que pudimos coger las llaves para ir a nuestras habitaciones.

Nos duchamos, dejamos nuestro equipaje y luego bajamos a la recepción para decidir qué haríamos a continuación. Todo el mundo estaba muy cansado, así que fuimos a un supermercado a comprar unas cervezas y volvimos al hotel y nos quedamos allí para relajarnos. Nos fuimos temprano a la cama porque teníamos que levantarnos temprano a la mañana siguiente.

A la mañana siguiente nos levantamos temprano para desayunar en el hotel. El bufé era enorme y había todo el tipo de comida, desde huevos y cereales hasta arroz, salchichas, muchos tipos de zumos y pasteles. Teníamos mucha hambre, así que probamos un poco de todo lo que había en el bufé, incluso el arroz.

Después del desayuno, estábamos listos para explorar la ciudad. El clima era soleado y cálido, así que decidimos pasear por la ciudad y disfrutar del día.

Antes de comenzar nuestro tour, tuvimos que cambiar algo de dinero porque la moneda de la República Checa no es el euro, sino la corona checa. La mayoría de nosotros cambiamos 50 euros, que eran más o menos 1700 coronas. Con ese dinero, pudimos comprar muchas cosas, comer e incluso pasar tres días enteros en Praga.

Después de eso, decidimos visitar el mundialmente famoso Hard Rock Café. El edificio era viejo pero renovado y parecía de otra época. El interior estaba hecho de madera y muy bien decorado. En las paredes, se pueden ver retratos de bandas de rock famosas como los Rolling Stones, los Beatles, etc. En el techo, había colgada una gran lámpara de araña decorativa en forma de guitarra gigante. Nos sentamos allí y nos tomamos una taza de café caliente y sacamos muchas fotos increíbles con los retratos y la guitarra. Cada Hard Rock Café tiene también una tienda de souvenirs donde se pueden comprar muchas cosas, desde camisetas hasta tazas y llaveros. Decidimos comprar camisetas que llevaban el logo de Hard Rock Café Prague, de recuerdo. También compré una gorra para regalársela a mi cuñado. Al final, encontramos a la salida del Hard Rock Café una verdadera moto Harley Davidson que estaba allí de pie como adorno, y le sacamos muchas fotos fingiendo que la estábamos conduciendo.

En la entrada del Hard Rock Café.

Más tarde, ese mismo día, tuvimos que comer algo, así que fuimos al centro de la ciudad a buscar un restaurante. Finalmente, vimos un KFC y un Burger King y fuimos a comer allí. Decidimos pedir alitas de pollo y hamburguesas, pero todo estaba tan picante que no pudimos terminar nuestra comida y nos quedamos un poco hambrientos al final.

Cuando llegamos allí, abrí mi cartera para pagar, pero me di cuenta de que mi dinero no estaba allí y que alguien me lo había robado. Entré en pánico porque no sabía cuándo había ocurrido. Nuestro guía nos había advertido antes de los robos y carteristas, pero nunca pensé que me pasaría a mí. Afortunadamente mis amigos tenían más dinero y, por supuesto, me prestaron dinero para pasar el resto de los días en Praga. Comimos y luego volvimos al hotel para ducharnos y prepararnos para la noche.

Esa misma noche estábamos listos para salir. Nuestra guía de viajes nos habló de una discoteca famosa de Praga que estaba en un bloque de apartamentos en el centro de la ciudad. El edificio tenía cuatro pisos y un sótano y en cada piso había diferentes tipos de música. En la primera planta se puede bailar al ritmo de la música comercial que se escucha hoy en día como Rihanna, Beyonce, Lady Gaga, Justin Timberlake, Shakira, etc. En el segundo piso se podía escuchar hard rock, metal rock, indie rock, punk rock, etc. El tercer piso era muy popular y muy concurrido porque tenía música electrónica, deep house, trance, psicodélico y techno. El cuarto piso era algo así como un museo dedicado a diferentes tipos de música, pero estaba cerrado ese día por lo que no pudimos visitarlo. El sótano del edificio estaba dedicado al hip-hop y al rap y también estaba muy concurrido. Queríamos explorar todos los pisos y «sentir» todo tipo de música. Fue una experiencia extraordinaria que pudiéramos escuchar todos estos tipos de música en un solo lugar porque Tesalónica no tiene ningún lugar similar. Nos quedamos allí toda la noche y al amanecer salimos para ir a nuestro hotel y dormir. El sol ya había salido.

En nuestro segundo día en Praga, nos despertamos tarde. Teníamos resaca de la noche anterior porque habíamos bebido un par de cervezas de más. Bajamos al comedor del hotel para comer y recuperarnos. Ese día el tiempo no nos acompañó y más tarde por la noche empezó a nevar. Nos quedamos en el hotel hasta la tarde y luego dimos un paseo por la ciudad. Visitamos muchas tiendas pequeñas para comprar recuerdos y regalos para nuestros amigos que no pudieron venir con nosotros y también regalos para nuestros padres y seres queridos. Después de comprar los regalos, caminamos por el centro histórico de la ciudad de Praga y visitamos el conocido puente de Carlos. Nuestro guía nos habló de la historia del puente de Carlos, que es muy interesante. El puente se construyó con arenisca de Bohemia y se dice que se mezclaron yemas de huevo en el mortero para reforzar la construcción del puente. No hay evidencia de que esto sea cierto o sólo una leyenda, sin embargo, ¿cómo se puede explicar que el Puente de Carlos haya sobrevivido a tantas inundaciones hasta hoy en día? Lo más emocionante fue que las estatuas que decoraban el hermoso puente de Carlos tenían pequeñas figuras en sus bases que se suponía te traían buena suerte si las tocabas. Así que sacamos muchas fotos para recordar nuestros momentos allí y, por supuesto, la impresionante vista de la ciudad de Praga.

Vistas impresionantes del río Moldava.

Vistas impresionantes del río Moldava, parte 2.

Más tarde por la tarde pudimos visitar la conocida Ópera Negra de Praga. Vimos un espectáculo de tres horas. El tema del espectáculo fueron los sentimientos humanos representados a través de las condiciones climáticas. Por ejemplo, el sentimiento de alegría estaba representado por actores que estaban vestidos como el sol o el sentimiento de tristeza estaba representado por la lluvia y el trueno. Fue una experiencia maravillosa y los actores del espectáculo querían que a veces fuéramos parte del espectáculo. Al final de la obra nos sacamos muchas fotos con los actores y pudimos subir al escenario y pedir autógrafos.

Mientras veíamos la obra, algunos amigos nuestros no vinieron con nosotros y decidieron dar un paseo por la ciudad. Vivieron una situación muy mala en las calles de Praga. Mientras caminaban, unas personas intentaron venderles droga. Estaban muy asustados y empezaron a correr porque no sabían qué más hacer. Más tarde, cuando nos hablaron del incidente, no podían creer que fuera tan fácil para los traficantes de drogas caminar junto a ti en la acera y ofrecerte comprar drogas. Ese día ya era tarde y teníamos que volver a nuestro hotel. Todos estábamos muy cansados y teníamos otra situación con la que enfrentarnos. Algunos de nuestros amigos se habían perdido en la ciudad y llegaron muy tarde al punto de encuentro. Nuestros profesores estaban muy ansiosos porque no podían comunicarse con ellos por teléfono, pero después de mucho tiempo, finalmente los encontraron. Después del largo día que tuvimos, estábamos listos para regresar a nuestro hotel, cenar y relajarnos.

El último día de nuestro viaje ya había llegado. Nos despertamos una vez más temprano, hicimos las maletas y estábamos listos para irnos. Nuestro destino final antes del regreso era un pequeño pueblo tradicional de la República Checa no muy lejos de Praga, llamado Karlovy Vary. Este pueblo es conocido por sus baños termales y productos de belleza. Según dicen, los productos de belleza locales como las cremas de manos o las lociones corporales sin ningún producto químico adicional son muy buenos para la piel. Además, Karlovy Vary es conocida por las limas hechas a mano para las uñas de las manos y de los pies. Se pueden encontrar en las tiendas locales en diferentes tamaños y colores y su precio es muy asequible. Visitamos los baños termales y compramos cremas de mano como recuerdo. Tienen un olor y una textura muy agradable y en ese momento nos aliviaron mucho las manos frías.

Después de un par de horas de compras en el mercado, teníamos hambre y queríamos probar la cocina local. Nuestro guía nos informó sobre un restaurante tradicional que servía platos de carne de animales silvestres como ciervos, corzos, jabalíes, etc. Pedí el ciervo con salsa de ciruela y fue increíble. Nunca había probado algo así en mi vida. También probamos un tipo de vino tinto de la región que estaba delicioso.

Por la tarde tuvimos un par de horas más para divertirnos antes de que tuviéramos que ir al aeropuerto para tomar nuestro vuelo de vuelta a Grecia. Recorrimos las hermosas calles de Karlovy Vary. Había nevado y todo estaba blanco y frío y era como si estuviéramos en un cuento de hadas. Hicimos muchas fotos en la nieve e intentamos construir un muñeco de nieve, pero no tuvimos mucho éxito. Era hora de irnos al aeropuerto y estábamos un poco tristes porque nuestro viaje iba a terminar.

Praga cubierta por una capa de nieve.

Llegamos al aeropuerto de Praga después de una hora de viaje y facturamos nuestro equipaje. Llegó la hora de nuestra despedida y todos subimos al avión. El vuelo esta vez no fue tan divertido porque hacía mal tiempo y no estábamos de humor para volver a clase el lunes después de un viaje tan increíble. Después de un par de horas, aterrizamos en el aeropuerto de Tesalónica y nuestros autobuses estaban allí para llevarnos al patio del colegio, donde nuestros padres estaban esperando que regresáramos.

Al día siguiente era lunes y todos volvimos a clase para seguir con nuestra rutina diaria.

¡Nunca olvidaré este viaje de siete días con mis compañeros de clase!