Mis tres días en la isla de Terceira, las Azores

Terceira forma parte de las islas Azores y se dice que fue la tercera que se descubrió de este archipiélago. La isla también fue una parada importante para los navegantes en tiempos de descubridores y mercaderes. Además, cabe mencionar las numerosas guerras que hubo en ella, tanto con piratas o con otros países, sobre todo en la capital de Terceira.

Esta isla es ligeramente diferente a las demás y a São Miguel. Es bastante llana y no tan montañosa como las demás, aunque en ella hay varios conos volcánicos. Terceira es una isla pequeña y tranquila que atrae a aquellos turistas que buscan calma porque es fácil sentirla aquí. ¡Es un lugar de completa serenidad!

Mi novio y yo decidimos visitar Terceira durante un par de días y explorar qué tenía que ofrecernos. Tras crear un mapa y hacer un plan detallado de nuestro viaje, hicimos las maletas y viajamos hasta la isla de la tranquilidad.

¿Cómo llegar a Terceira?

Llegamos a Terceira en un pequeño avión desde São Miguel, el vuelo duró unos 40 minutos. Sin embargo, podéis llegar hasta ella desde casi cualquier aeropuerto de Portugal, Reino Unido o Alemania. Hay muchísimas opciones entre las que elegir, sobre todo en las aerolíneas de bajo coste. Por ejemplo, Ryanair ofrece vuelos desde Oporto y Lisboa a las Azores y también opera regularmente a las islas desde Reino Unido. También podéis viajar con TAP air Portugal, pero os recomiendo que miréis siempre los vuelos de Ryanair porque suelen ser más baratos.

Otra opción es la aerolínea de las Azores: SATA Azores. Tiene vuelos directos a las islas desde Estados Unidos y Europa. Además, ofrecen vuelos diarios a todas las islas Azores, así que podéis viajar entre ellas. Incluso te ofrecen la opción de darte un vuelo gratis a cualquier isla de las Azores si haces una escala de más de 24 h en cualquiera de ellas. Simplemente tenéis que solicitarlo en los mostradores o a través de su contacto en la página web.

¿Qué tiempo hace en Terceira?

El tiempo en Terceira es igual que en el resto de las Azores: impredecible. Esto significa que podéis esperar que llueva mucho, que haga sol, que después el cielo se nuble en toda la isla y que quizá no veáis el sol durante días. Sin embargo, es algo que aquí ocurre con normalidad. No esperéis que haga frío porque no lo hará: la temperatura durante todo el año se mantiene en los 20 ºC. Por ello, se puede decir que el tiempo aquí es bastante agradable, pero estad preparados para lo que pueda pasar.

¿Cómo moverse por Terceira?

Seré sincera: ni os planteéis usar el transporte público. Si queréis moveros por las Azores, es mejor hacerlo en coche, es más rápido y adecuado. Cuando llegamos a Terceira, no teníamos nada planeado y el alojamiento que habíamos reservado estaba casi en el medio de la isla. Tuvimos que pensar rápido qué hacer. En el aeropuerto, vimos varias de las empresas de alquiler de coches más famosas que nosotros solemos usar cuando no queda más remedio. Buscamos en Google y encontramos una empresa local de alquiler de coches que también tenía oficina en el aeropuerto, pero más alejada del resto.

Tuvimos suerte porque no esperamos mucho para que nos dieran un coche, como sí le ocurre a otras personas. Además, no era demasiado caro y ofrecían la opción de no dejarles fianza, as´que hicimos muy buen trato. ¡En poco tiempo estábamos en nuestro alojamiento!

¿Dónde quedarse en Terceira?

Terceira es una isla muy tranquila. Si os quedáis aquí, estaréis bien en cualquier lado. Sin embargo, os sugiero que busquéis campings porque muchos de ellos tienen todas las comodidades posibles. Nosotros nos quedamos en un pueblo llamado Agualva y acampar allí fue increíble. Eran unas cuantas casas pintadas de verde y amarillo, las habitaciones eran grandes y estaban limpias, tenían salón y una cocina espaciosa bien equipada, además de una barbacoa en el jardín. También tenían al mejor perro del mundo, Ramón, que nos seguía a todas partes.

¿Qué y dónde comer?

En nuestra estancia, optamos por cocinar nosotros mismos, pero también probamos un par de restaurantes de la isla. El restaurante Marisqueira Sabores do Atlântico estaba cerca de nuestro alojamiento en Agualva, así que fuimos una noche. Era un auténtico restaurante portugués lleno de platos recién hechos con pescado fresco. Recuerdo que pedimos una sopa de pescado que estaba muy rica. Después nos sirvieron un plato principal con bacalao y lo compartimos porque era una ración bastante grande.

Cuando fuimos a Angra do Heroísmo, comimos en el restaurante Cais d'Angra donde probamos unas de las mejores lapas a la planta. Nos atendieron muy rápido, nos sirvieron casi inmediatamente y pudimos disfrutar de la comida junto a las vistas de la bahía de esta ciudad.

Sin embargo, como queríamos cocinar nosotros, probamos a hacer unos filetes de besugo rojo en nuestra barbacoa del alojamiento y los acompañamos con una ensalada de papata. Es un pescado muy dulce y sin duda fue mi favorito. Los demás días probamos otros pescados que vendían en las pescaderías de los supermercados Continente más cercanos al alojamiento. Sin embargo, un día decidimos hacer hamburguesas de ternera. ¡Estaban increíblemente buenas! ¡Deliciosas!

Día 1 en Terceira

El primer día de viaje no tuvimos mucho tiempo para explorar porque era casi mediodía cuando llegamos al alojamiento, pero intentamos visitar los lugares más cercanos a Agualva.

Praia da Vitória

Fuimos a Praia da Vitória para ver la la playa y relajarnos un rato porque habíamos madrugado mucho para coger el vueo y estábamos cansados. Tardamos 15 minutos en coche desde el alojamiento, así que en nada y menos estábamos allí. Después dimos un paseo por esta colorida ciudad y visitamos el mirador del Monumento do Imaculado Coração de Maria, desde donde se podía ver toda la ciudad.

Mirador da Serra do Cume

Más tarde fuimos al mirador da Serra do Cume, desde donde se ve la zona este de la isla, así como la ciudad de Praia da Vitória. Es una zona muy bonita y tranquila de la isla y creo que es el lugar óptimo para ver atardeceres y amaneceres.

Piscinas naturales de Biscoitos

Más tarde fuimos a las piscinas naturales más cercanas, las de Biscoitos, para ver si podíamos nadar allí porque el agua estaba muy fría en Praia da Vitória. Aunque las piscinas estaban muy bien y separadas del resto del océano, el agua también estaba fría, así que decidimos olvidarnos de nadar y volvimos a nuestro alojamiento.

Sorprendentemente, en nuestro viaje de vuelta a Agualva, tuvimos que detenernos porque no podíamos pasar con el coche porque había muchísima gente en el pueblo. Aparcamos y nos quedamos un poco sorprendidos porque la gente estaba gritando y corriendo. Nos sorprendió mucho ver que lo que había era una tourada à corda, una fiesta tradicional con toros en esta zona. Al principio me asusté mucho y quise correr también, pero después decidimos quedarnos a verlo. La gente hizo una especie de círculo alrededor del toro y le provocaban con una tela roja. Había personas de todas las edades, los más jóvenes estaban agarrados a las vallas más altas de las casas o subidos a los árboles para no salir heridos.

Este espectáculo duró una media hora. Después volvimos al coche para poder regresar a Agualva. Más tarde, nuestro anfitrión nos contó que las corridas de toros forman parte de una antigua tradición de Terceira y que este tipo de eventos se hacían todos los años. Si queréis ver una corrida de toros real, podéis visitar la isla de Terceira entre mayo y octubre y seguro que podéis disfrutar de una en una de las muchas ciudades.

Día 2 en Terceira

El segundo día decidimos ir a hacer senderismo y a visitar la mayoría de parqrues naturales de Terceira. En uno de ellos visitamos incluso el punto más alto de la isla, desde donde pudimos ver el resto de islas Azores.

Mirador da Serra de Santa Bárbara

Empezamos el día visitando el punto más alto de la isla, desde donde vimos el resto de las islas del archipiélago. A la derecha vimos Graciosa y a la izquierda São Jorge, Pico y Faial. Sin embargo, no llegamos hasta lo más alto porque nos hubiera quitado mucho tiempo y queríamos ver otras cosas ese mismo día, así que nos desplazamos en coche hasta nuestro siguiente destino.

Reserva Florestal Natural Parcial do Biscoito da Ferraria

Después caminamos un poco en uno de los parques nacionales de Terceira, que es donde está uno de los volcanes dormidos: Pico Alto. En este parque podéis ver la flora de las Azores en todo su esplendor y disfrutaréis de la calma de la isla al máximo.

Lagoa das Patas

Después, paramos en el lago de los patos, donde se pueden hacer barbacoas o simplemente descansar un poco en las muchas zonas habilitadas para ello. Es un lago artificial en medio de la isla y está habitado principalmente por patos. El parque también tiene una capilla muy bonita a la que podéis ir si seguís las escaleras.

Furnas do Enxofre

Lo último de nuestra lista eran las furnas do Enxofre, una de las rutas obligatorias de la isla de Terceira. Por el camino veréis muchos minigéiseres de sulfuro, pero no os preocupéis, es un lugar seguro. Durante el recorrido, mi novio encontró las famosas moras rojas de las Azores, ¡así que estad atentos!

Día 3 en Terceira

En nuestro último día, queríamos ver cuantas más cosas, mejor. Lo primero que hicimos fue ir a la ciudad más grande de la isla porque queríamos ver unas cuevas muy famosas que abrían sobre las 14 h.

Angra do Heroísmo

La capital de Terceira es una de las ciudades que antes se fundó en la isla. Es famosa porque una vez fue la capital del archipiélago, la residencia del arzobispo de las Azores y donde estaban algunas instituciones importantes. Además, también fue el puerto más importante para los viajeros en su regreso de África y las Indias. Actualmente, Angra do Heroísmo es famosa por tener sus tradiciones culturales intactas, al igual que sus monumentos históricos. Es un lugar Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Me encantó esta ciudad porque está llena de color y tiene unas callejuelas estrechas que añaden una belleza especial a este lugar. También está llena de jardines y miradores desde los que se puede ver toda la zona y la colina de la ciudad. Fuimos a Alto da Memória, un memorial a la guerra civil que hubo aquí. Desde allí tuvimos una de las mejores vistas de la ciudad, Monte Brasil y el océano. Sin embargo, no fue nada fácil llegar hasta allí, es bastante empinado y hay que subir mucho. Después visitamos la estatua de Vasco de Gama, que está cerca de la iglesia da Misericórdia y del puerto de la ciudad. En frente de la iglesia, hay una fuente preciosa donde podéis hacer unas fotos preciosas antes de subir hasta este edificio.

Monte Brasil

Cuando estuvimos en Angra do Heroísmo, nos aseguramos de visitar Monte Brasil, una de las mejores zonas verdes de la isla. El camino hasta allí pasa por una antigua fortaleza que se construyó para defender la ciudad de los piratas en las batallas navales. Cuando la rodeamos por completo, llegamos a este parque. En su interior pudimos ver un ciervo que estaba pastando tranquilamente. Parecía amigable, así que pudimos acercarnos bastante a él. En la zona alta del parque, encontramos un pequeño zoo en el que había algunos loros que incluso hablaban. También había muchos ciervos en un establo que pastaban por los alrededores.

En el parque había muchos sitios para descansar y para hacer barbacoas. Cuando estuvimos allí, mucha gente estaba celebrando cumpleaños de niños y había decorados por todas partes, así que fue divertido. Mientras estábamos allí vistamos el Miradouro do Pico das Cruzinhas, donde encontramos un bonito cuadro hecho de azulejos azules. Representaba la antigua ciudad de Angra do Heroísmo y cómo era todo en el pasado, así que fue muy agradable verlo.

Después de ver Monte Brasil, fuimos a la ciudad para comer algo rápido y después fuimos a los islotes de Cabras, que estaban un poco alejados. Actualmente estos islotes están deshabitados, pero en el pasado los pastores llevaban allí sus rebaños para que pudieran pasar libremente. También hay una leyenda que cuenta que allí fue exiliado un chico por el padre de su amada. Yo diría que estos islotes son una de las mejores partes de la isla y que deberíais visitar estas interesantes formaciones rocosas.

Cueva de Natal

Fuimos a la cueva de Natal sobre las 15 h, ya que abría solo de 14:30 h hasta las 17 h. Las entradas cuestan 8 €. Nos dieron unos cascos y nos dijeron que tuviéramos cuidado durante la visita. Accedimos por una escalera que nos llevó hasta unos tubos de lava e inmediatamente empecé a caminar por lava congelada. La cueva está formada por muchos tubos de lava, unidos unos a otros durante un periodo de gran actividad volcánica en las Azores. Nuestra aventura duró media hora aproximadamente. En la entrada, donde está la secretaría, hay un pequeño museo con artefactos y diferentes piedras encontrados en la cueva que se emplearon allí cuando esta se fundó.

Después fuimos a un cono volcánico que está cerca, llamado Pico Gaspar y lo escalamos con cuidado. Desde allí pudimos ver otras colinas y conos volcánicos de la isla que actualmente están cubiertos de una abundante vegetación. He de decir que fue toda una experiencia entrar en una cueva volcánica y después escalar un volcán. ¡Vaya día!

Algar do Carvão

¡He de decir que esta cueva me dejó sin aliento! ¡Es, sin duda, una de las más bonitas! Fuimos a Algar do Carvão ju´sto después de visitar la Gruta do Natal. También tuvimos que pagar 8 € por las entradas. Fuimos directos a la cueva tras atravesar un largo pasillo. Acabamos en una cueva muy amplia donde os sentiréis pequeños e insignificantes. El cono de la cueva está abierto y cubierto con abundante vegetación, bajando por las escaleras vimos un agujero enorme que se había formado en la cueva por una gran explosión de gas en el pasado. ¡Maravilloso! Después, seguimos caminando y vimos un gran estanque y una cueva inexplorada. Tras estar allí un rato, subimos las escaleras para salir de la cueva.

Por la tarde decidimos coger las bicicletas que nuestro anfitrión nos prestó y fuimos a la zona de baño de Escaleiras, cerca de Agualva. El perro del alojamiento nos siguió para asegurarse de que llegábamos bien. Al llegar, nos sentamos a ver la puesta de sol de Terceira en nuestro último día. Fue precioso.

Nuestro viaje a Terceira fue, sin duda, una de las mejores experiencias de mi vida. No hubo ni una sola cosa que no me gustara. ¡Todo era espectacular! ¡Estoy segura de que visitaré la isla de nuevo algún día!

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