Qué hacer un sábado por la tarde en París

Si vives en esta vibrante capital Europea, casi seguro que has pasado un viernes por la noche hablando con extraños, bailando en bares de luz tenue y tomando bebidas espumosas. Y cuando los primeros rayos de sol atraviesan las pesadas cortinas y te despiertan, sientes la tentación de darte la vuelta y seguir soñando un poco más. Al fin y al cabo, la ciudad no se va a ir a ninguna parte, tienes sueño, y se está muy a gusto con los ojos cerrados, pensando en el encantador muchacho que te pidió el número anoche.

Sin embargo, vale la pena sacar el culo del cómodo nidito donde te metiste a eso de las tres de la madrugada y acercarte a una "boulangerie" a comprarte el desayuno. Una vez te hayas llenado de "croissants" recién hechos, esponjosos "pain au chocolat" y "café au lait", ya puedes calzarte tus zapatos más cómodos, ponerte unas gafas de sol y un elegante pañuelo (muy necesario para tu "outfit" parisino) y dirigirte a explorar los bulevares y las avenidas.

Una pregunta...

.. que deberías hacerte antes de ir a París es: ¿soy el tipo de persona que puede pasar horas y horas recorriendo museos y galerías sin aburrirse? ¿Considero el arte como un valor añadido, como una necesidad o como algo que no me sirve para nada? Si has elegido París como destino para vivir, estudiar e intentar hacer trabajos mientras estás de intercambio, casi seguro que te gustan el arte y la historia. París tiene muchas cosas que ver maravillosas, pero una de sus grandes ventajas es que es una ciudad muy cultural. No hay otra ciudad europea en la que se respire tanto arte. Esto hace que París sea única y que todo el mundo sienta admiración por su parte más vibrante.

Hay muchos, muchísimos museos famosos a los que puedes entrar gratis si tienes menos de 26 años y eres ciudadano de uno de los estados miembros de la Unión Europea. Si eres Erasmus+, no deberías tener problema para entrar. Espero que si vienes a París te quedes mucho tiempo porque, aunque lleves aquí toda la vida, siempre hay algo nuevo que ver: una cafetería, un mirador, una boutique o una galería que antes no estaba ahí. La ciudad está viva, respira, cambia continuamente y es imposible seguirle el ritmo. Puedes intentar alcanzarla pero nunca le ganarás la carrera, y de todos modos nunca querrás hacerlo.

Cuando el alma te pide arte

Una forma genial de pasar el sábado es acercarse a Saint Michel y pasear por las orillas del Sena, hacia el Museo d'Orsay o el Louvre; evita visitar Notre-Dame y la Isla porque estarán llenas de turistas, el único sitio donde no habrá tantos es en el parquecito que hay detrás. Puedes pasarte por Orangerie o por uno de los museos menores donde expongan cosas que te gusten; o puedes dirigirte al otro lado de la ciudad y disfrutar de las exhibiciones de artistas contemporáneos en Montmartre o cerca de Sacré-Coeur. Los fines de semana es mejor ir a museos pequeños o a galerías porque suelen estar menos concurridos. El conocido Barrio Latino es un lugar donde muchos artistas han encontrado inspiración (y también mucho vino) y Le Marais cuenta con gran variedad de opciones para aquellos ávidos de cultura.

Dónde vaciar los bolsillos

Si te apetece gastar algo de dinero o todavía no has encontrado el regalo perfecto que traer a tu pareja, familia o amigos, deberías pasarte por Galeries Lafayette. Son unos curiosos grandes almacenes que se pueden encontrar por todo París y tienen casi todo lo que se te podría ocurrir (y si no lo tienen, lo podrás encontrar en Pigalle); desde peluches blanditos, libros, y ropa de moda, aunque parezca minimalista, hasta perfumes de Chanel y pintalabios Guerlain. ¡Y puedes subirte a la azotea y disfrutar de las vistas!

Si tienes un hermanito o hermanita, también puedes ir a la tienda Disney en los Campos Elíseos, cerca del Arco del Triunfo. Tienen productos de todos los personajes Disney, en gran variedad de colores y formas; y lo mejor es que también tienen productos de los villanos. ¿Por qué traerle a tu hermanita una muñeca de Ariel cuando le puedes traer una de Úrsula?

Dónde tomar el sol después de comer

Si estás cerca de Concorde, deberías pasarte por la cafetería Angelina en 226 Rue Rivoli. Es el salón de té más famoso de París, y se le conoce sobre todo por su chocolate caliente. El sitio suele estar bastante lleno por su buena reputación; si decides tomar algo en el local, tendrás que pagar casi el doble, pero podrás disfrutar de la bonita decoración. Recuerda que casi siempre va a estar lleno y te va costar encontrar dónde sentarte. Si solo quieres probar su increíble chocolate caliente, siempre puedes pedirlo para llevar y tomártelo sentado en el banco de un parque.

Después de comer, puedes tomar el sol (si hace sol ese día) en el parque más grande de París, el parc des Buttes-Chaumont. El acceso está en Rue Bolzaris. El parque en sí es enorme y tiene un diseño muy natural; los arquitectos y jardineros evitaron que tuviese un aire artificial y de ese modo crearon un parque encantador donde relajarse, lleno de flores silvestres, arbustos sin podar y simpáticos patos.

Mucha gente visita el parque cada día, ya que es un sitio genial donde disfrutar del sol; sin embargo, no te dará la impresión de que el parque está lleno por lo grande que es. Espérate allí para ver la puesta de sol, ¡no te arrepentirás!