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Lollapalooza en Paris (parte 1)


Tuve la suerte de acudir al primer Lollapalooza que se hacía en París. En 2017 estaba en Australia continuando mis estudios universitarios. Pude solicitar estudiar un semestre como estudiante de intercambio en una universidad de Francia. Fui muy feliz cuando recibí la noticia de que había sido seleccionado y empecé a organizarme. Muchos de mis amigos europeos me habían hablado de que Europa se revolucionaba en verano, llena de festivales y eventos. Llegaría a Europa a principios de julio.

La preparación

Como mi programa de intercambio en Francia empezaba a principios de septiembre, decidí pasar un tiempo en España con mi familia en julio y viajar por Europa en agosto. Así que iba un poco de justo de tiempo… Impasible, seguí en mi búsqueda de festivales desde Australia.

Me informé sobre los festivales en España y alrededores. Un par de buenos artistas por aquí, buenos DJs por allá, hasta llegar a algo que me llamó la atención: Lollapalooza. Sin muchas expectativas, entré en la extravagante y colorida página del festival. Ponía que era un festival que duraba dos días. Leí la programación del festival, y ahí es cuando me empecé a emocionar. Milky Chance, Alt-J, Glass Animals, Red hot Chili Peppers, Imagine Dragons, Skepta, The Weekend… ¡Y muchos más! También tocarían docenas de DJs. Muchos de renombre, como DJ Snake.

Los artistas tocaban en cuatro escenarios diferentes. Esto hacía posible que se separaran por género. Había dos escenarios principales, otro de música alternativa y otro de música electrónica. Casi no podía contener mi entusiasmo. En menos de cinco minutos, sin ni siquiera tener tiempo para preparar la logística del viaje, reservé mi pase para el fin de semana.

A mediados de junio, le mandé un mensaje a una de mis antiguos compañeras que vivía en París. Había estado de intercambio en Australia un par de años en el pasado, y tuve el placer de hacerme su amigo durante su estancia en Australia. Estaba viviendo en París con su novio, lo que consideré la solución perfecta, no solo porque me podría reunir con una vieja amiga, sino también porque me podría ahorrar los 90 euros que costaban 3 días de estancia en París.

Me las arreglé para ponerme al día con ella por teléfono y el plan estaba listo. Estaba emocionado por poner las cosas en marcha. Todo parecía ir según lo planeado.

Llegó el 21 de julio y yo tomaba mi avión con destino a París. Originalmente había planeado empezar mi viaje por Europa a principios de julio, pero a mi familia no le parecía muy bien el hecho de que no pasara todo julio con ellos. Decidí que no era justo para ellos, ya que solo los veía una vez cada seis meses. Me compré un viaje de ida y vuelta… y al menos me ahorré los gastos de alojamiento.

París

Era la primera vez que visitaba Francia. Estaba increíblemente emocionado. Sin embargo, decidí que haría turismo cuando comenzara mi viaje por Europa en agosto. Una vez consciente de esto, me planté en la casa de mis amigos. Fue la primera vez que viajaba en el metro de París. Iba excesivamente lleno. Nunca había visto nada parecido… por suerte, era bastante eficiente. El tiempo de llegada iba casi perfecto. Solo necesité tomar dos trenes para llegar a mi destino. Mi amiga vivía en el suroeste de la ciudad, a 15 minutos en tranvía del Lollapalooza, que se celebraba en el Hipódromo de Longchamp.

Todavía era de mañana para cuando me bajé del tren y empecé a andar hacia la casa de mis amigos. Ella vivía en una ciudad pequeñita pero muy bonita, se podía apreciar la arquitectura francesa. Me agradó saber que incluso en las ciudades pequeñas fuera de la capital era fácil encontrar tanto encanto y belleza.

Tuve que subir una cuesta para llegar a su apartamento. Casualidades de la vida, me encontré con su novio (que originalmente conocí cuando ellos estaban saliendo en Australia) cuando él se disponía a coger un tren para pasar el fin de semana fuera. Nos saludamos cariñosamente, no nos conocíamos mucho pero teníamos buena relación. Mantuvimos unas palabras durante un rato antes de que se tuviera que ir a coger su tren. Nos deseamos un buen fin de semana y seguimos nuestros respectivos caminos. Seguí caminando hasta que finalmente llegué al apartamento de mi amiga.

Nos encontramos ya en las escaleras, nos saludamos efusivamente y tomamos el ascensor a su piso. Estaba tan agradecido de que me hubiera acogido en su casa que le había llevado Turon y licor españolcomo gesto de gratitud. No es agradable ofrecer tu hospitalidad y que aparezcan con las manos vacías.

Su apartamento parecía muy cómodo. Tenía un gran sofá que actuaba también como una cama extraíble. Dejé mis cosas y empezamos a ponernos al día. Hacía más de un año que no veía a mi amiga, así que teníamos muchas cosas de las que hablar.

Después de un rato salimos a disfrutar un poco del frescor de una noche de verano hasta la medianoche. Yo quería ir a la cama pronto para descansar y estar listo para mañana. Mucha gente acaba llegando relativamente tarde a los conciertos de sus artistas favoritos, y yo no me quería perder nada de la experiencia. No conocía a muchos de los artistas que actuaban, así que decidí ir pronto para verlos.

El primer día

El día siguiente por la mañana, me vestí con ropa fresca, en anticipación al calor y al sol. Guardé mi ticket impreso y empecé mi camino de 20 minutos hasta la estación del tranvía. Justo al lado del apartamento de mis amigos había una pastelería y no me pude resistir a probar los mundialmente conocidos croissants franceses.

Llegando a mi destino

No tardé en darme cuenta de que los croissants, junto a su Pain ou chocolat (o chocolatina), eran exquisitos. El sabor era sublime. No me esperaba que sus pasteles supieran tan bien… reconozco que estoy tan acostumbrado a los pasteles exageradamente azucarados que no me esperaba que esos supieran tan bien.

Mi estado de ánimo fue en aumento y mi emoción alcanzó su punto álgido, así que seguí mi camino al tranvía. Me abrí camino y me subí al primer tranvía. Fue agradable escuchar a los a los lugareños en su día a día. Es una experiencia que siempre disfruto, ver cómo los ciudadanos de cualquier país que visito actúan, reaccionan y pasan el día.

Me bajé del tranvía y comencé mi larga caminata hasta el recinto. Me encontré con muchos fanáticos del Lollapalooza caminando a mi lado mientras cruzábamos el puente hacia París. El primer evento comenzaba a las 12:45 p. m. Tenía una hora libre, aunque pronto me di cuenta de que no tendría mucho tiempo libre. Después de una larga caminata hasta los exteriores del recinto, nos registraron y nos informaron de que tendríamos que seguir un camino en zigzag por el bosque, guiados por vallas de acero.

Por el camino, nos topábamos con posters de mascotas robots de París, bailarines, patinadoras y muchos más personajes llenos de color. También había posters de los artistas que actuaban. No parecía real. Escuchaba voces emocionadas, la mayoría en inglés. Parece ser que muchas personas habían pensando lo mismo que yo y viajaron a Francia para disfrutar de esta experiencia.

Seguí ese camino por lo que pareció una eternidad, hasta que finalmente llegué a un cruce. Las personas con el pase para un día, se ponían a la izquierda, las que tenían el pase para el fin de semana completo, a la derecha. Sin perder tiempo, me dirigí a la derecha. Delante de mí había un gran grupo de gente. Estaban haciendo cola en lados diferentes. Cada cola daba a una o varias entradas. Iban escuchando los temas más actuales con una radio portátil mientras que yo esperaba en la cola.

Después de unos veinte minutos, abrieron las puertas y nos empezaron a dejar entrar. Enseñé mi ticket, cogí mi pulsera y me dirigí hacia la zona principal. Fueron otros cinco minutos andando antes de llegar a la entrada principal. Por el camino, nos ofrecieron zumos energéticos para tenernos motivados.

La entrada, antes de que todo comenzara, parecía una entrada celestial a la fiesta. Ya me estaba llevando mucho tiempo entrar, así que lo hice rápidamente. Con mi pequeña mochila y el corazón a mil por hora, estaba preparado para todo. Me dirigí a mi primer concierto, el de Anna Kova.

Los conciertos del primer día

Las semanas después de comprar mi ticket, comencé a escuchar a algunos de los artistas que casi no conocía. Anna Kovaa había sido una de mis desconocidas favoritas. Así que fui al escenario de música alternativa, que estaba situado a unos minutos andando de la entrada. Un grupito se empezó a acercar, ya que Anna kova y sus músicos estaban a punto de empezar.

El concierto duró unos cuarenta minutos y estuvo bastante bien. Anna se dirigía al público como si fueran parte de una gran familia. Su directo era decente, canta un estilo bastante bueno que no solemos escuchar en las radios principales. Combina su bonita voz con el estilo R&B. En algunas de las canciones cantaba y en otras escupía las letras sin tomar aire.

No era un tipo de música que esté acostumbrado a escuchar, pero disfruté del concierto. La cantidad de público iba en aumento lentamente, pero seguía estando muy animado. Acabó su actuación presentando a sus músicos, que eran diferentes dependiendo de la canción que tocaban. Había como diez, que cuando se agrupaban formaban un coro increíble, que se fusionaban a la perfección con Anna Kova.

Cuando el concierto terminó, todos aplaudimos y felicitamos a la artista. Rápidamente me fui hacia el concierto de Jeremy Loops, que acababa de empezar a las 1:30 p. m. No me di cuenta de lo grande que era el recinto hasta que tuve que andar desde el escenario de música alternativa, que estaba en el centro-derecha hasta el lado izquierdo, donde se encontraban los dos escenarios principales.

De camino, me fijé en la gran réplica de la torre Eiffel que se encontraba en el centro, de unos diez metros sobre el suelo. Además, también me encontré con puestos de ropa de festivales, una tienda de pantalones vaqueros Levi’s (algo totalmente aleatorio) y varios puestos de comida.

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Después de abrirme paso entre una multitud de gente, conseguí llegar al concierto de Jeremy Loops. Era un escenario enorme, y yo estaba situado a unos veinte metros. Era el sitio perfecto para escuchar la música y ver sin problemas las pantallas grandes que retransmitían el concierto.

El festival seguía según lo planeado. La zona estaba empezando a atiborrarse de gente, cosa totalmente razonable, ya que el Escenario Principal 1 y el Escenario Principal 2 estaban a menos de ocho metros el uno del otro. Max Jury estaba actuando en el escenario (un artista decente, aunque yo escuché mayormente a Jeremy Loops).

Me enteré de que Jeremy Loops estuvo de gira en 2015 pero que se había cancelado su concierto por los atentados de Paris. Su concierto fue, a grandes rasgos, agradable. Tenía un par de canciones que me sabía y fue divertido cantarlas con el público, que iba en aumento.

Decisiones difíciles

Como en muchos festivales, había múltiples conciertos al mismo tiempo, por lo que siempre tenía que pasar por el mal trago de decantarme por uno de ellos. Si había algún artista destacable optaba por él.

Afortunadamente, decidí investigar con antelación y escucharme alguna de las bandas y grupos en Spotify y Youtube. Es la mejor forma de asegurarte de que vas a asistir a los conciertos de los artistas que realmente te interesan.

En mi caso, opté por quedarme por el Escenario Principal 1 después de que terminara el de Jeremy Loops. Estaba actuando Lemaitre, un dúo noruego de música electrónica que tenía un par de buenas canciones. Si algún día tenéis la oportunidad escucharlos, os recomiendo las canción Stepping Stone. Durante el concierto estuvieron muy animados, saltando de un lado al otro, animando al público y ofreciendo un espectáculo lleno de luces. Fue un concierto muy emocionante y muchos estábamos bailando sus canciones.

Lollapalooza en Paris (parte 1)

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Decidí quedarme por ahí hasta los últimos quince minutos, que fue cuando estratégicamente me moví hacia el Escenario Principal 2 para ver a una de las muchas bandas que tenía especial interés por ver en este festival: Milky Chance.

Bandas que esperaba

Muchos artistas internacionales utilizan audio-tunning para hacer que sus álbumes suenen especialmente bien. El cantante de la banda, Clemens, cantaba absolutamente increíble en directo. Milky Chance tocó muchos de sus hits que sonaban en la radio, como Stolen Dance y algunas de su álbum Blossom. Me quedé fascinado con lo bueno que eran. Fui bastante prudente yendo pronto así que conseguí un sitio cerca del escenario. Si alguno de vosotros nunca ha escuchado a esta banda, son una banda alemana de folk y rock que están ganando relevancia poco a poco.

La voz del cantante principal es especialmente buena. Recomendaría sin ningún tipo de duda investigar un poco sobre la banda y sus canciones. Sus orígenes, como los de muchos artistas del festival, eran muy humildes e interesantes.

Tenía los pelos de punta en todo el cuerpo para cuando el concierto estaba terminando, me sentía eufórico por haber decidido ir al Lollapalooza. Ya eran las 5:30 p. m., y decidí moverme al escenario de música alternativa para ver actuar a los Glass Animals.

Si te gusta Alt-J, esta banda menos conocida te ofrecerá un tipo de música similar, pero única a su manera. También noté que el olor a hierba estaba más presente en esta zona. El cantante tenía una voz interesante. Desde ese momento Glass Animals se convirtió en una de las bandas más estables que escuché durante los meses siguientes (a diferencia de los grupos a los que casi no he vuelto a escuchar).

Recuerdo la parte más memorable de ese concierto. En un momento dado, se escuchó una de sus canciones, Pork Soda. Justo antes de que empezara la canción, un grupo al azar se las arregló para subir al escenario una piña entera, que el cantante principal recogió alegremente.

No lo entendía muy bien, hasta que caí en que era una broma que hacía referencia a una parte de la canción en la que la letra decía «Tengo piñas en la cabeza. No tengo a nadie porque tengo muerte cerebral». Glass Animals es, esencialmente, una banda indie rock, aunque mucho más indie que rock. La recomiendo totalmente.

Durante este tiempo, Skepta estaba actuando en uno de los escenarios principals. No era muy fan, pero me acordé de que a mis amigos de Reino Unido les volvían locos este grupo.

Chow Town

Si estás deseando disfrutar de la comida, dirígete a Chow Town. En esta zona hay una gran variedad de vendedores de comida que te ofrecerán algo delicioso para darte energías y seguir con el festival. Cuentan con una gran variedad de opciones donde elegir. Puedes disfrutar de pizzas y pasta cremosa en caja de vendedores italianos, comida china, hamburguesas, comida vegana y vegetariana, patatas fritas, comida mejicana, comida india, gastronomía árabe y mucho más. Incluso tienen bares de zumos que recomiendo encarecidamente, ya que te ofrecen un vaso de plástico de Lollapalooza por dos euros.

A mi modo de verlo, es un suvenir de dos euros. Los dos euros están bien amortizados ya que el vaso es bastante grande. Cada año, renuevan su lista de restaurantes y tipos de comida. O eso es lo que he leído que hacen normalmente. Apostaría a que van a hacer lo mismo en el caso del Lollapalooza de París. Lo sabremos el año que viene.

Eran las 6:30 p. m. pero el cielo de verano aún tenía algo de luz. Decidí ir a por algo de comida antes de dirigirme hacia el siguiente concierto. Ese lugar era enorme, pero estaba lleno hasta los topes. Tuve que esperar durante quince minutos para pedir un grande y jugoso falafel, un zumo de coco y piña y agua. La comida en los conciertos no suele ser nada barata, para aquellos que no lo sepan. Así que si no tienes mucho presupuesto, cárgate de barras de muesli y comida energética para mantenerte en pie. Caminé hacia la zona cercana al escenario principal.

Era una zona de césped en la que familias, parejas y grupos de amigos se sentaban. Yo hice lo propio y disfruté de una comida rica, que ya necesitaba. Había pantallas donde podías seguir viendo el concierto desde la distancia y no perderte nada. Estaba empezando a hacer un poco de frío, algo que me sorprendió un poco, pero tenéis que tener en cuenta que me encontraba en el norte de Francia.

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De vuelta al bullicio

Después de mi agradable comida y de relajarme un poco, una de las pantallas mostraba el concierto de The Hives. Parecía interesante, así que me dirigí hacia el Escenario Principal 2. Si tuviera que resumir el concierto de The Hives en pocas palabras, lo describiría como una banda de rock extravagante con grandes canciones y un cantante principal un tanto arrogante. Pensaba que este tipo de cantantes habían acabado en los años 80 y 90. Por supuesto, podría ser simplemente la personalidad del personaje que intentaba interpretar por el bien banda. A pesar de todo, tenían canciones buenas como «Tick Tick Boom» y «Try it again». Estaban muy animados y hacían todo lo posible por transmitirle esa energía al público.

También era interesante pararse a ver el aspecto del público. Te podías encontrar con rockeros con cadenas, con personas que se habían arreglado como si salieran de fiesta, con personas que parecía que no habían ni terminado el instituto, con gente mayor y con mucho más. Me resultó agradable encontrarme con gente de aires tan distintos, me hacía ver que no era tan difícil pasar un gran día con gente que tuviera muy poco que ver contigo.

Decidí quedarme por ahí y disfrutar del rock de The Hives hasta que llegara la hora de que actuaran los artistas principales (al final del día). Tocaron un par de canciones actuales y aprovecharon para promocionar su banda en el medio de casi todas ellas. Más tarde leí sobre ellos. Aparentemente, la banda se había formado en 1989, hace casi tres décadas. Su cantante principal, Pelle Almqvist empezó en la banda cuando tenía quince años. Creo que si eres un buen cantante y además eres especialmente vivaz, tendrás más posibilidades de llegar lejos en el mundo de la música. En su caso, tres décadas es un éxito.

Después de que concluyera el concierto, tenía una última hora para aprovecharla al máximo. Tenía que escoger entre LP o The Roots, si quería escuchar una banda. Ninguna de las dos me llamaba la atención especialmente, así que decidí pasarme por el escenario de música electrónica. El sol prácticamente se había puesto y las luces de ese escenario iluminaban el cielo de los alrededores. Estaba super entusiasmado. Me llevó unos quince minutos llegar al otro lado del recinto por culpa de las olas de gente que iban de un lado para el otro. Después de nadar entre agrupaciones de personas, conseguí llegar al escenario.

Música electrónica

Esa zona estaba llena de vida. La música y los graves profundos que golpeaban a través de los enormes altavoces electrificaban el aire. La multitud se movía alocadamente. Yellow Claw estaba actuando y lo estaban haciendo muy bien. Decidí quedarme durante veinte minutos, tiempo suficiente para volver y abrirme paso lo más cerca posible de uno de los conciertos del escenario principal. Fue una gran experiencia bailar entre la multitud, no conocer a nadie y hacerlo para disfrute personal.

De vuelta al Escenario Principal

No hay necesidad de pensar en impresionar o establecer contacto visual con alguien como tal. Después de un par de canciones, casi tuve que arrastrarme hasta el escenario principal. Afortunadamente, había dos conciertos en los escenarios cercanos así que no había demasiada gente haciendo cola en las primeras filas. Me apretujé hasta llegar a escasos metros del escenario. Tuve la suerte de tener a un grupo de chicas muy bajitas delante de mí, lo cual permitió que gozara de una vista espectacular del escenario.

Entonces comenzó la espera de una de mis bandas modernas favoritas a la que seguía desde sus comienzos: Imagine Dragons. La espera me estaba matando y la multitud estábamos como sardinas en latas. Menos mal que no soy claustrofóbico. Por suerte, empezó a refrescar, cosa que te da la vida cuando estás tan apretujado.

Estuvo bien sentirse tan vivo. Puede parecer trivial para algunos, pero viajar desde el otro lado del mundo, ir a un concierto en un país que no había visitado nunca, rodeado de desconocidos entusiasmados escuchando música de todas partes del mundo, muchos de los cuales hacía años que no escuchaba…fue un sentimiento indescriptible.

Los minutos pasaban lentamente y después de lo que pareció una eternidad, la espera llegaba a su fin. Se atenuaron las luces y yo podía sentir la emoción correrme por las venas, todo el mundo estaba lleno de energía. Las luces empezaron a parpadear, la gente a gritar y las luces se apagaron. La multitud se calló por completo, cuando una explosión de luces cobró vida. Los miembros de la banda Imagine Dragon saltaron al escenario, y el público se vino arriba. Tocaron sus grandes éxitos como On Top of the World, Walking the Wire, Thunder, Believer y muchos más. Canté todas y cada una de ellas, fue increíble sentir esa conexión con la música y la banda a través de las letras.

En un momento dado, el cantante principal, Dan Reynolds se hizo un agujero en la parte de debajo de sus pantalones. Es un chico entusiasta y con suerte. Se rió e incluso se sacó los pantalones, cantando y bailando en sus calzoncillos ajustados (de color negro, por cierto). Intentó convencer al miembro más mayor de la banda para que se quitara él también los pantalones, pero no tuvo éxito. Impasible, continúo con el concierto sin pantalones. Vivir aquello fue una experiencia, compartimos risas y cantamos juntos.

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También admiro su mentalidad. Diría que pocas cosas en la vida dan realmente vergüenza, depende en gran medida en como reacciones. Si decides reírte de eso, la gente respetará el hecho de que no dejas que esas cosas te afecten. Eso es exactamente lo que pasó en esa ocasión. Es como si fuera una actuación de teatro, si simplemente hubiera seguido cantando después de que se le rompieran los pantalones, la gente le habría hecho fotos y se reiría de él en internet, o puede que solo se rieran de él inocentemente. Pero si, por el contrario, hace bromas sobre eso y sigue su actuación, queda retratado como una persona que sabe tomarse esas cosas con humor y que no permite que le afecten. Todo depende de cómo reaccione «la víctima».

Después de una canción sin pantalones, le dieron unas bermudas para que terminara el concierto. Era surrealista.

Actuaron durante una hora y media. Sin incluir los bises. Al final del concierto me vibraba todo el cuerpo, por mis venas solo corría adrenalina y emoción. Fue como si hubiera consumido drogas. Acabaron el concierto con Radioactive, la canción que los catapultó a la fama. Estábamos todos vibrando y saltando de emoción. The Weeknd estaba actuando en el Escenario Principal 1, pero no estaba muy por la labor de escucharlo. Decidí volverme a casa.

Aún no era el momento de irse a dormir

Eran las 10 de la noche para cuando terminaron. Miles de personas se dirigían de un lado al otro. Después de andar durante quince minutos un tramo que me debería haber llevado cinco, llegué a la gran entrada con las letras de Lollapalooza en grande. Anduve siguiendo las vallas de acero, esta vez yendo directamente hacia la carretera y no dando vueltas como por la mañana. Cuando llevaba un minuto andando, escuché un gran estruendo de música. El subidón recorría mi cuerpo y me di cuenta de que mi noche todavía no había terminado. Me había olvidado de que el escenario de música electro-dance seguía en pleno apogeo.

Como ya se acercaba el final de las actuaciones de aquella noche, corrí rápidamente de vuelta. Mi mochila iba de un lado al otro de mi espalda mientras yo corría a toda velocidad. Conseguí llegar y me sumergí de lleno en el escenario, estaba lleno de gente pasándoselo en grande, con ropa de neón, máscaras… Bailé muchas canciones, conocidas y desconocidas.

Movía la pierna siguiendo el ritmo en todo momento. Este era el primer gran festival al que acudía, y me encantó. No hace falta que vayas con gente par disfrutar un festival, aunque te recomiendo que vayas con amigos ya que es una experiencia que os unirá mucho.

Sudado y cansado, terminó la última canción y yo cojeé hasta la entrada y salí como pude de regreso a casa. Junto con los grandes grupos de personas que volvían a casa, había oficiales de policía por todas partes. Fue un alboroto. Seguí mi camino hacía el tranvía. Después de una caminata cuesta arriba de quince minutos, llegué a la parada. El tranvía estaba lleno de gente cansada que volvía del festival y se iba desalojando poco a poco según llegaban a su destino.

Llegué a casa, me duché, hablé un poco con mi amiga y me fui a la cama. Estaba demasiado cansado como para moverme pero estaba feliz de pensar que la primera actuación del día siguiente empezaba después del mediodía. Y así concluye mi primera e inolvidable experiencia en un festival, y a la vez el primer Lollapalooza en París. Estaba eufórico de pensar que aún me quedaba otro día de festival.


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