Finde en Baviera: día 1, Núremberg (parte 2)

Llegué a Núremberg sobre las doce, y como mi autobús a Múnich salía a las seis tenía un montón de tiempo para hacer algo de turismo por la ciudad. Al final del día estaba reventada de andar tanto (y encima cargada con la maleta, que es un estorbo pero no quería gastarme el dinero en guardarla en algún sitio), pero sin duda mereció la pena, ¡me encantó la ciudad!

Hay mucho que ver en Núremberg, pero se pueden ver la mayoría en un día y puedes hacerte una idea de cómo es la ciudad y su ambiente. Un plan estupendo de unas horas antes de ir a ver a mis amigos.

Si no lo has hecho ya, no te olvides de leer la primera parte de mi día en Núremberg.

Me tomé algo rápido para comer y me fui del Hauptmarkt por la calle principal en dirección al castillo.

Pausa en Hauptmarkt: comiéndome un típico brezel alemán relleno de mermelada.

La plaza del ayuntamiento está a unos 150 m y, cómo no, allí se encuentra el antiguo ayuntamiento, que siempre es un edificio de referencia en las ciudades alemanas.

En frente se alza la imponente Sebalduskirche, la iglesia evangélica luterana de San Sebaldo, el patrón de Núremberg. Fue construida en la época románica pero se reformó con un estilo gótico, lo que la mejoró hasta el punto de convertirse en la iglesia más bonita de la ciudad.

Ojalá le hubiera echado una buena foto, pero no conseguí ningún ángulo bueno que no estuviera a contraluz. Seguí mi camino y llegué enseguida a uno de los lugares históricos más emblemtáticos de la ciudad: Kaiserburg, el Castillo Imperial que se encuentra en el extremo norte de la antigua muralla de la ciudad.

Vista de un lado del castillo.

El castillo de Núremberg es un claro ejemplo de las almenas medievales de Europa. Como la ciudad libre imperial de Núremberg era de gran importancia en el Imperio romano, todos los reyes y emperadores alemanes se quedaban allí de vez en cuando. La visita al castillo no puede faltar en cualquier ruta por Núremberg. La zona está dividida en varias secciones, todas conectadas y son geniales.

La parte principal y la más importante es el Castillo Imperial en sí, al que se accede a través de la Himmelstor (o puerta celestial), junto con los establos celestiales y hasta el patio en el que se encuentra la torre del cielo, Heidenturm.

Desde el precioso patio interior puedes visitar los edificios principales. La visita al castillo cuesta 5 € y la entrada te da acceso a la Kairserkapelle, la doble capilla imperial románica, a la residencia del emperador en el Palas y a la exposición permanente (Emperador, imperio, ciudad: el Castillo Imperial de Núremberg) en las cámaras. Además podrás ver el museo dedicado a la historia del castillo y su pasado militar en el Kemenate (donde se alojaban las mujeres).

Patio interior del castillo.

En el patio exterior se encuentran otras construcciones fascinantes que también son importantes en el complejo del castillo: el Tiefer Brunnen o pozo profundo que puedes visitar con una tarifa reducida, y la Sinwellturm o torre Sinwell, el torreón del castillo que se construyó en el extremo este de la muralla exterior a modo de defensa y que se llamó así por su forma redonda. Por desgracia está cerrada por obras. Además, en el patio exterior está la casa del castellano y otros edificios administrativos, todos con un estilo de entramado.

Patio exterior del Castillo Imperial, Tiefer Brunnen (frente) y la oficina (detrás).

Al salir pasas a otra sección con las ruinas del Burggrafenburg, el castillo de la familia burgrave. A la izquierda está la Walbergiskapelle, una capilla dedicada a la misionera San Walburga, y Fünfeckturm (la torre pentagonal), la antigua fortaleza que es además uno de los edificios fortificados más antiguos del castillo.

A la izquierda: la torre Sinwell en el patio exterior del castillo. A la derecha: la Torre Pentagonal del antiguo castillo de Burgraves.

Al este, cerca de la puerta principal del castillo de Burgraves, se encuentran los edificios de la ciudad imperial. Una historia muy curiosa es que la torre de Luginsland se construyó para que la gente de Núremberg pudiera ver lo que pasaba en el castillo antes de que se destruyera en el siglo XV. Junto a la torre están los establos, que en el pasado fueron el granero de la ciudad y ahora es un albergue juvenil.

También hay varios bastiones originales del castillo unidos por maravillosos jardines a los que se puede entrar gratis. Para más información sobre la historia, las atracciones turísticas, las tarifas y los horarios puedes visitar la página oficial.

Al salir del castillo seguí la calle paralela que lleva a Tiergärtnertorplatz, la plaza principal del casco antiguo y una de las más animadas y llamativas de Núremberg. ¡Es un lugar único y con mucho encanto!

Detalles de la plaza Tiergärtnertorplatz. A la izquierda: Augustiner Corner, una de las cadenas de restaurantes más famosas de Alemania. A la derecha: Tiergärtnertorturm (la torre de la puerta del zoo).

En medio de la plaza, con el castillo detrás. Una combinación perfecta.

Uno de los referentes es la histórica torre, cuya puerta, Tiergärtnertor, da nombre a la plaza y acceso al parque público. Desde allí puedes o explorar los jardines del castillo (Buggarten) o pasear a lo largo de los restos de la muralla de la ciudad hasta llegar a la Neutortum (la nueva torre de la puerta). ¡Cualquier camino es una buena opción!

También cabe señalar que en el foso del castillo tiene lugar cada septiembre una recreeación de una batalla medieval, parte del famoso festival Burggrabenfest. Es un festival para toda la familia en el que los visitantes podrán presenciar peleas de espada, demostraciones de cetrería, espectáculos callejeros como escupefuegos, y otros eventos que te transportan a la época medieval. Y no nos olvidemos de los puestos de comida con las clásicas delicias alemanas para comer y beber. Yo fui a Núremberg en mayo, así que no pude disfrutar del festival, pero así solo tengo más ganas de volver otra vez.

Otro elemento importante de esta maravillosa plaza es la casa de Albrecht-Dürer. Es la casa del artista más famoso del Renacimiento alemán, donde vivió y trabajó, y representa la época dorada de Núremberg con su diseño característico de entramado. Puedes entrar por solo 6 € y explorar las exposiciones en las que podrás ver el trabajo de Dürer. Es un museo muy interesante, así que no dudes en pasarte si te gusta el arte.

La maravillosa casa de Albrecht-Dürer.

En Tiergärtnertorplatz puedes apreciar el histórico casco antiguo en todo su esplendor. En un sitio muy agradable en el que relajarse donde la gente se reune, sobre todo en verano, para tomar algo.

La plaza del casco antiguo.

Ya había llegado al ecuador de mi visita a la ciudad. El tiempo pasa rápido cuando estás disfrutando, eso está claro. Núremberg es una de esas ciudades que nunca decepcionan.

Aunque ya había visto un montón de sitio, todavía quedaban algunos más que ver durante el resto del día. ¡Atentos a la tercera parte!

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