¡La ciudad que nunca duerme!

La ciudad que nunca duerme

Cuántos sueños contienen la palabra "Nueva York"... Recuerdo que cuando estaba en cuarto curso (primaria) y la gente me preguntaba qué quería hacer cuando fuese mayor o dónde me gustaría vivir, yo siempre respondía algo que tenía que ver con Nueva York. No es que haya visto muchas películas o leído muchos libros sobre la ciudad, sino que simplemente la idea de vivir en una ciudad bulliciosa me emocionaba.

Soñaba con ser una adicta al trabajo. Sé que suena raro, pero es un hecho que quiero trabajar 12 horas al día y dar todo lo mejor de mí. Me criaron para ser completamente independiente y, de algún modo, tuve la impresión de que en esta ciudad podría serlo la primera vez que puse un pie en ella.

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¿Cómo comenzó todo?

La primera vez que fui a Nueva York estaba en décimo curso (secundaria). El propósito de la visita era en realidad ir al Instituto de Tecnología de Massachussetts y asistir a un seminario en Harvard. Nueva York simplemente venía en el paquete. Así que cogí un vuelo de cinco horas de Calcutta (India) a Dubái (Emiratos Árabes Unidos); hice trasbordo en Dubái y volé durante trece horas hasta Newark (Nueva Jersey, EE. UU. ). Un autobús nos esperaba en la puerta para llevarnos hasta nuestro hotel.

¿Qué visitamos?

Nuestra visita a Nueva York fue bastante completa. Fuimos a Broadway, asistimos a un seminario, paseamos por Times Square, fuimos de compras... el viaje completo fue muy fructífero.

Broadway

Cuando iba al colegio, actué en varias obras de teatro, así que ver un musical de Broadway para mi fue un sueño. Elegimos un clásico: "El rey León" y compramos las entradas para la sesión nocturna. Mientras tanto, nuestros profesores habían preparado una sorpresa para nosotros, y para ello nos llevaron a un estudio. No teníamos ni idea de lo que estaba pasando, hasta que vimos a uno de los actores de la conocida serie de televisión "Dos chicas sin blanca" justo frente a nosotros. Nos emocionamos muchísimo al verlo. Empezó presentándose y hablándonos un poco acerca de su trabajo. Después nos dio una pequeña charla en la que nos instruyó un poco para mejorar nuestras dotes interpretativas y, al final, contestó algunas de nuestras preguntas. Fue tan humilde y educado... Pero la mejor parte fue que la diversión aún no había acabado ¡Todavía tenía un musical de Broadway al que ir! Así que, volvimos al hotel para refrescarnos un poco y cambiarnos de ropa.

Creo que el espectáculo comenzó a las 7 de la tarde, he olvidado un poco los horarios y puede que me equivoque. Pero lo que sí recuerdo es lo asombrada que me quedé al ver el teatro. Era tan grande y tenía un aire tan profesional que pensé que me pondría a llorar literalmente de la emoción. Era mi sueño hecho realidad. Pero, esto no fue lo único que hizo que se me saltaran las lágrimas. Una vez que el espectáculo comenzó, no puede aparatar la mirada del escenario ni un solo segundo. Las luces, los efectos especiales, el equipo de sonido, la música, el escenario... todo estaba tan bien coordinado y diseñado que me enamoré perdidamente de la representación. Si vas a Nueva York y nunca has visto unos de estas representaciones, te pido por favor que vayas. ¡Es algo absolutamente único!

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Times Square

¿Alguna vez has experimentado una sensación de paz inmediata cuando ves algo o a alguien? Pues ¡esto fue lo que me pasó a mí cuando estuve en Times Square!

¡Es un lugar mágico! Todas tus marcas favoritas están concentradas en este lugar. Y hay tanta viva y tanta luz... sientes cómo tu cuerpo se inunda de una clase de energía diferente. Mi tienda preferida es Forever 21, y cuando vi su tienda de Times Square me quedé fascinada. ¡Tienen toda una planta dedicada exclusivamente a accesorios! No puedes imaginar lo feliz que me sentí al ver esto. La plaza cuenta también como muchos puestos de comida rápida que venden absolutas delicias. Yo comí pizzas y hamburguesas, y son las mejores que he probado nunca. No pude pasar mucho tiempo en Times Square, así que estos son más o menos todos los recuerdos que tengo del lugar. Pero créeme cuando te digo que no lamentarás hacerle una visita. Es el lugar más apasionante en el que he estado jamás y aprovecharé la más mínima oportunidad que se me presente para volver allí.

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El Empire State Building

¿Quién querría perderse contemplar las vistas de toda la ciudad de Nueva York desde allí arriba?

¡Son preciosas! . El interior del edificio es elegante y sofisticado. Y una vez que llegas a la parte más alta, puedes experimentar literalmente en primera persona la frase "¡Siento que estoy en la cima del mundo! ", literalmente. El día que escogimos para hacer nuestra visita estaba bastante nublado y apenas pudimos ver la zona más alejada de la ciudad. Pero todo lo que sí llegamos a ver fue suficiente para convencerme de que había sido una gran idea haber subido hasta allí. Las nubes estaban tan cerca de nosotros y el viento era tan fuerte que te hacía sentir viva... ni siquiera puedo expresarlo con palabras. Y cuando tienes la oportunidad de contemplar la ciudad más ajetreada y concurrida del mundo desde la cima de su edificio más alto, dudo que debas perdértelo por nada del mundo.

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La Estatua de la Libertad

¡Dios mío, he visto esta estatua en tantísimas películas que ni siquiera podría contarlas! Pero verla con mis propios ojos fue una experiencia muy diferente. Para ir hasta allí, primero tienes que montarte en un barco que te llevará hasta la isla donde se encuentra el monumento. Una vez más, por culpa del poco tiempo que teníamos, no pude acercarme mucho a la estatua, pero sí pude llegar hasta la isla. El viaje en el barco fue bastante tranquilo, y más o menos sale uno cada hora, así que no debería ser un problema coger uno a tiempo. Sin embargo, te sugiero que tengas cuidado en el viaje de vuelta, ya que hay una cola enorme para volver a la cuidad y puedes o bien perder el barco o separarte de tu familia y amigos.

Pero, a parte de eso, la isla es preciosa. Hay mucha vegetación y tiene muchas tiendas de regalos y restaurantes. Yo me compré una pequeña Estatua de la Libertad como recuerdo del viaje. También hay muchos puestos de comida rápida, por supuesto, pero yo preferí comprarme un helado porque hacía mucho calor.

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Espero que algún día mi sueño se cumpla. Quiero experimentar la vida ajetreada que ofrece Nueva York. Y, definitivamente, es cierto lo que se dice: Nueva York está tan llena de vida... es una ciudad apasionante y siempre hay tanto bullicio que, realmente, es "la ciudad que nunca duerme".

Tengo la esperanza de que este artículo te haya ayudado un poco; que por lo menos te haya motivado a viajar y explorar el mundo. Viajar siempre me ha apasionado y nada me hace más feliz que visitar algún lugar en el que nunca he estado antes, incluso si este lugar se encuentra tan solo a un hora de mi casa. Así que, pido a todo aquel que lea mi artículo que persiga su sueño de viajar y que comparta sus experiencias con los demás.

Muchas gracias.