Qué ver (y hacer) en Milán

Como es una ciudad grande (la segunda más grande de Italia), en Milán hay muchas cosas que ver. Ya te gusten los monumentos históricos o los edificios modernos, estar rodeada de gente o tener tu espacio para pasear, siempre encontrarás algo para hacer o para ver en Milán. ¡Echemos un vistazo!

Piazza del Duomo

Es la plaza de la catedral y es el centro de Milán. Desde ahí puedes admirar la Duomo, la gran catedral del centro de la ciudad. Si quieres saber más sobre ella haz click aquí para leer mi artículo más detallado. Esta catedral tan grande e impresionante se encuentra justo en medio de la ciudad. Si miras de frente a la catedral puedes ver y pasear por la Galería Víctor Manuel que se encuentra a su izquierda. Es una galería comercial donde puedes encontrar las marcas más lujosas, además de restaurantes y cafeterías. Destaca mucho por su arquitectura, los detalles en las paredes y el techo de cristal. Aunque las tiendas en su interior sean caras siempre hay mucha gente admirando la galería y soñando con los escaparates de las tiendas. Siempre me impacta la belleza y los detalles de la arquitectura de esta plaza, es imposible de creer que se construyera hace siglos y que aún permanezca tan bonita.

Al volver a la plaza, a la derecha de la catedral se encuentra el Museo del Novecento (museo del siglo XX). En este museo se exponen obras maestras italianas del siglo XX como pinturas o esculturas. La entrada es gratuita todos los días a todas horas si tienes menos de 25 años, y también para todo el que compre el billete dos horas antes de que cierre el museo (y por muchas otras razones que puedes ver aquí).

Al final de la visita también tienes unas vistas increíbles de la plaza a través de unas grandes ventanas. Este sitio es muy popular para las fotos, y la verdad es que salen muy bien con esas vistas.

Parco Sempione

Si prefieres darte un tranquilo paseo por el parque, tienes que ir al Parco Sempione. Se puede ir directamente desde la PIazza del Duomo y por ahí lo primero que verás antes de entrar al parque es el Castello Sforzesco. Entrar a los jardines es gratis, pero si quieres ver las exposiciones de dentro del castillo tienes que comprar una entrada.

A través del castillo llegas directamente a Parco Sempione. Es un buen sitio para simplemente pasear, tirarse en el césped y disfrutar del sol si ha salido. También hay puestos de comida donde comprar helados y otros tipos de comida y bebida. Casi seguro que te encuentras a gente corriendo y a otros cantando. Este parque es como si estuviera completamente separado de la ciudad, ya que no se oyen los coches ni el tranvía ni nada más.

Al otro lado del parque hay otro gran monumento que tampoco te puedes perder, el Arco della Pace. Se ve desde el castillo y se puede llegar allí a través del parque. Lo mandó a construir Napoleón en el siglo XIX y tiene 15 metros de altura.

Navigli

Por la tarde también es muy agradable ir a dar una vuelta por los canales el barrio de Navigli. Es una zona peatonal con muchos bares y restaurantes, donde seguro que encuentras algún sitio donde tomar un aperitivo. La mayoría de bares lo hace, normalmente entre la seis y las nueve de la tarde. Un aperitivo significa que todas las bebidas tienen un precio especial. Durante estas tres horas tienes acceso a un bufé en el que puedes comer todo lo que quieras. Es un concepto muy popular en Milán y pasa en cada bar de la ciudad. ¡Es como la hora feliz, pero mejor!

Estos sitios son probablemente los más famosos de la ciudad, los que sin duda no te puedes perder si vienes a Milán y quieres saber más sobre la ciudad y vivir su cultura. Son los imprescindibles de Milán que te encuentras en cualquier guía de la ciudad. Incluso si son algo turísiticos, me encanta ir allí de vez en cuando (evitando las horas puntas, claro).

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