Visita a Lovania

El lunes 15 de abril era el primer día de ls vacaciones de Semana Santa y había venido a visitarme un amigo mío de Holanda para visitar juntos un lugar característico de Bélgica fuera de los destinos turísticos más conocidos. Por lo tanto, decidimos ir a Lovaina, una pequeña ciudad universitaria al este de Bruselas.

Llegamos a la ciudad en poco más de una hora en coche por toda la autopista, aunque es igual de fácil y rápido llegar en tren, y aparcamos en un lugar cómodo y estratégico unido al Groot Begijnhof.

La primera parte de la visita fue dedicada a este pintoresco barrio de casas de ladrillo atravesado por cursos de agua, para luego desplazarnos al norte hacia el centro mismo.

A lo largo del camino atravesamos un primer lugar importante, el Oude Markt, es decir, una larga plaza rectangular enmarcada por edificios de época y llena de bares, restaurantes y otros locales. Recomiendo ver esta plaza en el lado sur para tener una hermosa perspectiva de las casas alineadas y de la catedral que sobresale sobre ellas.

El siguiente punto fue el Grote Markt, el corazón de Lovania y probablemente también la plaza más hermosa debido a la presencia de la catedral y el opulento Stadhuis, en estilo gótico y decorado con numerosísimas estatuas blancas. Iluminado con cálidas luces al atardecer, este edificio ofrece lo mejor de sí mismo por la noche, junto con muchos otros edificios, por lo que es muy recomendable dar un paseo por el centro incluso cuando oscurece. También hay que visitar Sint-Pieterskerk, ya que ha sido recientemente restaurada y, aunque incompleta, ofrece un magnífico espectáculo con su blanca arquitectura gótica y de amplias vidrieras de colores.

Después de explorar las callejuelas alrededor de la iglesia, continuamos por la Muntstraat, una callejuela histórica y animada llena de restaurantes y estudiantes que se gustaban de los platos muy populares. En el Tiensestraat luego giramos a la izquierda para cruzar la hermosa plaza de flores Herbert Hooverplein, que cuenta con una fuente de suelo grabada en planta de la ciudad de Lovaina que rocía agua de manera discontinua, ¡Así que es buena para aventurarse en su interior o hacer travesuras divertidas a sus amigos desprevenidos!

Desde aquí hemos entrado en la gran plaza Monseigneur Ladeuzeplein dominada por la majestuosa fachada de la biblioteca universitaria, un edificio destruido y reconstruido dos veces durante las guerras mundiales y cuya triste historia de ofensa a la cultura y tradición belga es conocida en todo el mundo. Por lo tanto, compramos la entrada para visitar la hermosa sala de lectura en su interior y subir a la torre a lo largo de un interesante recorrido de exposición en cada planta. Cuando llegamos a la cima disfrutamos de una hermosa vista de la ciudad.

De vuelta a la plaza tomamos un merecido descanso de cerveza en la encantadora taberna Universum tomando el tibio sol de primavera sentado en las mesas exteriores y luego entramos en el Sint Donatuspark, un hermoso jardín con árboles de colores, arroyos y los restos del encantador Toren oude stadsomwalling. ¡Imagínad con un día tan hermoso como este cuántas personas estaban tomando el sol en el césped!

Haciendo otra parte del camino, llegamos a la última etapa de la visita de la ciudad: el jardín botánico. Llegamos un poco tarde y ya estaban cerrando el jardín, pero pidiéndoselo amablemente a los gerentes nos dejaron entrar y ver rápidamente los hermosos parterres de flores que precisamente entre abril y mayo se encuentran en su máximo esplendor.

Al no tener más cosas que ver, volvimos al centro para asistir al anochecer en la ciudad sentados en un buen local y ver así los edificios iluminados. ¡Qué día tan bonito!

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