Magic Grill & Bar

A nuestra llegada a Lumumby se había hablado mucho de un local situado en el corazón del campus, pequeño pero matón, llamado Magic.

Nuestros compañeros de habitación polacos, dos chicos muy majos que ya estaban trabajando pero seguían viviendo en la residencia de estudiantes porque hacían una pillería típica al parecer por allí (puesto que la residencia de estudiantes es mucho más barata que los pisos de alquiler, como ya os comenté ese era uno de los puntos clave a la hora de decidirse por residencia y no por un piso compartido en el centro de la ciudad).

La pillería consiste en que algunos de los polacos (por lo que pudimos saber bastantes, al menos en nuestra ciudad) que ya han terminado los estudios y tienen un trabajo lo que hacen es matricularse de una o dos asignaturas en alguna carrera relacionada para poder tener los créditos necesarios para que les guarden el sitio en la residencia de estudiantes. De esta forma a efectos legales siguen siendo estudiantes y pueden estar en el campus, pagando ochenta euros al mes en lugar de doscientos que vale un piso compartido (y con las comodidades de vivir en una residencia de estudiantes).

Yo les pregunté por qué esas ganas de estar tanto tiempo en una residencia en lugar de "independizarse", pero ellos lo tenían bastante claro. De esta forma conocían cada cuatrimestre a gente nueva, mejoraban su español, tenían el tema del gimnasio (aunque había que reservar hora por una página de facebook y luego subir al décimo piso a la habitación de un polaco que se encargaba de la llave, parecía aquello un rollo mafioso en miniatura), lavadora, sala de juegos con ping pong y billar y en fin, la vida del estudiante allí. Además como sabéis los sueldos en Polonia no son muy elevados así que la gente busca la opción más económica.

Ellos lo preferían incluso aun teniendo que compartir habitación. Se lo habían montado bien con algunos muebles propios y poniendo las estanterías estratégicamente como para tener dos módulos semi-privados dentro del cuarto compartido.

El caso es que corrían muchas leyendas sobre Magic por allí. Que si un pub de noche, un bar de día. El bar de las mil caras, el punto de reunión de los estudiantes antes de salir de caza... Un montón de leyendas urbanas que crecían con cada día que pasaba desde nuestra llegada. Ya que cuando llegamos el local sólo era accesible por fuera. Vamos que estaba chapado.

Los polacos seguían alimentando el mito con que tenía pasadizos ocultos, con sustancias extrañas que echaban en la bebida y en la comida que te hacía ver la vida con otros ojos, con que el bar era incluso capad de sustituir el sol que tan poco veías viviendo en Polonia...

Así que la inauguración, allá por finales de octubre, fue todo un éxito. Aunque al entrar el primer impacto fue de "¿tanto para esto?". Y es que lo mágico de Magic no es el local en sí. Que está bien ambientado, con sus sofás, sus mesitas, sus pósters guapos, un plasma, la barra con neones azules y el futbolín gratis (GRATISS YEAH). La magia de Magic está en su contenido, no en su continente. Siempre que no sabías dónde ir o te aburrias de estar en Hell's Kitchen, del que os hablé en "Lugares" hace poco y que era hasta entonces el bar número uno y prácticamente única opción sin coger bus o tranvía para llegar a Piotrkowska, ibas a Magic.

Cada vez que ibas te podías encontrar algo o alguien distinto. Y pasar un buen rato de cerveceo, consultando algo en internet, jugando al futbolin o simplemente saciando la gazuza y viendo videoclips sensuales en la tv. 

Porque eso era otro aspecto curioso de Magic. La tv siempre tenía puestos videoclips de estos típicos de la MTV aunque no siempre era la MTV. Pero lo gracioso es que el refuerzo era variable. Nunca sabías si lo que se escuchaba en el bar tenía que ver con la tv o no. Podías estar viendo a los Rolling Stone mientras escuchabas a Bruce Springsteen (o Bruce Adolescente Primavera, en castellano de toda la vida). 

Pero vamos que la música que podías encontrar era de todo tipo. Desde temazos para salir a bailar y volverte loca, hasta temas más clásicos (dentro del Rock-Pop) para disfrutar de tu cerveza más tranquilamente y tratar de tener alguna conversación semiprofunda sobre temas que realmente no controlas pero te gusta aparentar que sí lo haces. Eso también se llevaba mucho en los sillones de Magic.

En cuanto al aspecto "ir de tranquis" tamibén es un buen sitio. Te prestan tableros de juegos de mesa míticos, como ajedrez o backgammon (si es que sabéis jugar a ese juego jaja, a nosotros nos enseñaron a jugar un chico y una chica griegos, y la verdad es que no es tan difícil como parece al principio, pero ver jugar a dos personas que ya tienen experiencia jugando es todo un reto visual para la mente y el entendimiento. Ya que saltan y comen y vuelven y montan y todo parece llevado por un caos aleatorio que no atiende a normas fijas, pero no es así, simplemente deciden y mueven rápido, pero jugando lento cualquiera en un par de tardes puede aprender). 

La comida en cuanto a calidad no es muy allá. Pero desde luego por precio y comodidad es insuperable en el campus. Estaba el típico plato de pollo, la hamburguesa, el sandwich Magic, que parecía como un "kebab" extraño, y el plato estrella por los estuiantes, una pizza de tres euros con la que podían comer dos personas normales o una si era XXL. Pero vamos que te saciabas con una para dos.

En la foto que os adjunto (que fue poco después de que abriera Magic) podéis ver el desayuno de los campeones después de una party hard de Erasmus con un colega portugués y un turco: Pizza grande, 2 platos de patatas, 3 refrescos y hamburguesa con queso por 36zl [unos 9€]. Para que os hagáis una idea... Hell yeah!

Las bebidas a precio normal en Polonia en sitios como este, una pinta de cerveza por un euro o poco más (5zl = 1,25€, pero si tenías el codiciado carné de Magic para clientes VIP te costaba 4zl = 1€). Y lo más mágico de Magic es que no sabías que te ibas a encontrar cada vez que entrabas.

A lo largo del post os he puesto fotos de ejemplos de lo que allí podía acontecer: un día entrabas y había una lan party con gente jugando, o descargando ilegalmente cosas (pillos), o haciendo como que estudiaban, tal vez para parecer interesantes e intentar seducir a alguna hembra despistada e inocente. Pero eso esra así porque Internet en las residencias era una tortura mental y un desafío a la santa paciencia. O iba tan lentos que te daban ganas de meter una palanca al ordenador y darle al rodillo para que corriera más, o no iba directamente, o te lo cortaban y a mam***a. Por lo del límite de quinientos megas de descarga, que como te descuidaras te quedabas un día sin Internet vaya. En Magic, al menos al principio, existía el libre uso de la red wifi. 

Otro día llegabas y estaba totalmente repleto de Erasmus gritando, cantando y saltando. Como en el caso de la foto al terminar el torneo de futbolín de Magic, que fue un éxito inesperado jajaja. Muchos de los estudiantes recuerdo que ese día ni siquiera salieron de fiesta por haber vivido la tensión de las tablas eliminatorias del torneo y de la gran final que ganaron unos colegas Erasmus.

Podéis apreciar el ambiente en las fotos, pero vivirlo es algo totalmente distinto. 

Otro dia entrabas y aquello parecía la Gran Puerta de la entrada al Sendero de los Muertos... (referencia freak a "El Señor de los Anillos"), pero por si hay algún despitado. Me refiero a que abrías la puerta y el humo blanco del tabaco te tiraba literalmente para atrás.

En los locales para fumadores en Polonia hay un problema de base que espero que algún día solucionen. Allí, como todos sabéis, hace frío prácticamente todo el año ( o al menos durante la época académica en la que los Erasmus habitan). Por tanto los locales o están cerrados a cal y canto o tienen calefacción. Si a eso le sumamos que se pueda fumar dentro, tenemos la combinación perfecta para morir asfixiados o directamente de asco. En este aspecto Magic perdía muchos puntos. Pero los días que no había fumadores ni tan mal por allí...

Eso sí, si te tocaba un día de la reunión de los amantes del puro, ya podías tender la ropa en la calle toda la noche, que le saliera escarcha y se acartonara más que los calzoncillos de Wifly (guiño al temazo de SFDK "Dónde está Wifly", mitiquísimo), que el pestazo a humo caducado no se iba ni con lejía.

Pero en fin. Magic no era el local más grande, ni más limpio, ni con mejor iluminación (aunque el ambiente al final te hacía sentir en casa), incluso diría que tampoco con mejores gentes en su interior. Pero qué demonios, era nuestro Magic, al fin y al cabo. Y se le acabó cogiendo un especial cariño, como a todos los locales que visitamos a menudo durante el año Erasmus.

Pronto más y mejor, Powodzenia!