Cuatro días en Laos

Mi universidad organizó un fin de semana de cuatro días en el que mis amigos y yo disfrutaríamos de una visita a Laos. Tan solo eran cuatro días, ¡pero serían cuatro días muy intensos!

Salimos de Bangkok en dirección a la frontera de Laos, que estaba cerca de Vientián, su capital. Después de habernos tirado diez horas en el autobús de noche llegamos a la frontera de madrugada para sacarnos el visado. Antes de salir de Bangkok teníamos que sacarnos un permiso de vuelta para poder volver a pisar el suelo tailandés. En la frontera rellenamos un formulario, entregamos una foto tamaño carnet y pagamos unos 28 dólares para poder sacarnos el visado. Llegamos por la mañana temprano (sobre las ocho de la mañana) por lo que aún no había mucha gente- Cuando ya teníamos los visados nos montamos en una mini furgoneta para ir a la capital. Muchos amigos nos habían dicho ya que no nos quedáramos en Vientián porque no había mucho que ver ni que hacer. Y la verdad es que hicimos bien porque nos quedamos maravillados al ver la ciudad mientras pasábamos con la furgoneta. ¡Cuando ya estábamos en el centro cogimos otra furgoneta que nos llevaría hasta Vang Vieng! ¡Y cuatro horas más tarde ya habíamos llegado a nuestro destino! Vang Vieng es una ciudad pequeña que hay al norte del país encaramada en lo alto de la montaña, no nos decepcionó la belleza de esta ciudad. Llegamos y nos hospedamos ese mismo día en un hostal con vistas a la montaña. Una vez ya instalados alquilamos unas scooters para pasearnos por la ciudad y pasamos por un puente de madera que llegaba hasta unos caminitos de tierra rodeados de vegetación y de montañas, ¡había unas vistas impresionantes! Al final se nos ocurrió ir hasta un mirador para poder ver la puesta de sol, mereció la pena cada segundo que pasé escalando la montaña para poder disfrutar de esas vistas. Así fue como pasamos nuestro primer día en Laos. El segundo día lo pasamos en Vang Vieng, fuimos en scooter a ver los alrededores y conseguimos un mapa de los lugares interesantes que se pueden visitar (hay mapas en todos los hostales). Tan solo tenéis que seguir el camino que os marca y dejaos llevar por los carteles que os indiquen que gires a la izquierda o a la derecha para ver un sitio u otro. ¡Hay muchas termas de agua en las que meterse a darse un baño!

El tercer día fuimos a Luang Prabang, que está a 5 horas en furgoneta al norte de Vang Vieng. Esta vez volvimos a optar por viajar de noche para perder el menor tiempo posible. Nos quedamos dos días en Luang Prabang, la verdad es que es una ciudad muy tranquila y apacible. Estas son las cosas que podéis hacer allí:

Así fue como acabamos nuestro viaje y, 24 horas después, ya estábamos de vuelta en Bangkok.

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