Si la anterior entrada sobre las médulas os gustó, con esta nueva estaréis obligados a viajar hasta Galicia para conocer las Fragas do Eume. Sabéis que Galicia es preciosa, y éste es uno de los motivos.
"As Fragas do Eume" es un lugar con multitud de rutas y posibilidades de perderse en un entorno natural maravilloso. Aquí os escribo sobre una de las rutas de senderismo que organizaron los chicos de una asociación y a la que me apunté a última hora, pero con un fantástico resultado.
Desde que me mudé a Ourense empecé a buscar nuevas formas de socializar, buscando actividades que me gustan y donde poder conocer gente con intereses comunes: círculos de tiempo libre (otra de las cosas a las que me dedico), grupos de senderismo… Así fue como comencé a investigar en Facebook y encontré grupos variados con diferentes características pero con un perfil común: gente de Galicia que le encanta hacer rutas, pasear conociendo los recovecos más bonitos de nuestras tierras. Además, suelen ser grupos donde se comparte el coche, por lo que no tenerlo (como es mi caso) no es un problema, ya que con mucha probabilidad alguien saldrá de tu ciudad y podrá llevarte hasta el punto de partida.
Así pues, facebook me sorprendió con una ruta guiada por las “Fragas do Eume”. Estaba cansada de oír hablar de este fantástico lugar y yo todavía no había tenido la oportunidad de conocerlo. Así que lié a un par de amigas para venir conmigo y allá nos fuimos de ruta un domingo a las 8 de la mañana (merece la pena cuando haces algo que te gusta, pero es un madrugón que requiere fuerza de voluntad…jajaja).
¿Cómo llegar hasta las Fragas?
Las Fragas limitan con 5 concellos, por lo que existen varios puntos de partida, tanto para llegar con el coche como para comenzar con las rutas.
Uno de los mejores accesos al parque es desde Pontedeume (el lque os he descrito antes). Desde aquí habría que tomar el desvío de Ombre de la carretera AC-114 para después ir a Caaveiro bordeando el río.
En nuestro caso, salimos desde A Coruña (ya que coincidía que yo ese fin de semana tenía que ir hasta allí) y compartimos coche hasta Pontedeume, el punto de partida; concretamente en “Casa Toñita”, un bar muy próximo al comienzo de la ruta donde paramos a tomar un café rápido antes de salir (y por supuesto donde acabamos al final de la ruta para tomarnos una o dos cañas). Después de un breve parón, cogimos los coches y bajamos carretera abajo hasta una zona de aparcamiento donde se pueden dejar los coches (hay varios tramos de carretera donde se anchea y se puede aparcar. Pero ojo, porque de vez en cuando por allí pasan autobuses, aseguraos que siempre que aparquéis por la zona dejéis espacio para que éstos puedan dar la vuelta sin problema y no colapséis el camino.
¡Y comenzamos! En este caso hicimos una ruta circular en la que pasamos por el monasterio de Caaveiro, muy próximo al Rio Eume, y la Central Hidroeléctrica de Ventureira (la antigua y la nueva, que construyeron después, y que es la que funciona actualmente).
Datos de interés
Para contactar, pedir información… podéis poneros en contacto con:
- la oficina municipal de Turismo de Pontedeume (Torreón, S/N, 15600 Pontedeume
981 430 270)
- La oficina del parque natural (Esteiro, 23, Nogueirosa - Pontedeume; Tel. 981 495 580)
- La página web de la Xunta de Galicia: http://www.turismo.gal/recurso?cod_rec=16847&ctre=9
Conociendo las fragas
¿Qué es una Fraga? En Galicia conocemos como fragas a aquellos lugares donde se abundan las breñas, es decir, la vegetación que aparece de manera espontánea y totalmente improductiva (maleza). Estos matorrales sirven de abrigo ya que en ellos rompe el viento, en un terreno que se caracteriza por su irregularidad, profundidad y dificultad de tránsito. Además este bosque espeso se caracteriza porque la luz siempre se ve interrumpida y siempre llega “velada”, por eso es muy común la humedad y una temperatura muy constante.
En el vocabulario gallego, se entiende como “fraga” distintos tipos de bosque, siempre dentro de un contexto de bosque atlántico. Lo característico de una fraga es la coexistencia de árboles caducifolios de distintas especies como robles de varias clases (conocidos con el nombre de “carballo” en gallego), castaños, fresnos, abedules… aunque el significado de fraga como tal indica que la vegetación más abundante es de roble.
FRAGAS DEL EUME
Las Fragas del Eume es un paisaje muy reconocido y de gran interés no solo para los vecinos gallegos, sino para todos los turistas que visitan nuestras tierras. Se sitúa en la provincia de A Coruña, comprendido en los ayuntamientos de Pontedeume, Monfero, As Pontes, Cabañas y Capela (Siendo los tres primeros los más populares ya que coinciden con los vértices de este entorno). Se reconoce desde 1997 como parque natural de gran extensión, con más de 9000 hectáreas, de importancia a nivel nacional. Está considerado además como las fragas costeras mejor conservadas de toda Europa, siendo un ejemplo de supervivencia, de conservación del bosque autóctono de las tierras gallegas y la mejor representación a nivel europeo del bosque atlántico termófico (ya sea por extensión como conservación), que lleva en pie desde el Neolítico.
Popularmente nos referimos a él como el “o bosque encantado” o “o bosque máxico” ya que el entrono es admirable, lleno de misterio y de encanto, con abundante vegetación a orillas del río Eume. Quizá por esa herencia que conservamos en Galicia de la mitología, gran cantidad de historias y leyendas de la edad antigua también le damos esa importancia al entorno, ya que en la Edad Media el bosque era la representación de lo misterioso, extraño y sospechoso, de lo desconocido, fuera del alcance la de intervención humana.
Únicas en FLORA y FAUNA
Ya os he dicho que es una joya en su especie y es que la conservación de este bosque es digna de ver. Incluso para aquellos que no sabrían diferenciar un roble de un castaño ya que el festival de colores según la estación es un espectáculo en sí. Quizá fue una de las cosas que más me llamó la atención, la cantidad de colores que se podían ver: era Otoño y coincidía con la caída de la hoja, lo que permitía ver los verdes que quedaban en los arboles, las hojas amarillentas ya caídas, entre tonos castaños y rojizos; una preciosidad. Se dice que Galicia es el lugar donde se pueden encontrar más variedades de colores en la vegetación a nivel mundial.
Como os decía antes, como fraga en sí, lo más abundante son los robles (que dominan las zonas más altas de las fragas) que junto con los castaños conforman ese manto de vegetación junto a los abedules, a los fresnos y avellanos, junto con algunos árboles frutales silvestres, y los chopos y alisos, que se ubican en las zonas más próximas al río. También se acompaña por árboles perennes como laureles, acebos y madroños. Es un ecosistema que llama la atención precisamente por su gran biodiversidad.
Esta característica de vegetación tupida impide que la luz penetre a sus anchas, por lo que se conserva un alto grado de humedad, condición indispensable para el crecimiento de más de 200 especies de líquenes, musgo y 20 especies distintas de helechos (nos decía el guía como curiosidad, no sé si es realmente cierto, que algunas de estas especies se asientan en estas tierras desde la época de los dinosaurios en la era cenozoica (o terciaria), hace más de 60 millones de años).
Al igual que la flora, en las Fragas del Eume también coexisten numerosas especies de animales: entorno a 103 especies de aves, sobre todo aquellas que han adquirido la destreza de cazar en los bosques (halcones… y búhos reales, único lugar en el que habitan en la provincia de A Coruña). Es un espectáculo poder ver halcones sobrevolando las fragas con las alas abiertas y volando en círculos. Por supuesto habitan mamíferos bien conocidos en Galicia como lobos, corzos, jabalíes, ciervos y cabras…Las verdad es que pasamos por zonas realmente escarpadas y es brutal ver como varias cabras campan a sus anchas por terrenos que yo no podría ni subir escalando asegurada con cuerdas. Además, discurren por el río otros peces y anfibios, aunque lamentablemente no tuvismo la oportunidad de ver ninguno.
Rio Eume
El encanto de estas fragas se debe al trabajo que ha ido labrando el Rio Eume a su paso erosionando el valle en el que se sitúa (Rio que da nombre a estas fragas), y es que entre la inmensa vegetación podemos ver como el rio, a lo largo de sus 100 Km de recorrido, transcurre entre diversos paisajes a lo largo de un profundo cañón que llega a alcanzar los 300 metros de desnivel. Este rio nace en el interior de Galicia, en la provincia de Lugo, y transcurre las tierras gallegas hasta llegar al océano atlántico, desembocando en la ría de ares (entre A Coruña y Ferrol) en el pueblo de Pontedeume.
Contraste.
El contraste estacional es increíble. He vivido en Galicia toda mi vida y sin embargo pocos lugares hay, donde haya podido presenciar tal cantidad de color, tanta variedad de un mismo tono. Si es verano la infinidad de verdes te dejará sorprendido y los diferentes puntos de luz que la vegetación deja pasar le darán un toque de magia. Por otro lado en otoño, con la caída de la hoja, es otro momento precioso para visitar las fragas.
En otoño, cuando hicimos la ruta hay que tener cuidado si coincide con un día lluvioso, ya que el entorno es húmedo de por sí pero si además ha llovido y el sol no puede penetrar entre la vegetación, abundaran los charcos de barro y el terrenos resbaladizo por lo que la caminata se hará complicada. Sin embargo, si tenéis suerte y es un buen día, el vientecillo hará más llevadero el paseo (mucho mejor que un día acalorado) y además podréis ver la lluvia de hojas por encima de vuestras cabezas. Un momento precioso.
Incendios
En el año 2012, a finales de marzo, este parque natural sufrió un importante incendio, del que todavía se resiente hoy en día. La verdad es que en las rutas que hicimos a penas se apreciaba, pero en algunos tramos aun se podía ver regiones que carecían de ese colorido característico, zonas desnudas. Este incendio de casi 4 días de duración calcinó unas 350 hectáreas de la parte superior del cañón, perteneciente al municipio de A Capela.
La importancia de este incendio no solo reside en la importancia patrimonial del parque natural de las fragas del Eume, sino que en este parque residen 521 personas en la actualidad, aunque ninguna de estas personas se vieron afectadas en el incendio. Por otro lado, este bajo número nos ayuda a entender el estado virgen en el que se presentan las fragas, que sumado a la cantidad de eucaliptos de la zona circundante y la abundante maleza que arde fácil, actúo como un detonante.
SENDERISMO
Estas fragas pueden recorrerse en coche si es de vuestro gusto, ya que a lo largo de todo el entorno existen carreteras que se adentran en las fragas (sin ir más lejos, como mencionábamos antes hay gente que vive allí, por lo que existen accesos muy cómodos). Sin embargo para conocer las fragas en profundidad no cabe duda de lo que mejor es recorrerlas a pie, llegas a sitios los cuales la carretera no nos permite conocer, llegar a aguas del rio Eume y paseas por los diques secos hasta llegar a lo más profundo del cañón.
También existen caminos asfaltados, extensiones de prado y mesas de piedra, por lo que es apto para un picnic en verano con chapuzón en el río, y paseos en bicicleta para los más deportistas. Además, para aquellos que queráis ir con niños, puede recorrerse con carritos sin ningún problema, aunque diré que, por supuesto, lo más bonito está en la profundidad, y para llegar, hay que calzarse zapatillas de deporte y estar dispuestos a sortear entre piedras y charcos.
Para no hacer el texto tan denso, en la siguiente entrada, os especifico un poco acerca de las dos rutas de senderismo que conozco en las fragas.