Las lecciones de vida que he aprendido viajando a Japón

¡Buenos días a todas y a todos! Me siento muy afortunada de poderte contar todas las lecciones de vida que he aprendido desde mi viaje a Japón hace dos años. Con este artículo quiero resaltar como los viajes ofrecen una infinidad de lecciones ¡si permaneces con la mente abierta y te integras en la diversidad!

(Una pequeña puntualización antes de comenzar: cuando escribo "los japoneses", no es mi intención, en ningún caso, estereotipar o generalizar. Cada japonés es diferente, tiene actitudes y valores diferentes. Es sólo una forma, para mí, de comentar las tendencias que he observado en Japón. ¡Gracias por vuestra comprensión!)

Reina la confianza y no la desconfianza

Comenzamos, con fuerza, con uno de mis más bonitos recuerdos de Japón:

Yo buscaba el apartamento "Airbnb" que había reservado, pero sólo tenía la dirección y ninguna foto del exterior, sólo la foto de una bicicleta.

Entonces, cuando ví una bici parecida junto a una casa, pensé que se trataba del sitio correcto: abrí el portal, atravesé el jardín, entré en la casa, me quité los zapatos, me dirigí hacia el interior y, finalmente, me di cuenta de que algo iba mal...

Entonces vi varias fotos familiares colgadas y alguien que roncaba en una de las habitaciones, comprendí que ¡no se trataba de la dirección correcta y que acababa de irrumpir en la casa de alguien!

Al final terminé por encontrar la dirección correcta preguntando a alguien en la calle, ¡pero pasé mucha vergüenza por lo sucedido! Más adelante me enteré de la costumbre de los japoneses de dejar la puerta de su casa abierta, porque son muy confiados.

¡Este contraste me sorprendió verdaderamente! Es justo lo contrario de mis vecinos en Francia que han comprado un perro guardián feroz para asegurarse de que ningún ladrón pueda entrar.

Esto me ha hecho reflexionar sobre lo que significa la seguridad: no es algo absoluto. Nos toca a nosotros encontrar el equilibrio entre la confianza total y la prudencia, sin caer en el miedo y la paranoia.

Una observación: acabo de leer esta mañana que, según algunos estudios, confiar en lo que nos rodea sería uno de los elementos más importantes de la felicidad. Interesante...

No tener miedo del silencio ni de estar solo

En Japón, ser silencioso y sentirse a gusto con el silencio es una señal de respeto para los que te rodean, ¡no hay por lo que preocuparse! Mientras que en nuestra cultura occidental tendemos a hablar muy deprisa (incluso a comernos el final de la frase anterior), a menudo por evitar el famoso silencio "incómodo".

Igualmente, es frecuente ver japoneses disfrutar solos de diversas actividades (parques de atracciones, restaurantes... ) Mientras que en París (en mi caso), la mayoría de la gente parece avergonzarse si van solos a un restaurante.

Por ejemplo, en una ocasión acudí sola a desayunar para probar la nueva receta de un restaurante que me gusta, y cuando mi madre se enteró de que iba a ir sola, me dijo: "¿Pero estás segura de que no prefieres invitar a alguien? ¡Es tan triste comer solo!", creo que este es un buen ejemplo de nuestra tendencia, en el mundo occidental.

No debes tener miedo a ser juzgado. ¡Pasar el tiempo contigo mismo es absolutamente correcto y, además, una experiencia formidable! No dependes de nadie para hacer aquello que deseas.

No hagas las cosas a medias, incluída la generosidad

Tuve que pedir ayuda varias veces, principalmente con las direcciones, porque el sistema de direcciones en Japón no está claro para mí. La mayoría de las veces, yo les preguntaba por dónde era necesario ir para encontrar "x", ¡y se ofrecían para acompañarme hasta mi destino! Y, a veces, ni siquiera tenía la necesidad de preguntar, porque algunos japoneses se daban cuenta de que yo estaba perdida se ofrecían directamente a ayudarme.

Otro ejemplo sería cuando estuve en un supermercado, buscando un postre vegano.

Para no perder el tiempo buscando algo en un supermercado que no conocía, pregunté a un empleado si tenían algo vegano.

Pareció sorprendido y pidió ayuda a uno de sus compañeros. en seguida comenzaron, los dos, a recorrer la tienda durante, tal vez, 15 minutos (y no exagero, ocuparon una buena parte de su tiempo sólo para mí).

Al final, uno de los empleados me trajo una cesta con todos los ingredientes para hacer una receta vegana japonesa a base de tofu. Me sentí a la vez agradecida y avergonzada por todo el tiempo y la energía que habían empleado conmigo, ¡confieso que no estoy acostumbrada a nada parecido en Francia!

La comida es una bendición, deberíamos sentirnos agradecidos

Algo que me ha llamado la atención en Japón es la costumbre de hacer fotos de casi todas las comidas. Ya sea para una cuenta "Instagram" o para un diario personal, esto demuestra indudablemente un amor incondicional por la comida. De hecho, he descubierto que va más allá del simple "food porn".

En efecto, los japoneses dicen "itadakimasu" antes de comenzar a comer, y terminan con "gochisamadeshita".

"Itadakimasu" proviene de las raíces budistas japonesas, que enseña el respeto a todos los seres vivos. Esta reflexión se extiende a la comida bajo forma de agradecimiento a las plantas, los animales, a los agricultores, a los cazadores, a los "chefs" y a todo aquello que ha sido necesario para preparar la comida.

El corazón del ritual "itadakimasu" es el de la gratitud y de la reflexión, aunque sólo sea por un instante. Dentro de este contexto, comenzar una comida con "itadakimasu" implica que te lo comerás todo.

Lo mismo se aplica cuando terminas de comer: "gochisamadeshita" se puede traducir por"gracias por el festín".

Altruismo: se consciente de lo que te rodea y respetalo

Los japoneses tienen mucho cuidado en mantener las cosas limpias, respetan su ambiente y comprenden que no están solos. ¡Cada uno de nuestros actos tiene consecuencias! Ya se trate de no tirar desperdicios, de no fumar, o de permanecer en silencio durante los desplazamientos para no molestar a los demás... ellos piensan colectivamente, y eso es bueno.

Libera tu cuerpo del juicio de los demás

Ya sea en los baños públicos, los vestuarios de la piscina, los japoneses (del mismo sexo) se encuentran a menudo desnudos frente a los demás. ¡Esto puede parecer difícil para numerosos extranjeros! Pero yo creo que esto puede volvernos, a los seres humanos, más cercanos los unos de los otros.

Para mí fue la primera vez que estaba desnuda en un "onsen" (baño termal público) junto a otras personas.

¡Primera vez que estaba desnuda en un sitio público! y, extrañamente me sentía a mis anchas y libre. ¡Incluso olvidé que estaba desnuda!

Mejor prevenir que curar

Durante varios días seguidos, oía cada mañana una alarma, en casa de mi vecino, con una advertencia verbal. Yo todavía estaba durmiendo cuando sonaba. Cada vez me despertaba porque no sabía si se trataba de una alarma sísmica! Con el tiempo he terminado por reconocer algunas palabras y saber de que se trataba. ¡Una alarma para prevenir las peligrosas olas de calor!

Otro ejemplo: los conductores de autobús. ¡Cuando van a girar, lo pregonan en voz alta! Se aseguran que permanezcamos estables y agarrados a la barra para no caernos, aunque el viraje sea leve. ¡Yo me quedé muy sorprendida, porque jamás he visto nada parecido en París!

Intégrité: ce que vous possédez est suffisant

Una historia que se repite con los visitantes de Japón (y que termina siempre con el mismo resultado): si has olvidado o perdido tus pertenencias, no te preocupes, las recuperarás. ¡Jamás he oído hablar de robos en japón! Por supuesto, no quiero decir que esto no pueda llegar a ocurrir, pero (como habitante de París), es realmente raro.

Por ejemplo, una de mis amigas olvidó su bolso en un "Starbuck", con su dinero, su pasaporte, todos sus papeles oficiales... Afortunadamente lo recuperó 4 horas más tarde: regresó rápidamente al "Starbuck", y, aunque el restaurante estaba abarrotado, ¡nadie se había sentado en la mesa donde permanecía el bolso, y nadie lo había tocado!

Se pueden sacar varias lecciones de esta historia, pero para resumir: te basta con lo que posees, no necesitas robar a los demás.

Lo que está bien hecho, bien parece

Otra cosa de la que se preocupan los japoneses es sobre la clasificación de la basura (¡lo que es algo muy positivo!

Desde mi punto de vista, en Francia no estamos bien educados respecto a esta materia, y las leyes tampoco son muy extrictas (en todo caso, no lo suficiente). En las calles de París, por ejemplo, a menudo sólo hay un contenedor para todos los tipos de desechos, es imposible clasificar o reciclar (se que este problema se va solucionando, pero persiste en la mayoría de los contenedores).

Pero en Japón es muy importante y básico. No se quejan porque lo consideran normal. Lo hacen directamente, automáticamente, sin siquiera pensarlo.

Yo conozco muchas personas de mi entorno que lo consideran una tarea tediosa y desean evitarla a toda costa. De hecho, demoran la clasificación o salir a tirar la basura hasta el final y, aun así, no se rompen la cabeza y meten todo en la misma bolsa.

Una vez más, los japoneses piensan colectivamente. Es un gran recuerdo: es importante cambiar nuestras perspectivas y repensar nuestras prioridades y nuestra definición de "tedioso". Esto nos invita a reflexionar sobre el motivo para hacer determinadas cosas. ¿Y si nadie lo hiciese así? ¿En qué se convertiría nuestro mundo?

¿Gracias por haberme leído, espero que hayáis aprendido algo!

Una última cosa: si te gusta este tipo de artículos y reflexiones, no olvides tomar notas cuando viajes (¡realmente, hazlo todo el tiempo, cada vez que veas algo diferente o sorprendente, apúntalo!) Es tan enriquecedor, y te permitirá sacar lecciones de vida. ¡Hasta pronto!)

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