Excursión a Cinque Terre

Cinque Terre había sido uno de los destinos de mis sueños durante años. Incluso el año pasado, estaba pensando que iba a tardar años en ir a este lugar. Poco después supe que iba a hacer mi Erasmus en Milán, Italia, y que Cinque Terre está muy cerca. En realidad, es el primer lugar que visité. Solo unas semanas después de mudarme a Milán. Planeé este viaje con mis amigos Erasmus a principios de septiembre (casi tan pronto como nos conocimos porque todos realmente queríamos ir allí), para tener las mejores posibilidades de tener un clima agradable para disfrutar nuestro día al máximo. Tardamos alrededor de 3 horas llegar en tren desde Milán. Mientras estábamos en el tren pasando por Génova pudimos ver el mar a través de la ventana y el color era increíble: ya no parecía que estuviéramos en Italia, sino en el Caribe. Era tan hermoso que solo quería bajar del tren e ir a la playa. Pero ese no era el objetivo para este día.

Mis expectativas para este viaje eran muy altas: esperaba ver paisajes maravillosos, aguas hermosas y básicamente quedarme impresionado por la belleza del lugar. Había visto muchas fotos antes de ir, solo esperaba que estas fotos no estuvieran retocadas y en realidad representaran bien este lugar.

Cinque Terre se encuentra en Liguria, una parte de Italia que se encuentra en la costa oeste, y está formada por cinco pueblos: Corniglia, Manarola, Monterosso, Riomaggiore y Vernazza.

Como planeamos quedarnos allí solo por un día (más bien una tarde debido al viaje en tren), tuvimos que elegir qué pueblos visitar antes. Decidimos ir a dos de ellos: Monterosso primero, y luego Vernazza. Todos habíamos escuchado antes que estos pueblos eran algunos de los más bonitos de Cinque Terre.

Monterosso es el más grande de los cinco pueblos. Realmente no era lo que esperaba ver de Cinque Terre, pero aun así era muy bonito: las coloridas casas no están realmente en la costa, sino más bien en algunas calles detrás. Este pueblo era muy agradable y vimos muchas calles y tiendas pequeñas y bonitas mientras caminábamos por allí. También hay una vista muy bonita del mar, algunos acantilados y una larga playa. Me encantó el ambiente mientras caminaba por esas calles. Realmente te sentías como si estuvieras de vacaciones, sin nada de qué preocuparse y dónde puedes encontrar cualquier cosa que estes buscando.

Después de pasar unas horas allí, cogimos el tren para ir a la segunda aldea, Vernazza. Es la forma más fácil de ir de una aldea a otra en Cinque Terre: es un tren especial que viaja solo entre las cinco aldeas durante todo el día, y el billete cuesta solo 4 €. Creo que también es posible caminar entre algunas aldeas, pero a veces se convierte más en una caminata que en una caminata tranquila y no estoy seguro de que sea posible hacerlo en todas las aldeas.

Vernazza era un lugar realmente maravilloso, lo prefería a Monterosso. Era lo que esperaba ver en Cinque Terre, era una combinación perfecta con las imágenes que tenía en mente. Todas las casas estaban pintadas en rojo, amarillo, rosa, verde y mucho más, y rodeadas de agua y algunas colinas. La arquitectura de las casas era realmente típica y el hecho de que cada una de ellas en un color diferente las hacían muy bonitas.

Subimos un poco por las colinas (hay un camino que se hizo especialmente para eso) para intentar llegar más alto y tener una visión más global de la aldea. Después de caminar unos minutos, encontramos un maravilloso mirador que se hizo para que las personas obtuvieran la mejor vista del pueblo. Y esa vista no decepcionó: había una vista increíble que incluía tanto los coloridos edificios como el mar. Esta era la vista de "estereotipo" que esperaba ver, y es probablemente el paisaje más hermoso que he visto de todos mis viajes.

Cinque Terre es sin duda un lugar que debes visitar si estás en Italia. Si quieres visitar todos los pueblos, probablemente deberías quedarte allí dos días. Se dice que los dos pueblos más bonitos son Manarola y Vernazza, ¡pero también vale la pena ver los otros pueblos! Personalmente, realmente quería ver Riomaggiore, pero desafortunadamente no fue posible en este día, ¡así que supongo que tendré que volver!

Creo que la mejor época para visitar Cinque Terre debe ser de abril a septiembre para tener un clima agradable. Probablemente sea mejor evitar ir allí durante las vacaciones de verano si realmente quieres disfrutar de los pueblos, ya que es cuando debe haber más gente. Tuvimos el sol y algunas nubes durante el día, y las calles no estaban demasiado llenas para que pudiéramos ir a nuestro ritmo y disfrutar de este lugar y su belleza.

Galería de fotos