Algunos estereotipos italianos

Italia, ese gran país tan amado por los españoles... ¿por qué será? Hay algo en nuestras venas mediterráneas que nos hacen volvernos locos en cuanto escuchamos la palabra "Italia". Y, admitámoslo, es algo que los italianos tienen, un "no sé qué que qué sé yo", hace que se nos venga una sonrisa casi inmediata al oír hablar de las maravillas de ese país. Hoy vengo a hablaros de esos estereotipos tan raros, pero a la vez tan atractivos e interesantes.

Gastronomía: pasta, pizza y vino

Innegablemente, lo primero que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en Italia es la comida, y ¿cómo no? Si ya se me está haciendo la boca agua solo de pensar en unos espaguetis a la carbonara o en una pizza margherita.

Mucha gente se pregunta si es verdad que comen tal cantidad de pasta, y os puedo asegurar que cada día (y casi en cada comida) toman pasta en todas sus variantes: espaguetis, macarrones, tallarines, mariposas... Y lo mejor de todo es que comer pasta todos los días no tiene por qué ser aburrido o competitivo porque hay miles de millones de salsas y combinaciones que hacen que cada plato sepa distinto. Eso sí, ni se te ocurra pedir una salsa "boloñesa". Aquí en Italia eso no existe, aquí existe la "pasta al raghù", es decir, pasta con carne, que es muy típica de la zona de Bolonia.

Mi favorito: pasta carbonara. ¡Ojo! ¡No se parece en nada a la española! Nada de champiñón, nata o cebolla. Tan solo necesitas bacon, parmesano y yema de huevo, ¡buon appetito!

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Lo más sorprendente de todo es que aunque en Italia parezca que hay una gran unidad geográfica, cada zona es un mundo totalmente distinto. Quizás el ejemplo más fácil es la pizza. La pizza fue creada en Nápoles, una ciudad del sur de Italia. Poco a poco se ha ido expandiendo por el resto del país (por las razones obvias del sabor y de la fantasía que es tomarse una pizza). Sin embargo, hay dos cosas que quizás no sabías de la pizza italiana. La primera es que a los italianos no les gusta compartir su pizza. Si alguna vez vas a algún restaurante italiano, verás que cada uno se pide su propia pizza con el sabor que cada persona quiere. ¿Una pizza para dos? ¡Ni pensarlo! Si tiene que sobrar, ¡que sobre! Pero ni hablar de pedir dos pizzas para tres personas... También es verdad que el tamaño de las pizzas suele ser más normal, no existen distintos tamaños, y la masa suele ser bastante fina, así que no te preocupes, ¡porque estoy segura de que podrás con ella!

Lo segundo es que te vayas olvidando de los ingredientes extraños en tu pizza. En Italia les gustan los sabores naturales. La pizza barbacoa no existe ¡y mucho menos la típica pizza con "pepperoni" que sale en todas las películas estadounidenses! Eso fue una invención de los estadounidenses para adaptar este delicioso plato a su cultura, pero ten por seguro que como pidas pizza con ingredientes raros (incluida la piña) te mirarán mal.

Mi favorito: pizza margherita. ¡Yo soy de clásicos! En la sencillez encontrarás la perfección. Tan solo lleva tomate, mozzarella y albahaca. ¿A que no sabías que se llama así porque una reina italiana llamada Margarita pidió una comida con los tres colores de la bandera italiana? O al menos eso es lo que dicen...

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Tampoco podemos olvidarnos de que Italia es uno de los países productores de vino más importantes. Parece ser que Italia, Francia y España somos el trío tralará de los vinos. Vino por aquí, vino por allá... Tampoco le quitemos cartas al asunto, el vino italiano es de muy buena calidad y el precio es relativamente bajo. Por menos de 10 euros puedes comprarte una botella de un buen vino toscano y disfrutar de una cena excelente. ¿Y qué me vais a decir de los interminables y preciosos viñedos?

Mi favorito: Chianti Classico. Es un vino de la Toscana, y es que esa zona es donde se produce el mejor vino italiano.

Esta es una foto que yo hice cuando me perdí por la Toscana. Realmente impresionante.

Gestos

Está claro, lo primero que haces cuando te mencionan cualquier cosa de Italia es cerrar la mano y gritar "¡pizzaaaaaaaa! " Y si no sabes a lo que me refiero es a este gesto:

Mucha gente se piensa que los italianos hacen este gesto continuamente en sus vidas... y no les falta razón. Lo único que quizás no tiene el significado que la gente se piensa. Este gesto lo hacen cuando están molestos porque alguien ha hecho una estupidez o no entienden por qué alguien lo está haciendo. Y es cierto que un gesto vale más que mil palabras. Muchas veces lo acompañan de dos palabras: "ma ché...?! ", que se traducen literalmente por "¡¿pero qué...?! ". Todo en su conjunto contribuye a transmitir su estado de ánimo de incomprensión y cierto enfado.

Tienen otro gesto que también me gustó mucho que es el siguiente:

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Es como el gesto de la pistola pero se mueve la muñeca lateralmente. El significado es algo como "quedarse sin nada". Los gestos lo suelen utilizar mucho para acabar sus frases, por ejemplo "ayer estuvo todo el día intentando llamarla y... " y hacen este gesto.

La verdad que el mundo de los gestos italianos es completamente fascinante. El gesto que nosotros utilizaríamos para decir que hay mucha cantidad (mano cerrada y abriendo y cerrando los dedos), ellos lo utilizan para indicar que alguien tiene miedo. ¡Y como estos tienen mil más! En la mayoría de ocasiones, como lo utilizan para acompañar una frase, si no entiendes el gesto quizás no entiendas la frase. Os invito a ir buscándolos por la calle, a aprenderlos y a empezar a utilizarlos. ¡Son muy pegadizos!

Relaciones amorosas

Ay... ¿cuánto se ha hablado del típico galán italiano? La mayoría de las películas los ponen de románticos para arriba, que si te traen flores, que si se preocupan por ti muchísimo, que si te compran mil regalos... ¿Quién no ha visto "Bajo el sol de la toscana" o "Cartas a Julieta" y se ha quedado embobada fantaseando con una aventura italiana? Hasta cierto punto es verdad. Quizás en España se ha perdido ya un poco la "caballerosidad" de que te abran una puerta o te lleven una bolsa pesada. ¡Y no me quejo! ¡Las españolas somos mujeres fuertes e independientes! Pero a una chica que ha crecido buscando su príncipe azul gracias al señor Walt Disney le impresiona este tipo de pequeños detalles. Existen las citas formales y tu chico querrá invitarte a cenar por todo lo alto y, por mucho que insistas, no se van a dejar. Quizás ya después le invitarás a alguna bebida o el helado del postre, pero eso ya sería otra cosa.

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Aunque también tienen bastante fama de infieles... Y esto tampoco os lo puedo negar. La mayoría de chicos con los que me he encontrado en Italia han intentado por un lado o por otro tontear conmigo o con mis amigas. El problema es que se lo tienen muy creído, y la confianza atrae. Les gusta sentirse que lo tienen todo bajo control y la única manera de que eso se cumpla es teniendo a todas locas. Aunque quizás es que son así de agradables con todo el mundo, ¿quién sabe?

Coches y conducción

Sí, te lo digo ya desde el principio para no andarnos con rodeos: por Italia te encontrarás millones de Vespas y de Fiats. En cada esquina habrá una increíble Vespa aparcada a un lado o un Fiat 500 con su toque vintage.

Eso sí, mucho cuidado si reúnes el valor para ponerte al volante de un coche en Italia. Los italianos son muy... efusivos, por decirlo de alguna manera. La sangre mediterránea les hierve las venas y suelen ser bastante impacientes. Pitan el cláxon para quejarse de una mala maniobra, para avisar, para saludar a alguien... para todo. Les encanta. Mi teoría es que todos son músicos frustrados y se emocionan al ponerles tal instrumento en las manos. Alguien debería decirles que lo que hacen no es música, sino ruido. Pero bueno, si no puedes con el enemigo, ¡únete a ellos! He de admitir que esta costumbre se me ha pegado un poquito... ¡pero nada comparado con lo suyo, lo prometo!

La bota italiana

Sin embargo, esto no son más que estereotipos, y muchas personas se equivocarán cuando digan que "todos los italianos son iguales". En realidad, presentan grandes diferencias geográficas que les afecta política y económicamente. Hay una gran rivalidad norte-sur. Casi como en España, los de la zona sur (Nápoles, Sicilia... ) son tachados de vagos e ineficientes, porque se dedican principalmente a la agricultura y se toman las cosas mucho más relajadamente. Por otro lado, los del norte (Milán, Venecia... ) dicen ser mucho más trabajadores y activos, centrados en los negocios y en la industria. Por razones obvias, los del norte manejan mucho dinero que no se quieren gastar en los "perezosos" del sur. Las hostilidades son tales, que los del norte llaman a los del sur "terroni", un término muy despectivo relacionado con la tierra; mientras que los del sur llaman a los norteños "polentoni", también usado de manera despectiva aunque haga referencia a un plato típico del norte, la polenta.

Más allá de las hostilidades, los italianos fueron un pueblo que se unió hace relativamente poco. Hasta finales del siglo XIX, la bota italiana estaba compuesta por varios pueblos pequeños de gentes que hablaban dialectos distintos del italiano. Cuando por fin se unificaron, establecieron el italiano como idioma oficial del país, pero cada región tiene acentos muy pronunciados e, incluso, dialectos tan distintos que si uno de Milán se pone a hablar milanés, un florentino no le entiende. Los acentos más fuertes y los dialectos más arraigados son aquellos del sur, donde la tradición prima sobre todo lo demás. Por ejemplo, los napolitanos entre ellos hablan napolitano, que puede sonar mucho como el italiano, pero te aseguro que nadie más puede entenderlos.

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Sí, es verdad que los italianos tienen muchos estereotipos, pero hay que acordarse que ¡nunca está bien generalizar!

Aquí termina este post de los estereotipos italianos. Sé que me he dejado muchos fuera como la mafia, la familia o la moda, pero ya hablaré de ellos más adelante. Ciao!

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