Naxos y Paros, dos islas desconocidas

¡Hola a todos! En mi último post os hablé de la isla más famosa de Grecia, Santorini, pero hoy quiero enfocarme en dos que suelen pasar bastante desapercibidas, pero eso no hace que dejen de ser menos bellas. Se trata de Paros y Naxos, y ambas están una al lado de la otra (1 hora en ferry aproximadamente), por lo que normalmente la gente suele hacer el recorrido por ambas aprovechando su cercanía.

Tengo que decir que con anterioridad al viaje, nunca había escuchado hablar de ellas, y aunque las dos son dignas de visita, Naxos se llevó la palma, incluso comparándola con otras más conocidas como Mykonos o Santorini. ¿Queréis saber por qué? ¡Seguid leyendo!

Naxos

¿Qué hay que saber antes de ir?

Muy a mi pesar, estuve en Naxos 24 horas exactas. Cuando planeamos el viaje no le dimos mucha importancia a esta isla, ¡y que equivocadas estábamos! Por lo que mi consejo es: al menos 2-3 días o incluso más en caso de querer conocer el interior. Su capital se llama Chora, y la única forma de llegar hasta la isla es en ferry, pues carece de aeropuerto o de un puerto de grandes dimensiones para alojar cruceros, esto hace que no encuentres grandes masas de turistas por sus calles.

Comparada con otras islas más turísticas, Naxos es bastante asequible económicamente, tanto en alojamiento como en restaurantes.

¿Qué ver en Chora, Naxos?

Chora es una ciudad muy pequeñita y realmente se podría ver en un día, pues está todo muy condesado. Aunque siempre te vas a quedar con la sensación de ganas de más. Nada más llegar al puerto ya te va a impresionar la primera vista de esta isla. A un lado, su monumento más característico, la Portara, que no es más que las ruinas de un templo griego del que hablaré posteriormente. Y por otro lado una colina llena de casas blancas y un castillo bien diferenciado en contraste con ellas, de estilo veneciano. Y es que, si por algo se caracteriza esta isla, es por la mezcla de culturas que podemos encontrar en sus construcciones, no solo de la antigua civilización griega como esperamos, sino también de los venecianos que poblaron la isla durante muchos años para poder extender su comercio.

El Kastro

El Kastro es una de las zonas más importantes de Chora e incluso de Naxos, pues es dónde se ubicaba la ciudad antigua. Es un auténtico laberinto de escaleras, subidas y bajadas entre calles estrechas, con casas a los lados, blancas la mayoría, que adornan puertas y ventanas con flores muy coloridas.

Mi recomendación aquí está clara: perderse y andar sin rumbo fijo, pues orientarse en el Kastro es misión imposible.

En algún momento determinado te toparás con una estructura de piedra que resalta entre la hegemonía de casitas blancas. El castillo veneciano. En realidad, la vista desde la distancia es mucho mejor que cuando lo tienes en frente, pues poco o casi nada queda de él, algunas murallas y una torre cilíndrica. No sé si se puede entrar a visitar la torre, pues cuando fui estaba en reformas.

La Portara

Viendo su nombre nos podemos hacer una idea sobre que es lo que sigue en pie en las ruinas de este templo del siglo VI a.C. dedicado al dios Apolo y que se dice que nunca llegó a ser terminado. Y es que la Portara, es una enorme puerta de mármol blanco ubicado en una colina frente al mar Egeo. Puede parecer poca cosa, pero es realmente imponente.

Mi consejo es ir en el atardecer. Habrá gente, pero no estará abarrotado y se puede ver el atardecer sin agobios. Como dije anteriormente, esta isla no se conoce por ser turística.

La Portara se encuentra en un islote unido a la isla principal por un paseo construido en piedra. Desde este lugar se obtienen las mejores vistas del Kastro.

Si en vez de dirigirnos hacía el paseo que conecta ambas islas, continuamos recto, descubriréis una playa de piedras, desierta la mayor parte del tiempo, que tiene vistas a un acantilado dónde se ubica otro pueblo de Naxos. Las vistas son espectaculares.

Playa Agios Georgio

Por supuesto, no todo iba a ser turismo. La playa de Chora es Agios Georgio y es de arena fina (pocas veces podemos ver esto en Grecia). Además, es muy ancha y larga por lo que no suele haber sensación de agobio. También tengo que decir que estamos hablando del mes de mayo, en los meses propios de verano habrá más gente.

Por los alrededores de la playa hay bares y restaurantes y el precio no es muy elevado. Dispone de servicio de sombrillas y tumbonas.

Recomendaciones restaurantes/bares

Un lugar dónde realmente disfrutamos de la comida griega fue en un restaurante llamado “Scirocco”. El precio es bastante asequible, los camareros muy simpáticos y la comida es estupenda. Tienen marisco además de los típicos platos griegos.

Si después de recorrer toda la isla, tenéis ganas de conocerla de noche os recomiendo este lugar, más que nada por su peculiaridad en los cócteles. Se llama “Swing”, y aquí no vas a encontrar los típicos cócteles que sirven normalmente tipo Mojito, San Francisco, etc. Si no otros que han inventado ellos mismos, y están bastante buenos. Lo mejor de todo esto es que los envases dónde los sirven no les dejan indiferente a nadie y van desde una concha o un pequeño macetero, hasta una botella de agua de plástico redoblada y metida en un minicarrito de la compra. El precio es un poco más caro de lo que nos vamos a encontrar en otros bares en Chora (unos 10-12€ por cóctel), pero merece la pena y el ambiente es muy bueno.

Paros

Paros es mucho más pequeña en dimensión si la comparamos con su vecina Naxos. Su capital es Parikia y aunque es más modesta, no tiene nada que envidiar a otras islas griegas. Al igual que Naxos, el acceso hasta ella es en ferry, no dispone de aeropuerto y tampoco de un gran puerto para cruceros.

Esta fue la isla que con gran diferencia a las demás, encontramos mucho menos turismo. Muy recomendada para pasar unas vacaciones relajadas alejados del resto del mundo.

¿Qué ver en Paros?

Barrio Viejo

El barrio viejo es la zona más antigua y clásica de Parikia. Lleno de casitas blancas con ventanas y puertas de madera en diferentes colores. Aunque es mucho menos laberíntico que en otras islas, además de tener las calles bastante más anchas. En la zona más alta del barro viejo se encuentra la iglesia de San Constantino. Una iglesia blanca con la cúpula azul y de frente al mar. Este lugar regala atardeceres espectaculares, y uno de los más bonitos que vi en mi viaje por las islas griegas.

Castillo Frankish

Paros también fue territorio veneciano durante un largo tiempo en la historia, y de ello queda constancia con algunos monumentos como el castillo de Frankish. Se encuentra ubicado en el Barrio Viejo y hoy solo queda de él algunos muros que tienen algo muy especial. Es castillo fue construido con restos de templos griegos que se pueden distinguir perfectamente en las murallas, que por supuesto, son de mármol blanco. Su estructura y peculiaridad llama la atención de cualquiera, pues en sus piedras aún se pueden encontrar restos de dinteles, columnas, etc.

Iglesia de Panaghia Ekatontapiliani

Esta iglesia cuyo nombre es un trabalenguas, es el monumento del que los habitantes de Paros se sienten más orgullosos, pues es una iglesia que data del año 300 aproximadamente, y ha llegado a nuestros días en un estado casi perfecto.

La iglesia se encuentra en un recinto que tiene horarios de apertura y cierre. La entrada al recinto y al interior de la iglesia es gratuita pero la visita por las otras estancias que completan el complejo eclesiástico, son de pago. No recuerdo exactamente cuanto pues decidimos no entrar.

La iglesia es toda en piedra marrón de estilo bizantino y grandes dimensiones si pensamos en la época en la que fue construida.

Playas en Parikia

Si no dispones del tiempo suficiente para salir fuera de Parikia y encontrar playas, a lo largo del paseo marítimo, podemos encontrar trozos de playa de no gran tamaño, pero perfectos para darse un baño rápido. Las aguas están bastante limpias y no suelen estar muy concurridos.

Recomendaciones en Parikia

En esta ciudad me gustaría recomendaros el hostel dónde nos hospedamos mi amiga y yo. Se llama “Margarita”y está ubicado muy cerca del Barrio Antiguo y de la iglesia Panaghia Ekatontapiliani. Además de que el aspecto es increíble pues es muy colorido, tanto las habitaciones como las estancias comunes, los dueños son muy simpáticos y dispuestos a ayudar en todo. A nosotras nos vinieron a recoger al puerto y nos llevaron al hostal, nos aconsejaron sobre todos los lugares que debíamos visitar y también restaurantes de todo tipo. El precio es bastante asequible y aunque las habitaciones disponen de terraza propia, hay una terraza común en la planta más alta, decorada con sillones y mesas coloridas. Sin duda alguna, todo muy cuidado.

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