Carné de conducir. Examen teórico
De camino a Rustavi
Eran las 7:00 o así cuando me desperté. Supongo que es como un acto reflejo, cuando sabes que te espera algo importante al día siguiente, te despiertas enseguida y es horrible porque te pasas el día con mucho sueño. Es un asco. Pero ya que estaba despierta, decidí echar un vistazo a las preguntas que había marcado el otro día. Esas eran las que había respondido mal o las que tenía que repasar porque era posible que se me olvidaran. Es decir, igual podía sacarlas de alguna manera por pura lógica, pero pensé que sería mejor repasarlas y ver si podía responderlas buen o no. Tras repasarlas me di cuenta de que me las sabía todas porque las contesté todas bien y me puse muy contenta. Después, me tocó prepararme y despertar a mi hermana, que era el que me llevaría al centro de examen de Rustavi. Me dijo que iríamos a las 9:00. Así que me preparé un café, me comí unas galletas con nueces y chocolate y cogí una botella de agua. Por supuesto, mientras yo hacía esto mi hermano ya estaba despierto y se estaba preparando. Luego nos subimos al coche.
Era un día caluroso, martes 30 de agosto. Era por la mañana, pero el sol ya estaba brillando y abrasando. Primero fuimos a la gasolinera y tuvimos que hacer cola porque había coches delante de nosotros que quería llenar el depósito y eso lleva su tiempo. Después de eso, nos pusimos en camino a Rustavi.
Al principio, pensé en repasar los tests otra vez por el camino, pero tenía mucho sueño y estaba un poco empanada, así que cambié de idea y me dediqué a mirar por la ventanilla y no hacer nada, simplemente estar ahí sentada y observar el paisaje. Se tarda una media hora en ir de Tiflis a Rustavi. Y que yo sepa hay dos formas de ir. Una es por la autopista Kakheti, que te lleva a la zona antigua de Rustavi y desde allí puedes ir a la zona nueva. La segunda forma es desde Tiflis, desde Ortachala y desde zonas como esas. Nosotros fuimos de esa forma.
La verdad es que en Rustavi hace mucho calor. No hay demasiados árboles y todas las veces que he estado ha hecho mucho calor, sobre todo en verano. Y el centro de examen y la zona de vehículos están en un lugar sin árboles ni ningún tipo de sombra o refugio, así que la gente tiene que estar ahí acalorados y sudando. Es una locura, pero no se puede hacer nada. Tienen que estar allí, así que tienen que aguantar el calor de algún modo. Y deberíais ver los coches aparcados fuera. Hay un montón y todos están allí un rato, así que en cuanto les da el sol se calientan tanto que ni te puedes sentar. El volante también quema, así que igual lo mejor es llevar guantes para conducir, porque de otro modo es imposible tocar el volante. Ayuda un poco si bajas las ventanillas o abres las puertas, pero claro, la gente no se queda dentro del coche, sino que baja a hacer lo que tenga que hacer, así que los coches se quedan aparcados y cerrados. Y cuando vuelven, los abren y entran, se dan cuenta de que es imposible estar ahí, por lo que tienen que dejar las puertas y las ventanillas abiertas durante un rato para que se airee un poco y se pueda subir y conducir. Una vez en marcha entra un poco de aire y todo es más sencillo porque ya no tienes tanto calor, solo estás un poco incómodo. Aunque supongo que todo es cuestión de acostumbrarse y si te haces al calor puedes conducir sin problemas.
La cosa es que llegamos al centro de examen de Rustavi, aparcamos cerca y entramos. Había mucha gente tanto dentro como fuera. A pesar de que era verano y todo el mundo estaba de vacaciones en la playa o donde fuera, había muchísima gente. También es que era la primera vez que iba y tampoco sabía cuánta gente suele presentarse al examen de conducir. Primero sacamos un billete que necesitábamos para hacer cola en el banco, después en el registro y por último en la sala de examen. Como en mi identificación figuraba que era estudiante, me dijeron que solo tenía que pagar 15 laris por hacer el examen, más uno por la comisión del banco. 16 laris en total. Me dieron un resguardo y me dijeron que esperase a que los del registro me llamaran. En esa cola también había gente. Bueno, tampoco tanta, solo unas cuatro personas. Había una mujer que decía que era la décima vez que hacía el examen y que no sabía si tenía que repetir también la parte teórica. Y no os sorprendáis, hay mucha gente como ella. Algunos tienen que hacer el examen hasta 20 veces. O al menos eso es lo que dice la gente, y te lo tienes que creer porque no creo que nadie quiera alardear de algo así. Puede que algunos exageren un poco, pero siempre hay algo de verdad en esas cosas.
Pronto me llamaron del registro y me pidieron el DNI, el resguardo y el documento con la información sanitaria. También me preguntaron el número de teléfono y me pidieron que me sentara en una silla para hacerme una foto para el carné de conducir. Después tuve que firmar y luego me tocaba hacer cola para el examen teórico. Ya había gente dentro haciendo el examen, pero como estaba llena teníamos que esperar a que alguno terminara y un policía gritara «¡siguiente! » para que pasara el próximo en la cola. Yo tenía delante a cuatro o cinco personas, así que me tocaría pronto. La verdad es que me esperaba algo más. Quiero decir, las mesas y las sillas eran incómodas e inestables y los monitores con las preguntas del examen no estaban justo delante de ti, sino que estaban ligeramente girados a un lado y era bastante incómodo también. Cuando entré y me senté, me dijeron que leyera las instrucciones y que escribiera mi número personal para poder empezar el examen. Mientras leía las instrucciones intentaba a la vez acostumbrarme al ambiente a mi alrededor. Luego le di al botón de empezar y comenzó el examen. Las preguntas me eran familiares, claro, y fue bastante fácil responderlas. Aun así, las leí todas con cuidado para no cometer ningún error. Había también una cosa nueva, unos vídeos animados. Lo había leído en las instrucciones de antes, eran vídeos en los que se veía la manera correcta de adelantar a otro coche y cosas así. Por lo que no fue una sorpresa cuando después de responder una pregunta salía un coche moviéndose. Era entretenido, la verdad. Y me puso de buen humor, era bastante emocionante. Pero había dos preguntas que no estaba 100 % segura de la respuesta. Hay una opción para seguir adelante con las preguntas y luego volver a las que ya has pasado, así que me las salté y continué con el examen.
Hay 30 preguntas en total y puedes cometer un máximo de tres errores para que tu examen se considere aprobado, así que si hubiera respondido 28 preguntas bien, no tendría que preocuparme por si esas dos preguntas estaban bien o mal. Así que cuando respondí las otras 28 bien y volví a esas dos, me daban un poco igual, pero de todos modos las contesté bien. Hice 30 de 30 preguntas bien, ¡qué guay! ¡Ponía que había terminado el examen con éxito y que el examen teórico había finalizado! A continuación me puse de pie y me dirigí a la puerta, donde el policía me felicitó por haber aprobado esa parte y me indicó que fuera a la zona de examen práctico. Estaba cerca de allí, justo a la izquierda del centro de examen teórico.
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