Descubriendo Gante

¡Hola a todos, viajeros! Hoy vengo a hablaros de una ciudad que tuve la oportunidad de visitar este verano durante mi viaje de Interrail: Gante. La verdad es que cuando mis amigas y yo empezamos a planear nuestro intinerario, las ciudades de Bélgica que íbamos a visitar (Bruselas, Brujas y Gante) no me llamaban mucho la atención, sobre todo porque ya había visitado las dos primeras. Sin embargo, Gante me sorprendió muchísimo, y para bien, así que os voy a contar lo que visitamos ese día por si alguna vez acabas en esta preciosa ciudad. 

Empezaré diciendo que Gante es una ciudad bastante pequeña, y no necesitarás mucho tiempo para visitarla. De hecho, nosotras lo hicimos en un sólo día, sin pasar la noche, y fue suficiente para irnos de ella con un muy buen sabor de boca. 

Sitios por descubrir

Como curiosidad, que descubrí en uno de los folletos que cogimos de la oficina de turismo, Gante es la ciudad flamenca con más edificios históricos, así que prepárate para empaparte de su cultura e historia. De hecho, de entre las cosas que más me gustaron de esta ciudad está su increíble arquitectura. Entre los monumentos más destacados, y los que a mí más me gustaron, están los siguientes: 

• Castillo de los Condes de Gante

Al castillo de los Condes de Gante no entré, pero es la construcción que más me llamó la atención cuando llegué a Gante por primera vez, sobre todo porque me pareció curioso ver un castillo tan auténticamente medieval en medio del casco urbano de la ciudad. Además, este castillo conserva el foso de agua que se usaba como medio de protección, y resulta muy asombroso de ver. 

La razón por la que no lo visitamos fue por falta de tiempo, así que no os puedo contar mucho sobre este monumento. Aún así, soy consciente de que pueden visitarse las diferentes salas del interior, por lo que si sientes curiosidad, puede ser algo interesante de ver. 

• Campanario de Gante

El Campanario de Gante fue sin duda mi monumento favorito de la ciudad. Es una de las tres torres símbolo de Gante (junto a otras dos de la que os hablaré en breves). Lo bonito de este campanario, a parte obviamente de la arquitectura de la construcción en sí, son las vistas de toda la ciudad que pueden admirarse desde arriba. La entrada para subir es muy asequible (unos 3 euros), y cómo "sólo" mide unos 90 metros de altura, no requiere ningún esfuerzo. Además, puedes subir en ascensor si te dan pereza las escaleras. La parte de arriba, eso sí, es muy estrecha, así que espero que tengas suerte y no encuentres mucha gente arriba. Yo tuve bastante suerte en ese sentido porque, aunque era pleno mes de julio, hacía un día bastante nublado y gris, así que no había muchos turistas ese día. 

• Iglesia de San Nicolás 

La iglesia de San Nicolás es una de las tres famosas torres de Gante, como os he comentado antes. Esta iglesia del siglo XIII yace sobre los restos de un antiguo templo. Como todas las construcciones de Gante, su arquitectura es lo que más me gustó. Algo curioso de esta catedral es que se encuentra en la plaza del Mercado, y de ahí su nombre (ya que San Nicolás es la figura patrona de la actividad comercial). 

• Catedral de San Bavón

La catedral de San Bavón es la tercera torre característica de la ciudad de Gante. La catedral es espectacular por fuera, pero eso no le quita impresión por dentro. Recuerdo que me llamó sobre todo la atención el precioso órgano que hay en el interior, así que no dudes ni un segundo el entrar a verlo. Además, para los estudiantes el precio es sólo de 1,5 euros, ¡no tienes excusa!

Moverse por Gante

Como os he comentado al principio de este post, Gante es una ciudad relativamente pequeña, así que no tendrás inconveniente alguno en moverte andando, especialmente una vez estás en el casco urbano porque todos los monumentos están muy cerca los unos de los otros. 

Si llegas en tren (que es lo que imagino), puedes ir caminando también al centro histórico, se tarda unos 20-25 minutos, y además es una buena opción para ver la parte menos visitada y más auténtica de Gante. Aún así, si prefieres puedes coger un tranvía por 1,30 euros y estar en el casco urbano en menos de 5 minutos. 

Estoy segura de que Gante te enamorará tanto como a mí. Las calles parecen sacadas de un cuento de hadas, y aunque el día en que la visité estaba muy nublado, me pareció una ciudad espectacular. Una de mis partes favoritas del día fue cuando nos paramos en la plaza de Sint-Veerleplein a comer, había un puesto de patatas fritas (típicas de Bélgica) y fue genial poder observar la vida de Gante sentada en una plaza tan bonita como esa.