Estrasblog, parte tres: de lleno en la tercera semana
Antes de comenzar a escribir esta entrada del blog, me paré a pensar lo que había hecho esta semana, por un momento me detuvo un pensamiento: "¿no había escrito ya una parte? ¿fue ayer?" Está claro, la respuesta fue no, ya publiqué la parte dos el domingo pasado. Pero es que parecía que el domingo pasado fue ayer y que cuando me fui de Peterborough fue antes de ayer. ¿Qué estoy haciendo con el tiempo? ¿Francia tiene una máquina con la que avanza el tiempo más rápido? ¡Qué locura!
Sea como sea, esta semana no me puso todo patas arriba como las dos anteriores, pero tuve mis altibajos, algo que está definiendo mi estancia en Francia. Por el lado positivo, por fin he resuelto el lío que tenía con el horario, los exámenes y trabajos. Comienzo a contarte cómo fue toda la semana y qué mejor que empezar por el principio: el lunes.
El lunes no empezó tan mal: fui a una clase bastante buena por la mañana y por la tarde, alguien decidió tenerme en su grupo para las presentaciones del seminario. ¡No me lo podía creer! Pero todo puede volverse en tu contra, si el profesor te dice que la próxima semana tienes un examen. Me preocupaba principalmente que no tenía ni idea, ni nadie me había explicado cómo eran los exámenes aquí en Francia, o incluso, si podía librarme el ellos por ser estudiante extranjero.
El martes fue un punto de inflexión, por primera vez eché la culpa al profesor por haber estado hablando sin sentido durante cinco horas. Dejé de escucharle a la media hora, así que el profesor decidió hacerme una pregunta que me pilló totalmente desprevenido. Me saqué una pregunta de la chistera y sin saberlo, me apunté a un trabajo semestral de larguísimo. Pensé: "ahora me toca averiguar lo que tengo que hacer exactamente. No puedo continuar así sin saber lo que conlleva un trabajo del curso". Llegué a casa, abrí el ordenador y me puse a redactar unos correos electrónicos maravillosos, que básicamente decían que no tenía ni idea de lo que estaba haciendo aquí. Como todos.
Me contestaron el miércoles. Leicester me confirmó que no tenía que hacer trabajos semestrales de curso, solo tenía que asistir a doce horas de clase a la semana y podía pedir hacer exámenes como trabajos del curso, en vez de tener fechas de entrega. Sonaba a música celestial, me habían aclarado las ideas y me habían quitado un gran peso de encima. El jueves fui a la oficina del Departamento de Historia para aclarar el lío, ¡y listo! ¡Había terminado!
Así que hoy ya es viernes y, ¡tengo un montón de tiempo libre! ¿Qué haré con él? Tendrás que esperar un poco para verlo, así tienes algún motivo más para leer la parte cuatro la próxima semana.
À plus tard les amis!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?
Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!
¡Quiero crear mi blog Erasmus! →
Comentarios (0 comentarios)