Estocolmo 6/6
Después descansar toda la noche tras habernos ido temprano a dormir, nos despertamos a las 6 de la mañana. Nos duchamos, recogimos la habitación y dejamos las maletas en unas taquillas que había en nuestro hostal, más tarde volveríamos a por ellas. Era el día de regreso, nos pareció que el viaje había pasado demasiado rápido y aún nos habríamos quedado una semana más.
Decidimos aprovechar ese día al máximo y que mejor forma de hacerlo que yendo a la isla de los museos. Fuimos andando hasta encontrar un tranvía que ya habíamos cogido en otra ocasión, solo que esta vez tomaríamos el sentido contrario. Yendo a la parada pasamos por Kungsträdgården el parque en el que habíamos patinado el primer día, esto fue un poco nostálgico, era como si después de todo el viaje ya no fuéramos las mismas que patinaban ahí hacía unos días.
No dejamos que nada nos desanimara y cogimos el tranvía en cuanto llegó. Una vez dentro me asusté mucho porque no localizaba mi tarjeta de transportes de 3 días. Por unos minutos lo pasé muy mal, además apareció un revisor, solo faltaba que el último día tuvieramos problemas y perdiéramos el vuelo. Finalmente la encontré y me quedé más tranquila.
Nordiska Museet
Nada más llegar a la isla, lo primero que se ve desde la parada del tranvía era Nordiska Museet, el edificio que hace unos días habíamos encontrado en medio de la noche y nos había parecido un poco Howarts, ahora por la mañana no parecía tan espeluznante. Entramos y vimos casi todas las exposiciones, era muy interesante y aprendimos mucho de cultura e historia sueca, a mi me gustó mucho.
Aquí está su página oficial en inglés: https://www.nordiskamuseet.se
Y aquí un resumen de la página en español: https://www.nordiskamuseet.se/es
Museo Vasa
Pasamos mucho tiempo ahí pero aún nos quedaba algo para ver otros museos. Fuimos al Museo Vasa, que también nos gustó mucho. El museo se ha construido entorno a un barco que sacaron de las profundidades del archipiélago de Estocolmo. El barco era enorme y durante la visita se explicaba como se había hundido, algo que ocurrió en el siglo XVII. Hay maquetas de cómo era antes y de cómo lo sacaron del mar. En el pasado obviamente no era de color marrón, tenía muchísimos colores, incluso más que la propia ciudad de Estocolmo. Se explicaba como se hacía la pintura para el barco y con que materiales y sedimentos.
Todo está muy bien explicado y hay un montón de elementos interactivos durante toda la visita. El barco es impresionante, yo nunca había visto algo así, era enorme y durante el recorrido vas subiendo las plantas y puedes ir viendo sus distintas partes con más detalle.
También había dentro del propio barco un equipo de restauración y si te fijabas detenidamente se podía ver cómo trabajaban. Muchas figuras que adornaban el barco habían sido rescatadas y restauradas. Viéndolas se puede tener idea de la escala que tenía este inmenso barco. Algunas llegaban a dar un poco de miedo.
La verdad es que este museo nos gustó más que el anterior, también porque nos lo pasamos mejor. Decidimos comer en ese museo, el restaurante estaba en la parte de abajo, era muy bonito y estaba decorado con la temática de navíos. Comer ahí fue algo caro pero mereció la pena porque estaba todo riquísimo, incluso volvimos a pedir más Köttbullar. También compramos algunos regalos cómo dulces típicos para llevar a nuestras familias. El restaurante estaba como en la orilla, muy cercano a los barcos amarrados junto a los que habíamos pasado una noche.
Está es la página oficial en español: https://www.vasamuseet.se/es
ABBA The Museum
Cuando pensábamos que el día erá inmejorable llegamos al Museo de ABBA. Al principio no estábamos muy convencidas de ir pero yo insistí ya que adoro el grupo y me he sabido las canciones desde pequeña. Me hizo mucha ilusión estar ahí. Estaba tan animada que canté y bailé en todos los juegos que iban apareciendo a lo largo del museo. He de reconocer que una de mis amigas sacó más puntuación que yo en los karaokes pero yo no tenía nada que hacer, ella ha ido a coro toda su vida.
A parte de cantar y bailar, se podían ver y aprender muchas cosas en la visita. Explicaba de donde era cada integrante del grupo, uno de los chicos había crecido en Vällingby. Contaba cómo ganaron Eurovisión con Waterloo, incluso escuchamos la versión sueca. Y por el museo fuimos cantando en todas las pruebas, Dancing Queen, Chiquitita, The Winner Takes It All... todas las canciones que podais imaginar. Al final de la exposición había una sala con todos los trajes que llevaron.
Yo recomiendo esta visita porque es un sitio estupéndo donde lo vais a pasar bien seguro.
Finalmente regresamos al hostal, cogimos las maletas y nos dirigimos hacia Arlanda Airport. Fue muy triste dejar Estocolmo tan rápido y después de haberlo pasado tan maravillosamente. Ese día no hacía frio.
PÁGINA VISIT STOCKHOLM - https://www.visitstockholm.com
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Comentarios (2 comentarios)
Alba Civera hace 7 años
En un viaje que hice con un crucero por el norte, también me llevaron a ver el barco!
Teresa Hernández hace 7 años
Jajaja es súper guay! Mi más fiel seguidora