Turquía; un amor para recordar.

Estambul, ciudad imperdible de gente cálida, hermosas vistas y hogar de más de 15 millones de personas, un lugar mágico con la medida exacta entre lo tradicional y lo moderno, lo místico y exótico.

¿Por qué Estambul?

Si te gustan los lugares llenos de vida y súper coloridos, ¡definitivamente ésta es una ciudad que no te puedes perder! Aquí vas a encontrar gente que te abre las puertas sin conocerte y sin esperar nada a cambio. ¿Viajas solo/sola? ¡No te preocupes! Siempre están dispuestos a ayudarte.

Por otro lado, gran parte del encanto está en el momento en que te das cuenta de que a pesar de ser una ciudad bulliciosa, con actividad las 24 hrs. del día, la gente aún sabe apreciar las cosas simples de la vida, como quitarse los zapatos en algún parque, tomar un té/café a mitad del día o admirar alguno de sus montones de paisajes sin importar lo ocupados que estén.

Para mí siempre fue un sueño conocer esta ciudad Euro-Asiática, me parecía tan lejana y seductora. Al llegar ahí sólo pude confirmar lo mucho que hay por aprender, conocer y percibir. No importa hacia donde mires, siempre encuentras algo interesante que llama tu atención, ya sea una bella mezquita, escuchar el llamado al rezo al atardecer, las múltiples demostraciones artísticas que están por todos lados o ver como llevan su día a día los citadinos.

La antigua Constantinopla es una olla llena de mezcla de culturas con personas de todos lados, realmente es un placer admirar todos sus detalles.

Detalles importantes

¿Dónde alojarte?

Tienes 2 opciones; el lado Asiático o el Europeo.

Si tu gusto es más estar en contacto con lo tradicional y quieres tener de cerca los monumentos más emblemáticos, te recomiendo el lado Asiático (de este lado encontrarás Eminönü).

Si te gusta un ambiente moderno y buscas alojamiento en edificios actuales donde sea más visible la vida nocturna, entonces el lado Europeo será lo tuyo (de este lado encuentras Taksim).

*Ojo, esto no significa que no haya de los dos en ambos lados, pero sí notarás que predominan dichas características. Dando nota de esto, realmente es cuestión de gustos y a decir verdad no importa en donde te encuentres, es muy fácil y rápido llegar a ambos, además de que en cada uno encontrarás lo suyo.

¿Cómo moverte?

Al llegar asegúrate de comprar la famosa "Istanbul Kart" (Tarjeta de Estambul), literalmente es la llave a todo medio de transporte y te salvará de muchos dolores de cabeza, con ella podrás moverte libremente a todos lados, vale mucho la pena.

¿Cómo comunicarte?

Afortunadamente en los lugares turísticos vas a notar que muchos de los comerciantes han aprendido a hablar un sinfín de idiomas con la finalidad de vender más, la mayoría hablan de cajón inglés y español. ¡Qué suerte!

No obstante, te recomiendo que descargues una guía rápida de palabras básicas y saludos, eso te ayudará muchísimo a entablar conversaciones y a hacer amistad con los locales, les encanta.

¿Clima?

Este es un punto que yo valoro mucho de Turquía en general y es que en verdad vas a encontrar todas las estaciones, lo cual te permite disfrutar todos sus lugares.

Específicamente en Estambul, en invierno hace mucho frío y suele llover, me ha tocado estar a -7º C mientras que en verano es muy húmedo y me he topado con hasta 37º C.

¿Costos?

En la viña del Señor, hay de todo pero, encontrarás que este país no es caro, hay muchas opciones en todo y de buena calidad, no por ser barato son malas. Notarás que tu dinero convertido a Liras Turcas rinde muchísmo si tomas sabias decisiones.

¿Comida?

La gastronomía Turca es deliciosa pero por favor, no dejes de probar los famosos Simit, elotes, castañas, kebabs, pide y de todo lo que veas en los carritos de la calle, además de un buen çay y café Turco.

Lugares que no te puedes perder:

• La Mezquita Azul

• Hagia Sophia

• Grand Bazaar

• Spice Bazaar

• Galata Tower

• Topkapi Palace

• Kiz Kulesi

• Cruzar a pie del lado Europeo al Asiático

• Süleymaniye Mosque

• Bar Narguile

Ya para concluir esta breve guía/experiencia, quiero agregar que viajar a Turquía fue la mejor experiencia de mi vida. No olvido sus olores, sabores, sonidos, ni a esa gente tan amigable de carácter fuerte que siempre me extendió la mano.

En verdad un lugar sin igual y más que nada un amor para recordar.