Una guía de la gastronomía eslovaca

Publicado por flag-es Claudia Costas — hace 4 años

Blog: Eslovaquia
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Una guía de la gastronomía eslovaca

¡Hola a todo el mundo! En la entrada de hoy os voy a hablar de la gastronomía eslovaca. Para las que os vayáis de Erasmus a Bratislava, me imagino que esta información os despertará cierta curiosidad, sobre todo para ir conociendo poco a poco el país en el que vais a pasar un pequeño (o largo, nunca se sabe) periodo de vuestra vida. Anteriormente publiqué un post sobre las diferencias culturales entre España y Eslovaquia muy interesante que podéis leer haciendo click aquí. Como sabía que el post de la comida iba a ser largo, aquí os lo traigo. Os hablaré qué platos son típicos en Eslovaquia y por qué están fuertemente relacionados con la forma de ser de las personas. ¡Empezamos!

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Introducción

La gastronomía es un elemento inseparable de la cultura. La comida de cada país habla de sus habitantes. Habla de sus recursos, su territorio y también de su personalidad. La comida no es algo banal o arbitrario, sino que es un concepto mucho más amplio y extenso que debe tenerse en cuenta a la hora de conocer a una sociedad.

La mayoría de platos eslovacos tienen siempre alguno de estos ingredientes en común: patata, carne de cerdo, harina, queso bryndza y repollo. A partir de estos productos, en Eslovaquia se preparan diferentes platos que como es lógico, están influenciados por los países fronterizos: Austria, Ucrania, Polonia, República Checa, Hungría y Ucrania. Por eso mismo, aunque a continuación os vaya a enumerar una serie de platos típicos de Eslovaquia, no sería raro que cualquier ciudadano de los estados que hacen frontera con Eslovaquia sienta que ese plato pertenece a su país. De hecho, hay polémicas abiertas aún a día de hoy sobre el origen de varios platos tradicionales, como por ejemplo el goulash, un plato de origen húngaro.

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Y es lógico. Desde no hace mucho tiempo que Checoslovaquia era un solo país. Ya dejo de enrollarme y vamos con la práctica.

Bryndzové halušky

Tiene nombre difícil, pero después de unas cuantas repeticiones podréis pronunciarlo correctamente. Bryndzové halušky es sin duda el plato más famoso de Eslovaquia. En absolutamente todos los restaurantes tradicionales de Bratislava, podréis encontrarlo en el menú. Mucho de los turistas que visitan este país se animan a probarlo, aunque no siempre con éxito, pues tiene un sabor fuerte, bastante particular.

En cuanto a la receta, los ingredientes son los siguientes: patatas, harina, bacon, harina de trigo, mantequilla y queso bryndza. La elaboración consiste en cocinar una especie de “gnocchi”, elaborados con la patata y la harina, dorarlos un poco en la sartén y después añadirle el bacon y el queso bryndza (a modo de resumen). La receta en sí no es demasiado complicada, pero requiere algo de tiempo.

Si me preguntáis mi opinión, lo cierto es que la primera vez que probé Bryndzové halušky fue en un restaurante muy turístico de Bratislava y en cuanto al sabor, pensé que no estaba mal. Tiempo después viajé a los Tatras y tuve la suerte de comer en un restaurante tradicional en medio de las montañas. Allí volví a pedirlo y no había punto de comparación. Se nota cuando este plato se hace con criterio y personalidad, a cuando se toma en un lugar que solo busca vender y ganar dinero. Por eso mismo, tenéis que ser cautas/os con los establecimientos que visitáis. Lo mejor es que preguntéis a alguna persona local para que os dé sus propias recomendaciones.

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El queso bryndza, súper popular aquí, es un queso de oveja típico de esta región. Para que os hagáis una idea, lo más parecido que yo conozca a este queso es el quark. Además del Bryndzové halušky, la gente eslovaca usa este queso en múltiples de recetas en su día a día. Es bastante común untarlo en tostadas de pan, junto con cebollino, por ejemplo. La verdad es que el bryndza está bastante bueno, pero puede que sea un poco fuerte para el estómago, además de una bomba calórica.

Parenica

Este es otro queso ahumado muy popular en Eslovaquia. Los primeros días que estuve en Bratislava, decidimos hacer una cena donde cada persona aportaba algún plato (no tenía por qué ser típico). La chica eslovaca que estaba en nuestro grupo trajo parenica y nos lo enseñó. Tiene forma de espiral, se retira en tiras, así que resulta un poco divertido y entretenido comerlo. Se suele comer con pan. La verdad es que no tiene un sabor muy característico. Para mí: ni fu ni fa.

Pirohy

Otro plato que siempre está presente en las cartas de los restaurantes son los Pirohy. Son parecidos a los ravioli, pero con la forma de media luna. Se elaboran con ingredientes parecidos al Bryndzové halušky, pues la masa lleva además de huevo, harina. Lo mejor de los Pirohy es su relleno. Siempre pensé que sería un plato salado relleno de diferentes tipos de carne o queso, por ejemplo, pero lo cierto es que una vez mi amigo eslovaco lo pidió con mermelada de frutos rojos. Un aspecto muy diferente de los eslovacos con los españoles es que para ellos, es perfectamente normal tomar como plato principal un plato que sea dulce. En España esto no funciona así pues la mayoría (¿por no decir todos? ) de nuestros platos a la hora de la comida, salvo el postre, son salados. Así que ya sabéis, si sois gente dulzona, Eslovaquia es vuestro país para disfrutar.

Lokše

Este plato no es tan típico como los anteriores así que para encontrarlo tendréis que investigar un poquito más. De hecho, Lokše se sirve más durante los meses de otoño e invierno. Son una especie de “crêpes” que se sirven con ganso o pato (carnes más especiales). La masa del Lokše ya la imagináis, hecha con patata y harina. Una vez que dejas de asociar las “crêpes” como algo dulce, lo cierto es que este plato entra muy bien. Lo podéis probar durante la temporada de los mercados de Navidad.

Queso frito

Así de sencillo. No requiere más explicación. A la gente eslovaca le encanta este plato, en especial a las niñas y niños, y de hecho es una receta que suele servirse con frecuencia en los menús de las cantinas del colegio. Otra bomba calórica y muchas veces, también aceitosa.

Las sopas

A la gente en Eslovaquia le encanta las sopas. Son un plato típico en Eslovaquia y eso puede que esté relacionado con el clima de este país. Así como en España, Italia y Grecia la dieta mediterránea es bastante fresca, probablemente debido a su clima caliente, sobre todo en el mar Mediterráneo, en estos países los platos calientes son muy comunes, pues la gente los elabora para adaptarse a su entorno. Y es que el invierno en estos países puede alcanzar hasta treinta grados bajo cero en muchas zonas. Nada mejor que una buena sopa caliente para hacer frente a él y mantenerse calientes.

Absolutamente en todos los menús del día de cualquier restaurante, os encontraréis de primer plato una sopa o una crema de verduras, siendo la primera opción mucho más popular. Las sopas tienen infinitas variedades y combinaciones, pero una de las más famosas es la kapustnica y Cesnačka.

Kapustnica

Esta sopa se elabora con col (repollo), cebolla, diferentes tipos de carne y verduras. Depende de la persona que cocine, puede ser hasta picante. Esta sopa de col fermentada se suele acompañar con pan. Tampoco es un plato ligero para el estómago. Esta sopa es una cena típica durante la Navidad donde normalmente se reúne toda la familia para compartir tiempo juntos.

Cesnačka

Esta sopa es súper popular no solo en Eslovaquia, sino también en Polonia y República Checa. “Cesnak” significa “ajo” en eslovaco así que como podéis imaginar, esta sopa que se sirve en una bola de pan del que se ha retirado la miga (llamado “bosniak”) sabe mucho a ajo. En el fondo del pan y también por las paredes, tiene queso. Lo cierto es que esta sopa es una de mis preferidas pues tiene muy buen sabor. Sin duda, si visitáis alguno de estos países, debéis probarlo. Lo dicho: sopa caliente, perfecta para aliviar un resfriado en pleno invierno.

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Terminando ya con la sección de comida en cuanto a platos principales, me gustaría comentar que a pesar de que todos los platos anteriores son los más típicos, la cocina eslovaca tiene mucha más variedad. De hecho, los platos que a mí más me gustan son los más sencillos y los más comunes. Por ejemplo, carne con arroz y cualquier salsa, pescado con arroz, etc. Estos platos los podéis probar en cualquier restaurante tradicional, a poder ser que no sea turístico, y no os decepcionarán. Recomendado 100%.

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Los postres

Tienen una buena gama de postres, la verdad. Muchos ingredientes de los postres coinciden: mermeladas, frutos secos, miel y también semillas de amapola(muy populares aquí).

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Aquí os dejo algunos muy populares:

Babovka

Este pastel puede comprarse en el supermercado perfectamente. Se hace con harina y huevos y se sirve con el café. Su sabor no es muy dulce así que si no sois muy golosos, puede ser una buena opción.

Trdelník

De este pastel ya os hablé anteriormente, en el post de Praga. Precisamente, el origen de este postre es fuertemente discutido diariamente. Unas personas dicen que República Checa, otras Eslovaquia. Al final una se olvida de la polémica cuando se lo lleva a la boca porque la verdad está muy bueno. Este rollito hueco por dentro tiene diferentes rellenos, aunque para mí el mejor es el que no lleva nada por dentro, solamente espolvoreado con azúcar y si eso, almendras por la parte exterior. ¡Muy rico!

Bratislavské rožky

Actualmente trabajo en una escuela de español y muchos de mis estudiantes siempre traen este postre a clase para compartir con todo el mundo. Son una especie de rollos que están bastante buenos, similar a los “bagels”.

Palacinky

Esto sería similar a lo que la gente española conoce como “crêpes”, aunque su traducción literal es sería lo que las personas españolas conocemos como “tortitas”. Las palancinky se suelen servir con algún tipo de relleno. Están muy buenas y para mí es de los mejores postres eslovacos. Probadlas.

Alcohol

En esta entrada no podía faltar una sección dedicada al alcohol, pues la gente eslovaca es experta en este tema. Tiene infinitos tipos de alcohol, y bien diferentes al español. Al igual que en invierno la gente hace frente a las bajas temperaturas con sopa, también existe esta otra opción un poco más fuerte y es tomarse un buen destilado para entrar en calor.

Uno de sus alcoholes más famosos es el llamado “Slivovica” que es un alcohol destilado de ciruela. Si este sabor no va contigo, tienes otras combinaciones: “hruškovica”, de sabor a pera (“hruška” en eslovaco) o Borovička, que sabe a bayas de enebro, muy específico. Como podéis imaginar, estos alcoholes son súper fuertes porque gran parte de su composición es alcohol puro, casi para las heridas. Así que pensáoslo dos veces antes de tomar un chupito.

Otra bebida famosa, aunque no tan tradicional, es el Tatratea o Tatranský čaj. No lo he probado, solamente he podido olerlo… Era tan fuerte que ni me atreví a darle una oportunidad. Su olor se asemeja con cualquier alcohol de hierbas, la verdad. Y tiene su origen en Los Tatras, las montañas más grandes, famosas y populares de toda Eslovaquia. Tiene diferentes sabores y diferentes porcentajes de alcohol, para todos los gustos.

En cuanto a bebidas no alcohólicas, destacar la Kofola, que a pesar de no ser tradicional, sí es muy popular y casi nunca falta en las mesas de los restaurantes. Es la versión checa-eslovaca de la “Coca-cola”, pero mucho mejor, más dulce y con un toque a hierbas, yo diría. Aquí a todo el mundo le gusta. En los establecimientos es común ver garrafas de cerveza y de kofola.

Y esto es todo lo que quería contaros. Probablemente la sección de alcohol y postres se haya quedado algo incompleta, pero esto es hasta donde yo conozco después de haber vivido ya un año y medio en la capital eslovaca. Sin duda, las recetas que la cocina de esta parte de Europa puede ofrecer es bastante amplia y muy diferente a la española, algo con lo que hay que trabajar día a día. Al final, probar platos nuevos no es otra cosa que aprender a abrir la mente. Muchas gracias por leerme y nos vemos pronto con más contenido. Un saludo.


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