El trabajo: conozco a mis alumnos

A los pocos días de mi llegada me presentaron a la directora de la escuela en la que trabajaría y después, a los alumnos de mi futura clase.

El camino para ir al colegio era fácil de recordar porque estaba justo al lado de mi casa. Podía llegar en 10-15 minutos. Me resultaba agradable porque había arena por todas partes, típico de Dakar... La fachada del colegio me gustó nada más verla, pintada de varios colores: azul, verde, blanco. Tenía un patio pequeño a la derecha y un mini-bus escolar de color azul en el que estaba escrito con caligrafía infantil el nombre de la escuela. Podéis ver la fachada en la siguiente foto:

El trabajo: conozco a mis alumnos

Entré en las aulas y lo primero que me llamó la atención fue ver que no tenían puertas. Así que oías todo lo que se decía en las otras clases. Pero no me resultaba molesto porque los alumnos son súper disciplinados. Parecía una clase de los años cincuenta, de cuando nuestros padres iban a la escuela. Y eso tiene su explicación, el objeto que estaba en las clases de antaño y que ha desaparecido hoy día: la regla para golpear a los alumnos en los dedos. De madera, claro... Nunca me llegué a acostumbrar a ella o a utilizarla, así que me costó un poco hacerme de respetar... Pero esa historia la contaré en otro artículo.

Me hicieron una visita guiada por el colegio. Tenía cinco clases grandes y un patio exterior en el que daban clases de árabe. Se sabe que los niños aprenden árabe porque unos cuantos escriben al revés algunas letras y los números cuando hacen cálculo... Era una escuela privada, lo que explicaba los materiales: pizarras, cuadernos, un lápiz por alumno y un armario. Un sacapuntas y una goma por clase. ¡Y os prometo que son buenos materiales porque fui a ver una escuela a las afueras y solo tenían una pizarra! Intentaré buscar a conciencia la foto en mi ordenador para enseñárosla.

Enseguida conocí a mi futura compañera de trabajo, lo que me dejó un tanto desconcertada...De hecho, en mi cabeza lo que es "hacer voluntariado" implica que necesitan gente en un sitio para poder ayudar de verdad... pero la clase en la que iba a trabajar ya tenía a una profesora súper competente. Así que me sorprendió que me preguntara si era "la de las prácticas". Respondí que no estaba de prácticas, sino de voluntaria. Me cambia todo el plan porque no necesito ni mirar ni hacer una evaluación o informe de fin de prácticas... Os contaré como he podido colaborar y hacer muchas cosas en la clase... en otra historia.


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