Día 3 | Excursión a la isla Prvić
El tercer día de viaje, el segundo en la costa, decidimos darnos una vuelta en barco e ir a la isla de Pvrić para ver cómo era la vida en una isla. En la isla también está el Centro Conmemorativo de Faust Vrančić, en mi artículo podréis encontrar más información.
Como ya sabréis, hay más de mil islas en la frontera de Croacia y, por suerte, algunas están cerca de Vodice. La que más cerca está, lleva siglos deshabitada y se llama Prvić.
Una vez dije que desde el centro de Vodice se puede apreciar que hay dos o tres casas en la orilla de la isla. Están en una cuesta de una colina relativamente pequeña que nos tapa la vista de la ciudad de Šepurine.
Como el primer barco salía a las 10:00, queríamos quedarnos durmiendo hasta las 8:00. En el artículo que he mencionado antes podéis encontrar el horario descrito del viaje. El problema era que el barco no iba y venía de la isla con mucha frecuencia a lo largo del día. Así que tendréis que calcular a qué hora vais a ir, puede que se os haga un poco pesado si no sois fan de las islas y de la vida tan tranquila que se lleva allí. También veréis que en la isla las tiendas no están abiertas tanto tiempo como las tiendas de tierra firme. Así que comprad lo que vayáis a comer antes porque seguramente cierre después de la hora de comer y abra o un poco más tarde, o ya al día siguiente. En cuanto al barco tan solo tenéis que estar atentos a la hora a la que salga en dirección a la otra isla (la última parada es Šibenik) o salga de vuelta a Vodice.
El barco que lleva décadas sirviéndonos a todos día a día es el Tijat, es famoso incluso entre la gente local. Por desgracia, a los tres meses de estar aquí en Viena, leí en las noticias que tras 60 años de servicio tenían que retirar al barco y reemplazarlo por un modelo nuevo, así que Madoka tuvo el honor y la suerte de poder montar en "el viejo caballero" de este archipiélago.
Para mi sorpresa, el barco llegó casi a su hora. Tenéis que tener siempre en cuenta una cosa, en Dalmacia el tiempo es relativo y, tal y como dije antes, se toman la vida con calma, no hay prisa. Le dije a Madoka y a mi hermana que deberíamos ir un par de minutos antes al muelle por si se llenaba mucho de gente y nos juntábamos 40 o 50 personas para subirnos al barco mientras bajaban otras tantas personas. Tan solo hay una entrada, el puente de madera que colocan al amarrar el barco en el puerto. Ese momento es el peor, porque hay gente que no sabe comportarse e intenta colocarse en primera fila para ser los primeros en entrar sin respetar para nada la cola.
También deberíais comprar las entradas un poco antes (el problema es que la taquilla abre a lo mejor 40 minutos antes de que salga el barco), porque puede que en un momento se forme una cola de 30 personas. Ese momento en el que quedan 5 minutos para que salga el barco y aún hay diez personas por delante de ti en la cola es horrible. Nuestras oficinas están muy lejos de considerarse eficientes. No se pueden comprar las entradas online, pero es que además, cuando las compras allí se tiran su tiempo para imprimirlas.
¡Al fin pudimos subirnos al barco! No tengo ni idea de cómo será el barco nuevo, pero lo descubriré dentro de cinco meses. Nos sentamos en el primer piso del barco para poder salir rápido al llegar a la isla. El barco giró 180 grados y pudimos ver la zona oeste de Vodice y a lo lejos Tribunj, la isla de Tijat, Logorun y más lejos aún, Murter. Dimos la vuelta al barco para poder hacer fotos del lado este de la costa, desde donde se ve cómo Vodice y Srima se fusionan en un solo cuerpo y, a lo lejos, se ve la desierta carretera que lleva hasta Jadrija.
Diez minutos más tarde ya estábamos cerca de la isla, tan solo tuvimos que esperar unos pocos minutos más para llegar a nuestra siguiente parada, el puerto de Šepurine (y la ciudad también). El barco atracó en el puerto y salimos de un salto. ¡Aquí empieza la aventura!
Dejadme que os hable un poco sobre la isla.
- Geografía y población
Está a 1 km de Vodice, a 15 minutos en barco (Vodice-Šepurine) o a 10 minutos en lancha. Seguramente estuvo conectada en su día con la isla de Zlarin, según confirman los estudios arqueológicos de la zona, al ver ambas islas en el mapa es como si fueran hermanas. La costa de la isla tiene 10 km de longitud y el pico más alto mide 79 m. Ese es el que se ve desde mi balcón en Vodice.
La población de esta isla es de alrededor de unas 450 personas. Hay dos asentamientos pesqueros en el puerto de Šepurine y en el puerto de Prvić Luka (tiene el mismo nombre que la isla). El primero está al oeste de la isla, mientras que el segundo está al sudeste, en una pequeña bahía que mira en dirección Zlarin, a mar abierto. Están conectadas por una carretera de 1 km, por la que iremos más tarde.
La parte con menos grosor de la isla está en Šepurine. Técnicamente, para poder llegar tienes que subir primero por las calles estrechas de la ciudad hasta llegar al campo, (obviamente son parcelas privadas) y ya estarías ahí. Se tardan unos 10 minutos en llegar al otro lado de la isla más o menos. Al llegar al centro, os encontraréis con tres caminos que llevan al noreste (nosotros cogimos este), noroeste, que lleva hasta el pico más alto de la isla y, por último, el camino de vuelta que cogimos para llegar hasta el centro de Šepurine. Al otro lado de la isla de Prvić hay una playa pequeña con un par de casas que construyeron hace poco (en la última mitad del siglo pasado). Desde ahí se puede ver Srima, que está a 700-1000 metros.
Prvić Luka puede que sea un poco más grande que Šepurine, aunque hoy había bastante más gente en Šepurine, esta está más céntrica, en cambio, Prvić Luka se extiende a lo largo de la costa.
Ambas constituyen una ciudad costera típica con una fuerte influencia del Mediterráneo, que se puede ver claramente en la arquitectura y en la distribución del espacio. Las casas de piedra, las iglesias y el campanario en el centro de la ciudad, las calles estrechas... y todo ello rodeado de bosques y océano. Estoy seguro de que es el mismísimo cielo y que muchos bañistas que vienen en busca de paz y tranquilidad prefieren venir a Prvić antes que quedarse en Vodice y aguantar a tantísima gente. Por no hablar de lo limpias que están las islas en comparación con los principales destinos turísticos del continente. Por desgracia, eso también ha ido cambiando, porque estos últimos años también me he encontrado basura tirada por el suelo en las islas también. Lo que me sorprendió fue ver que alguien había metido una bolsa de plástico en un agujero de un árbol en el centro de Šepurine, teniendo una papelera a 20 metros. También podría habérsela guardado hasta que encontrara otra papelera.
- Historia y economía
Al igual que otras ciudades, los primeros habitantes de estas islas llegaron en la época de la Antigua Grecia y la Antigua Roma. Pero os puedo contar algunas cosas de los croatas, empezando por la Edad Media. Durante este periodo, los habitantes de las islas fueron las familias nombres de Šibenik (y por lo general, este fue el caso también de las demás islas, las familias de clase alta se construyeron sus villas en las islas para ir a pasar el rato). Pero por otra parte, la mayor ola de migración surgió ante la amenaza del Imperio Otomano, periodo durante el cual la gente huyó a las islas y fundaron Šepurine and Prvić. El nombre de Prvić viene de "prvi" que significa "la primera", de hecho Prvić fue la primera isla de Vodice y Srima.
Prvić es la isla con más densidad de población con 1300 habitantes/km² a principios del siglo XX, pero la población descendió y a día de hoy aún sigue descendiendo. Durante la Segunda Guerra Mundial, muchos habitantes de la isla se alistaron al ejército. De hecho, si os fijáis bien, encontraréis muchos monumentos en honor a los héroes locales.
Y hablando de lo que la gente suele hacer allí, bueno, hacen lo mismo que en cualquier ciudad de Dalmacia: pesca, vinicultura, cultivo de olivas y turismo. Si no me equivoco, tan solo queda un hotel en la isla, pero la gente prefiere ofrecer sus propias casas a los turistas. Tanto en Šepurine como en Prvić tienen algunos bares y restaurantes. En cada ciudad hay al menos una tienda. Pero la gente siempre acaba yendo a Vodice si tiene que comprar algo en concreto.
Durante los calurosos días de verano, no encontrarás a muchos habitantes de la ciudad por las calles. Se quedan en casa al resguardo de cuatro paredes para estar más frescos (es una de las ventajas de usar piedra en las construcciones).
El problema universal que surge con todas las islas de Croacia, incluida Prvić, es que se están quedando desiertas, la gente joven prefiere vivir en ciudades más grandes de tierra firme, los más ancianos se quedan pero ya no quedan familias, tan solo las que vienen un par de veces al año o la gente que viene interesada en la isla porque sus orígenes y antecesores son de allí. Creo que este problema es muy serio, no creo que el gobierno esté haciendo un buen trabajo a la hora de evitar que las islas se queden desiertas.
Decidimos ir a darnos un chapuzón al bajar del barco. Por suerte, la playa estaba a 60 segundos de donde estábamos. Nos sentamos a la sombra (como de costumbre) y nos lanzamos al agua. El agua tan cálida y tan transparente y limpia de la isla hacen que nadar allí sea una experiencia única y especial. Lo mejor, sin duda alguna, es cuando bajas a bucear y sumerges el cuerpo entero en el agua templada y los rayos de sol reflejándose en la cara. Merece la pena aguantar los problemas que surgen a lo largo de todo el año por ese momento de placer. Pero se hace difícil tener que despedirse de algo así cuando llegan los últimos días y te toca asumir que no lo verás en los próximos meses, o incluso un año. Bueno, me estoy poniendo nostálgico y nervioso de solo pensarlo. Retomemos nuestra historia.
Me llevé a Madoka a dar una vuelta por el centro de Šepurine para que pudiera ver cómo era. Puede que andar descalzos no fuera la mejor idea del mundo porque teníamos que estar dando botes todo el rato por lo mucho que quemaba la calzada. Sacamos fotos a las típicas casas con sus ventanas de color verde, azul o naranja, esa casi imposible resistirse a sacarles fotos. Llegamos justo frente a la iglesia. Lo de recorrer calles estrechas lo dejamos para los próximos días, que era cuando nos tocaba visitar Šibenik, Split y Zadar.
Šepurine, lugar de rodaje de una película
Cáptura de pantalla de la película "Los niños del cura"
Puede que os sorprenda que Šepurine formara parte de las escenas de una de las películas más famosas del cine croata desde la independencia. La película "Los niños del cura", de V. Brešan, se grabó casi por completo en una de las islas de Dalmacia. Al ver la película (no sabía aún dónde la habían grabado), algunas de las calles y edificios, como el campanario o el paseo marítimo, me recordaban a los de la isla de Tijat y de otras islas más.
Aclaré las dudas cuando vi las letras de VD (Vodice) escritas en el barco y comparé algunas capturas de pantalla de la película con algunas de mis fotos (y qué felicidad).
El argumento, tal y como podéis comprobar aquí, habla con un tono de comedia sobre el problema del que os he hablado antes, la disminución de la población de las islas. Pero aparte de este problema y del desenlace de los problemas que surgen, la película también se burla del nacionalismo y de la Iglesia católica. Fue un gran éxito, las únicas críticas negativas que recibió fueron de parte de la Iglesia católica (y la prohibieron en algunas rectorías), que recomendaban a los fieles que no la vieran porque iba "en contra de los valores tradicionales de Croacia". Si queréis saber cómo es la mentalidad en general (también se burla de lo tercos que son los isleños), os recomiendo que veáis esta película. Podéis echarle un ojo al trailer.
Visita a Privć Luka
Recogimos nuestras cosas y decidimos coger la carretera que lleva hasta Privć Luka. Nos llevó unos 15 minutos llegar hasta el otro puerto. De camino nos tocó subir un poco la pendiente para luego bajar. En ambos lados hay una vegetación muy densa y una especie de bosque. Por ahí también está el cementerio local.
Al fin llegamos a Prvić Luka. Nuestro objetivo era ir primero al Centro Conmemorativo de Faust Vrančić e ir a nadar y relajarnos durante una hora o más antes de volver a casa. Nos tiramos 5-7 minutos andando por la calle principal, que es la única calle que hay, hasta llegar al centro y encontrar el puerto, los restaurantes y el Centro Conmemorativo. Esperamos a que Madoka terminara de ver la exposición (si buscáis en mi perfil, veréis la publicación que he subido sobre la exposición). No se si sabéis de qué va este sitio, está dedicado al inventor croata Faust Vrančić (s. XVI), que fue una figura muy importante en aquella época, no solo como inventor, sino como lingüista y humanista. Pasó su infancia en la isla pese a haber nacido en Šibenik. Murió en Venecia. Es famoso porque inventó (o eso creemos) el paracaídas.
Qué hacer antes de que llegue el barco
Después de echar un par de fotos, nos fuimos andando hasta el otro lado de la bahía y tardamos unos 10-15 minutos, la mitad estaba a la sombra y, la otra mitad, estaba perfecta para adentrarse en el mar y nadar. Como de costumbre, paramos en nuestro sitio en el que nunca hay gente y paramos a darnos un baño. De nuevo sentimos esa agradable sensación. Había erizos de mar por todas partes, pero los habitantes de la isla habían hecho una entrada al mar con escaleras para pasar por encima de ellos y para que así ni ellos ni la gente salieran heridos. Desde aquí se ve Prvić Luka y un montón de barcos y barcas por la zona.
Como hace un año perdimos el barco en otra isla, no quería perder este esta vez, así que después de dormir durante una hora y media, poco a poco retomamos el camino de vuelta al Centro Conmemorativo y al puerto.
De todas formas, cojas el camino que cojas de la bahía, llegas hasta el bosque. Hay un camino que pasa entre los arbustos y los árboles. Si vas por la parte sudoeste de la isla, llegarás hasta un espacio abierto con rocas y con vistas al mar abierto y a las demás islas. Puede que te encuentres a algún que otro habitante que haya querido ir allí para estar solo. Aquí sí que he estado, pero no he ido aún a la parte este de la bahía, aunque también habrá rocas al igual que en la parte oeste de la isla. Fuimos solo una vez y fue para esperar a que llegara el barco, sentados en las rocas con las toallas debajo.
El barco llegó enseguida, no queríamos quedarnos en la isla hasta las 18:00. Nos comimos toda la comida y queríamos llegar ya a casa y sentirnos a salvo con nuestro frigorífico hasta arriba de comida y refrescos. Toca despedirse de Prvić hasta el verano que viene.
De vuelta a Vodice
Al volver a casa, nos fuimos de nuevo a darnos un baño, pero esta vez todos juntos, incluido el perro. Después de cenar nos pusimos a planificar cual sería nuestro próximo destino. Antes de irnos a dormir nos dimos una vuelta por el centro de Vodice de noche pero sin las miles de personas que había ayer por el festival. Se notaba mucho el cambio, ahora la ciudad parecía que estaba medio vacía. Después de los conciertos del Vodiška fešta, el número de turistas descendió en picado, así que si quieres evitar pasar las vacaciones en algún lugar abarrotado de gente, mejor ven a partir del 5 de agosto. Nos dimos una vuelta por el Hotel Punta y su playa, a la que fuimos el otro día a ver qué tal estaba. Décadas atrás, esta parte de Vodice era bastante famosa, pero las cosas han cambiado. De noche hay muchos bares y restaurantes abiertos, a los que suelen ir los jóvenes habitantes de la ciudad. Está la Plava plaža (Playa Azul), es una playa de arena muy poco profunda, de hecho puedes adentrarte 50 metros y aún seguirás con la cabeza fuera del agua. Ahora toca volver a casa a dormir, ¡mañana será otro día!
Iremos a ver "la ciudad de los reyes", Šibenik. Allí nos aguardan más sorpresas, os contaré todo en el día 4.
Gracias por leer mi publicación.
Algunas de las fotos son de Lucija Šutić y Josipa Petrov.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: Day 3 | Excursion to Prvić island
- Italiano: Giorno 3: escursione all'isola di Provicchio
- Français: Journée 3 | Excursion dans l'Île de Prvić
- Polski: Dzień 3 | Wycieczka na wyspę Prvić
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