Día 6 en Copenhague: Blød Hat

Nuestro camino hacia Blød Hat

Bueno, después de cenar en el café Paludan, queríamos escuchar música en vivo y continuar nuestra noche en un lugar agradable y acogedor, y alguien sugirió el restaurante Blød Hat, donde hay música en directo al final de la noche. Está cerca del centro de la ciudad y de la Torre Redonda. Está en el Rådhusstræde, que está prácticamente una de las calles principales llenas de tiendas de recuerdos y cafeterías.

Así que fuimos allí. Estaba a un par de minutos a pie del café Paludan y el edificio no parecía muy elegante, quiero decir, era un lugar muy tranquilo, las luces estaban atenuadas y era como si no hubiera nadie allí, o al menos, pensé, que no había nadie allí. Era un edificio blanco informal, como uno de esquina. Había algunos arbustos bien recortados, un menú en una pizarra negra en la pared afuera del restaurante y la entrada era bastante estrecha.

Bueno, entramos al restaurante y había mesas llenas y como éramos muchos, necesitábamos tener tres mesas, y queríamos estar juntos, de modo que nos ubicaran en el lado derecho de la puerta de entrada, donde había cuatro mesas y cada una de ellas con cuatro sillas alrededor.

La gente quería tomar algo allí, pero realmente yo no quería nada de comer o beber estaba muy llena de cerveza y tagliatelle, que me tomé en el café Paludan y les dije que no pidieran nada para mí.

Así que, como ya te dije, no quería pedir nada, porque no podría comer ni beber y solo quería conversar. La gente de alrededor no estaba demasiado interesada en tomar algo tampoco, sin embargo, era de mala educación, por supuesto, no pedir nada.

Ordenar una jarra

Bueno, para ser honesto, mirando el menú me di cuenta de que todo era bastante caro. Por supuesto, Dinamarca es un país muy caro, lo sabía, sin embargo, los precios seguían siendo muy confusos e inusuales, hasta que me acostumbré. Y, por supuesto, este era un restaurante muy respetado y, además, estaba ubicado en el centro de la ciudad, por lo que era bastante elegante, supongo, por lo que los precios también estaban relacionados con eso. Iba a tomar algunas fotos del menú, sin embargo, era algo inapropiado con todas las personas alrededor, así que solo tomé una foto de la última página del menú, donde se escribió esta oferta sobre el pedido de una jarra. Sin embargo, todo esto estaba en danés y la versión en inglés del menú no estaba en nuestra mesa en ese momento. Todo está en danés en la imagen, sin embargo, estoy segura de que aun así entenderás lo que hay escrito.

Al final resultó que, la mesa debería haber pedido algo juntos, quiero decir, tomaron pedidos de toda la mesa, no solo de una persona, por lo que todas las demás personas de otras mesas bebieron cerveza o vino y luego estábamos nosotros. Algunos de nosotros queríamos tomar una cerveza y otros no queríamos nada, pero al final, parecía que tomaríamos una jarra. Había una cosa escrita al final del menú, que si pedíamos una jarra, serían solo 300 DKK. Bueno, nos preguntamos cómo de grande era esta jarra, sin embargo, no pudimos descubrirlo. Por supuesto, le preguntamos eso al camarero, sin embargo, realmente no nos dijo cómo era. Él solo dijo que era una jarra y eso era todo. Bueno, sabía que no iba a beber nada, pero otros decidieron que podían y pidieron una jarra.

Para ser sincero, realmente no esperábamos que esa jarra fuera muy pequeña. Quiero decir, era una cosa de tamaño normal y no era algo muy grande. Era como 10 o 12 vasos, supongo. Sin embargo, eso era lo que era y así se comenzó a beber.

Luego estaba esta música en vivo, también, y fue bastante buena, aunque realmente no recuerdo qué música estaba tocando. Creo que fue algo así como el jazz, porque no sé nada al respecto.

Ya era bastante tarde y no íbamos a ir a ningún lado. Algunas otras personas ya se habían ido y luego la música en vivo fue reemplazada por los CD o YouTube, supongo.

Había algunas velas en las botellas en las mesas, que ya estaban derretidas y había flores junto a ellas, lo que hacía que las mesas se vean bastante hermosas, debo decir, y las luces allí hicieron que el ambiente fuera muy acogedor. Yo no me quería ir, la verdad. Luego, algunas personas se fueron y cambiamos las mesas, hicimos algunas bromas, charlamos y los camareros solo estaban esperando a que nos fuéramos, supongo, sin embargo, fuimos muy pesados y nos quedamos allí riéndonos.

Fue un final bastante bueno de nuestro día y nos divertimos mucho y fue bueno conocernos mejor y acercarnos más. Sin embargo, era hora de irse y, además, ya era medianoche, supongo, y tuve que ir a casa sola, lo que fue un poco aterrador, pero había personas caminando por todas partes en Copenhague y no era peligroso. Algunos de los muchachos querían ir a un club o bailar y me ofrecieron ir con ellos, aunque preferí irme a casa en ese momento, así que me despedí y comencé a caminar hacia Frederiksberg, donde estaba mi alojamiento.

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