Copenhague parte I

¡Muy buenas a todos! Este blog va dirigido a aquellos que quieran visitar Copenhague próximamente, o simplemente a todos los que quieran interesarse sobre mi viaje de cuatro días a esta ciudad danesa o quieran saber algo más sobre la capital de Dinamarca.

En el post anterior sobre Consejos para viajar a Copenhague, os dejé algunas recomendaciones que podéis seguir a la hora de visitar Copenhague. En esta entrada, os contaré el itinerario que mis amigas y yo seguimos durante los dos primeros días visitando esta ciudad.

Itinerario

Primer día

El día que viajas a un sitio o país nuevo siempre está un poco perdido, a no ser que vuestro vuelo salga de madrugada y lleguéis al lugar de destino por la mañana, ya que se va bastante tiempo en el aeropuerto, haciendo el check-in del hotel o apartamento, instalándoos, etc.

Nuestro avión salía de Sevilla a las dos y cuarto de la tarde y llegó a Copenhague sobre las seis. Para llegar al centro, decidimos coger el metro, que es la opción más rápida y directa. Como no teníamos tiempo para aprovechar nuestro primer día, lo invertimos en ir al supermercado Lidl y comprar algunas pizzas para cenar y el desayuno de los días posteriores.

Desde el aeropuerto para llegar hasta aquí, cogimos el metro en la terminal 3 en dirección Vanlose St. Hasta Norreport. Luego, tuvimos que coger el autobús A en dirección Hundige St. hasta Vesterport Station, el cual nos dejaba a cinco minutos andando hasta el Lidl.

Tras hacer nuestras compras, queríamos volver al hotel en autobús pero al ser ya tarde pasaban cada media hora y decidimos ir andando que fueron unos treinta minutos. Sin embargo, el camino se nos hizo bastante ameno ya que estaba nevando y nos entreteníamos jugando con la nieve de camino al hotel.

Nuestro alojamiento en Copenhague se llama Danhostel, y os recomiendo 100% que os quedéis aquí si visitáis esta ciudad, sobre todo si viajáis en plan de amigos, o incluso si vais con familiares, ya que las habitaciones, la nuestra con vistas al canal Nyhavn, estaban muy limpias y eran bastante acogedoras, el personal fue muy amable, y el precio, era bastante económico teniendo en cuenta de que se trata de Copenhague, una de las ciudades más caras de Europa.

Este hotel dispone de una cocina comunitaria donde podíamos cocinar, así que hicimos un par de pizzas para cenar y nos fuimos a la habitación para descansar y reponer fuerzas para el día siguiente.

Segundo día

Aunque ya llevábamos una tarde en Copenhague, este día fue prácticamente como el primero para nosotras visitando la ciudad.

Nosotras visitamos la capital danesa en enero cuando allí anochecía a las cuatro de la tarde, así que decidimos madrugar para poder aprovechar más el día ya que cuando se ponía el sol era imposible seguir en la calle sin congelarte.

A las diez de la mañana empezaba nuestro free tour, así que antes de que diera comienzo fuimos a visitar por nuestra cuenta otros monumentos de interés para tacharlos de la lista. Sobre las ocho y media salimos del hotel en dirección al Nationalmuseet, que es el Museo Nacional de Dinamarca, y luego dejamos atrás este edificio para llegar hasta los Jardines de la Biblioteca Antigua (Bibliotekshaven), de los cuales sacamos buenas fotos ya que estaban nevados y en su centro se encontraba una fuente helada. Tras “posturear” con la nieve un rato, seguimos caminando hasta llegar a la fachada de la Biblioteca Real, un edificio llamado también el Diamante negro que nos llamó la atención bastante por su forma, su magnitud, y la estructura tan moderna que tiene.

Jardines de la Biblioteca Antigua

La Biblioteca Real se encuentra a orillas del canal donde hacía un frío que pela. Para las nueve y media de la mañana, ya estábamos como copito de nieve, pero teníamos que continuar hasta la fuente del dragón de la Radhuspladsen, que es la plaza del ayuntamiento, desde donde comenzaba nuestro free tour.

El guía, durante aproximadamente dos horas, nos fue enseñando los lugares o monumentos más importantes de la ciudad mientras nos contaba la historia de Copenhague, su carácter vikingo y su pasado monárquico que se ha mantenido hasta el día de hoy, ya que actualmente Dinamarca continúa siendo una monarquía.

Durante toda la mañana, caminamos por todo el centro de la ciudad mientras visitábamos puntos de interés de la ciudad como el Palacio de Christiansborg, donde reside la sede parlamentaria de Dinamarca, o el paseo marítimo del canal Nyhavn, uno de los lugares que no os podéis perder si visitáis Copenhague, ya que la vista panorámica del muelle es preciosa debido a las casas o edificios de colores que se encuentran a ambos lados del muelle.

Palacio de Christiansborg

Canal Nyhavn

Tras un rato haciéndonos fotos en el muelle, descansamos un rato en una cafetería para descongelar nuestros pies, y después continuamos por las calles del caso histórico de la ciudad hasta llegar a la Iglesia de Mármol (Marmorkirken), de la cual me enamoró totalmente su interior. Además, a las una de la tarde hay un pase gratuito para subir a la cúpula de esta iglesia y ver las vistas de la ciudad desde arriba. ¡No os lo perdáis porque merece la pena!

Nuestra última parada del tour fue el Palacio Real de Amalienborg, donde reside la familia real de Dinamarca. Este Palacio se comunica con otros tres edificios más que se encuentran en una plaza enorme donde se realiza el cambio de guardia, el cual podréis ver si tenéis suerte ya que este cambio solo ocurre a las once y media de la mañana los días en que la reina se encuentra en el palacio.

Tras finalizar el free tour, teníamos pensado visitar los jardines de Amaliehaven y la Ópera de Copenhague, que se encuentran justo detrás del Palacio de Amalienborg, pero teníamos tanto frío que nos fuimos directamente a almorzar a un italiano llamado Ristorante Café Leo, donde mis amigas y yo nos pedimos unas pizzas que estaban riquísimas y a buen precio para ser Copenhague (unos doce euros por persona).

Una vez habíamos almorzado, retomamos nuestra ruta por Copenhague en dirección a la estatua más famosa de Copenhague, la Sirenita. Pero antes, pasamos primero por la iglesia luterana de San Pablo, hecha de ladrillo rojo, y luego seguimos caminando por un parque que daba a la iglesia de San Albano y a la fuente de Gefión, situada justo al lado.

Iglesia de San Albano

Finalmente, llegamos hasta la estatua de la Sirenita, donde pudimos hacernos una foto con ella haciendo malabares entre las piedras para no caernos al agua. Antes de visitar esta ciudad, al pensar en Copenhague lo primero que se me venía a la cabeza era la Sirenita ya que es el monumento más conocido de la ciudad. Sin embargo, en mi opinión hay otros puntos de interés como iglesias o museos que son mucho más bonitos que esta estatua, que para mi dejó mucho que desear ya que me la imaginaba mucho más grande o impresionante.

Pero por supuesto, es una atracción turística que no podéis dejar de visitar si venís a la capital danesa.

Eran las cuatro de la tarde y se estaba haciendo de noche, había estado todo el día lloviendo y estábamos muertas de frío, así que como el tiempo no acompañaba decidimos dejar de visitar la ciudad por ese día. En su lugar, cogimos un autobús en dirección al Café Bastard, un bar cafetería bastante curioso ya que está lleno de estanterías con miles de juegos de mesa para echar el rato mientras tomáis un café calentito o una cerveza.

Sin duda 100% recomendable si os sobra algo de tiempo libre o para descansar un rato después de una larga jornada caminando.

Aquí pasamos toda la tarde de nuestro segundo día por Copenhague, así que luego fuimos a cenar a un Burger King algo rápido y volvimos al hotel para descansar y prepararnos para el tercer día del viaje, el cual os cuento en mi próximo post de este blog. ¡Gracias a todos y hasta la próxima!

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